La crisis energ¨¦tica pone en apuros a las estaciones de esqu¨ª en el arranque de la temporada
Fiscalizadas por los efectos de la emergencia clim¨¢tica, las empresas ajustan la actividad de los ca?ones de nieve y tratan de monitorizar el volumen de usuarios para regular la velocidad de los telesillas y la iluminaci¨®n
El calendario ha presentado este a?o la posibilidad de enlazar un macropuente de la Constituci¨®n y las bajas temperaturas han contribuido a disponer el escenario para que la temporada de nieve se estrene sin reticencias. Las estaciones de esqu¨ª barajan buenos augurios, pero no logran escapar del punto de mira ecologista por el impacto medioambiental que tiene su actividad y por los recelos que genera, en plena sequ¨ªa usar agua para fabricar nieve artificial. El sector defiende que su apuesta por la sostenibilidad es firme y que, m¨¢s all¨¢ de una cuesti¨®n de imagen o de convicciones, el inter¨¦s pivota ahora sobre las urgencias por contener la factura energ¨¦tica. ¡°En un a?o normal los costes de la energ¨ªa suponen entre 1,5 y 2 millones de euros, esta temporada f¨¢cilmente se podr¨ªa doblar¡±, analiza Xavi Ubeira, director comercial de Baqueira Beret, en el Pirineo de Lleida. La Generalitat de Catalu?a, que en el Pirineo controla seis centros de esqu¨ª a trav¨¦s de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), indica que ha impuesto el concepto ¡°estaciones din¨¢micas¡±, lo que conlleva implantar ¡°medidas variables y adaptadas¡± a cada equipamiento para ahorrar consumo energ¨¦tico.
La campa?a de nieve da el pistoletazo de salida con una invitaci¨®n para encerrar en el armario restricciones pasadas, como las mascarillas obligatorias, la distancia de seguridad y el control de aforo, pero presenta el desaf¨ªo de saber contener la factura energ¨¦tica. La aceleraci¨®n de los costes de suministros enciende las alarmas contables en las estaciones de esqu¨ª, unas instalaciones que tienen su supervivencia atada a la electricidad y que dependen del aporte de combustibles como el gas¨®leo. Sin fuerza el¨¦ctrica flaquean los remontes que transportan a los esquiadores a las cimas y desfallecen los ca?ones que fabrican nieve artificial, un elemento b¨¢sico para compactar de blanco las pistas. Baqueira Beret, la estaci¨®n espa?ola con mayor tr¨¢fico de usuarios, m¨¢s de un mill¨®n de pases el a?o pasado, ha llegado a estudiar la instalaci¨®n de un molino de viento para poder autogenerar parte de la electricidad que precisa. La opci¨®n de momento se descarta por el ¡°impacto visual¡± que acarrea un aerogenerador.
En Andorra, Grandvalira ha construido una central hidroel¨¦ctrica con capacidad para alimentar entre el 3 y el 5% del consumo de los sectores del Pas de la Casa, Grau Roig y Encamp. El complejo apunta que la apuesta, junto con el despliegue de placas fotovoltaicas, permite autogenerar un destacable peso del volumen de energ¨ªa que consumen sus estaciones.
En Catalu?a, Baqueira tiene un modelo similar a la estaci¨®n de Masella, ambas son de propiedad privada, nada que ver con el grupo de seis instalaciones que dependen del paraguas p¨²blico de FGC: La Molina, Vallter 2000, Vall de N¨²ria, Port Ain¨¦, Bo¨ª Ta¨¹ll y Espot. Cada estaci¨®n hace sus n¨²meros, pero la estrategia com¨²n pasa por la contenci¨®n. ¡°La clave es ser eficiente¡±, indica Xavi Ubeira. La estaci¨®n del Valle de Ar¨¢n afina sus protocolos para poner los ca?ones a disparar nieve artificial ¡°cuando el coste de la electricidad est¨¢ en la franja m¨¢s baja¡±. Un portavoz de Masella se pronuncia en la misma l¨ªnea: ¡°hay que provechar al m¨¢ximo las ventanas de fr¨ªo para producir nieve a bajo coste¡±. A?ade que la estrategia no es nueva. ¡°Ya hace varias temporadas que aplicamos medidas de ahorro energ¨¦tico, pero este a?o redoblamos el esfuerzo¡±.
Masella trata de aplicar un plan de choque transversal. Recorta el calendario de noches esquiables para restar carga a la iluminaci¨®n y tambi¨¦n fija a la baja la temperatura de sus instalaciones cerradas. ¡°No afecta al usuario, porque ya viene equipado para soportar el fr¨ªo¡±, se?alan desde la estaci¨®n. Ferrocarrils pone de relieve que sus estaciones disponen de un sistema de monitoreo que permite conocer en tiempo real qu¨¦ volumen de usuarios hay en cada pista y cada remonte, lo que permite restringir el funcionamiento de los telesillas atendiendo a la demanda puntual. Masella y Baqueira tambi¨¦n revelan que, en los d¨ªas de menos afluencia, se limita la actividad de los remontes y se paran aquellos donde hay una l¨ªnea paralela para poder subir a la cumbre. Xavi Ubeira lo ilustra con cifras: ¡°La diferencia de tener un remonte trabajando a una velocidad de 4 metros el segundo, en lugar de a 5 metros el segundo, implica un recorte del consumo energ¨¦tico del 20%¡±.
El sector del esqu¨ª trata de mantenerse ajeno a debates que se?alan un papel supuestamente nocivo de las estaciones y sus infraestructuras para el medio ambiente. FGC apunta que sus estaciones emplean a 3.000 personas. Recientemente, colectivos como la plataforma contraria a que Catalu?a organice los Juegos de Invierno de 2030 han tratado de azuzar la controversia denunciando que pese a la alerta por sequ¨ªa que afecta a 6,7 millones de habitantes, lo que supone el 80% de la poblaci¨®n catalana, las estaciones de esqu¨ª del Pirineo ¡°despilfarran¡± agua para producir nieve artificial. ¡°Sostener ese argumento no tiene ning¨²n sentido y demuestra una falta total de conocimiento¡±, indica Joaquim Alsina, presidente de la Asociaci¨®n de Estaciones de Monta?a. Alega que las estaciones ¡°tienen balsas propias para almacenar el agua que usan, no consumen agua de la red de suministro¡±. El director comercial de Baqueira Beret lo ratifica: ¡°Para poder funcionar necesitamos agua, por eso hacemos un esfuerzo muy importante para retener el agua del deshielo¡±. Y se?ala que Baqueira cuenta con tres balsas que suman casi 600.000 metros c¨²bicos. Indica, adem¨¢s, que ¡°cuando la nieve se derrite vuelve a ser agua para la monta?a¡±.
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