Un sex shop, libros er¨®ticos, c¨®mo detener un polvo y ?cu¨¢l es tu talla de cond¨®n?
La newsletter de EL PA?S en Barcelona se re¨²ne en una tienda er¨®tica con la periodista Imma Sust
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Buenos d¨ªas,
Faltaban solo unos d¨ªas para el black friday cuando entr¨¦ en un sex shop del barrio de Sant Antoni. A finales de los 90 un sex shop era algo grotesco, sucio, oscuro, crudo¡ Un lugar con ancianos haciendo cola para entrar en cabinas con centenares de canales porno. Se vend¨ªan penes de goma gigantescos y la presencia femenina era escasa. Ahora la cosa ha cambiado para bien. Acced¨ª a una de las tiendas de la cadena Amantis. Dentro me esperaba Imma Sust, una de las encargadas del negocio que a la vez es periodista y que ha escrito el libro er¨®tico Las manzanas de Eva (Grijalbo).
El sex shop de finales de 2022 ya no es un lugar oscuro y siniestro. Hay colores en paredes y productos y, afortunadamente, ahora hay clientas. Antes de entrar, una pizarra en la calle me avis¨® de lo que me iba a encontrar: ¡°El sexo alarga la vida. Entra para ser inmortal¡±. Dispuesto a dejar el mundo de los mortales abr¨ª la puerta y busqu¨¦ detr¨¢s del mostrador la melena rubia de Sust.
¡°?T¨² eres el que viene a hacerme una entrevista?¡±, se adelant¨® hablando muy r¨¢pido. Sin dejar de sonre¨ªr me llev¨® a una zona de la tienda donde hay una exposici¨®n de arte relacionado con el sexo, un sof¨¢ dise?ado b¨¢sicamente para dar y recibir amor en diferentes posturas y una cruz en forma de aspa con grilletes. Pese a todo, nada parece sacado de una mazmorra ni hay se?ores mayores con la bragueta a medio cerrar sino que todo es luz, color y sonrisas.
Nos acomodamos en un asiento (uno normal). Hemos venido a hablar de su libro y empiezo con preliminares que pronto pasar¨¢n a mayores. ¡°El 3 de noviembre de 2016 apunt¨¦, a las 11 de la ma?ana, en el Trello (una aplicaci¨®n m¨®vil que sirve, sobre todo, para hacer listados) que ten¨ªa que escribir un libro er¨®tico¡±, reconoce Sust revisando su tel¨¦fono. Hubo otras novelas antes que Las manzanas de Eva pero las otras fueron por necesidad (sobre todo de dinero) y ahora ha publicado, por primera vez, el libro que realmente quer¨ªa hacer. ¡°Trabajo en Amantis desde 2013. Leo libros er¨®ticos y no me gustan. Se centran en detallar partes sexuales y se olvidan de todo lo dem¨¢s. Yo quer¨ªa escribir algo con lo que la gente se ponga cachonda pero que, tambi¨¦n, aprenda algo¡±, destaca la escritora.
Escucho a Sust pero no dejo de prestar atenci¨®n a la cruz con forma de aspa que tiene justo detr¨¢s. En realidad no son grilletes son cinturones con hebillas.
El par¨¦ntesis obligado que supuso el confinamiento hizo que Sust se pusiera a escribir. Revisa otra lista de Trello y me ataca: ¡°Ten¨ªa claro que en el libro iba a tratar muchos temas¡±. Empieza a enumerar y yo dejo de prestar atenci¨®n a la cruz de las hebillas.
1. ¡°Hab¨ªa que hablar de educaci¨®n heteropatriarcal. La gente se cree que es un concepto abstracto y no lo es¡±.
2. ¡°Quise cargarme las etiquetas sexuales y, queri¨¦ndolo, me di cuenta de lo importantes que son¡±. Seg¨²n Sust, los personajes de su libro (quiz¨¢s todo el mundo) necesita etiquetas: ¡°bisexual, gay, hetero, poliamoroso¡¡±.
3. La escritora quer¨ªa tratar, en su libro, el tema de la familia. ¡°Cre¨¦ una familia con car¨¢cter pero que se apoya. Hay muchas personas que tienen problemas con su identidad, con su sexualidad¡ por culpa de su familia. Yo no quer¨ªa eso¡±, apuntilla.
4. ¡°Quise parar un polvo. Se puede parar un polvo. Las chicas y los chicos deben saberlo. Se puede parar. De pronto, no est¨¢s c¨®moda, no est¨¢s a gusto¡ y paras y no pasa nada.¡±
5. ¡°Hab¨ªa que hablar del cond¨®n. Hay mucha incultura. ?T¨² sabes que medida de cond¨®n utilizas?¡±. Estuve, a punto, de mirar hacia mi entrepierna pero fij¨¦ la vista en un punto inconcreto entre los ojos de Sust y la cruz con forma de aspa y hebillas. Sust no esper¨® mi respuesta ignorante y sigui¨®: ¡°Hay ocho medidas de cond¨®n. Si las mujeres tuvi¨¦ramos pene sabr¨ªamos cu¨¢nto nos mide, qu¨¦ condones hay y cu¨¢l gusta m¨¢s a nuestras parejas sexuales¡±. Son¨® casi a bronca pero no lo fue.
6. ¡°Quer¨ªa hablar del abuso de poder y las diferencias de edad. No podemos romantizar una pareja en la que hay un claro abuso de poder porque la mujer (o el hombre) tiene 20 a?os y el otro es much¨ªsimo mayor¡±. (No quiso poner ejemplos populares ni aludir a divorcios recientes).
7. Ojo que aqu¨ª vienen curvas. ¡°Quer¨ªa una escena donde una mujer heterosexual penetrara analmente a un hombre heterosexual. Esto es una cosa que pasa hoy y que siempre ha pasado. Es tab¨² y la gente tiene miedo a hacerlo porque si haces algo tab¨² luego te sientes culpable¡±.
8. ¡°Quer¨ªa cuerpos no normativos, penes que no se ponen duros, gente mayor follando¡¡±.
9. ¡°Hab¨ªa que hablar de ansiedad y de enfermedades mentales¡±
10. ¡°Por ¨²ltimo, quer¨ªa mostrar lo que pasa cuando ahora, gracias a las aplicaciones, las mujeres vamos a ligar con gente desconocida. Enviamos los contactos a la familia, la localizaci¨®n en tiempo real¡ todo un pollo monumental¡±.
Estos diez temas ten¨ªan que entrar en las p¨¢ginas del libro. ¡°En el confinamiento escrib¨ª 30 p¨¢ginas. Entre ellas, un pollo familiar sobre la gestaci¨®n subrogada. Yo tengo 48 a?os y todav¨ªa me preguntan por qu¨¦ no tengo hijos¡±, se enfada. Cuando llevaba pocas p¨¢ginas escritas, un d¨ªa indeterminado le llam¨® la editora para encargarle un libro er¨®tico. ¡°Sal¨ª de la ducha y cog¨ª el tel¨¦fono en bolas. Me encarg¨® un libro que ya hab¨ªa empezado a escribir¡±, recuerda con cierto aire de profeta. ¡°El mundo ten¨ªa que saber todo lo que he aprendido en Amantis y lo he hecho en esta novela. Me he dejado temas como los pelos y el sexo, o lo de follar con la regla¡±, lamenta.
¡°No es un libro solo para t¨ªas. Es un libro para personas feministas y aquellas que todav¨ªa no saben que lo son¡±, remata. En este momento de la conversaci¨®n, Sust trasciende a su propio libro. ¡°El sexo es algo ¨ªntimo y le damos demasiada importancia. Se crean muchos traumas por la exigencia que le damos. Si t¨² te comes unos macarrones y un d¨ªa te gustan y, otro, te hacen vomitar, no te traumatizas. No vas al psic¨®logo. Eso pasa con el sexo. Tenemos que sentirnos libres. Por eso quer¨ªa parar un polvo en el libro. Si no tienes ganas de seguir, no lo hagas¡±.
Al acabar la entrevista me ense?a una reproducci¨®n en tres dimensiones de un cl¨ªtoris. ¡°Esto se dise?¨® en 2015. ?Cu¨¢ntos penes hemos visto en tres dimensiones y hasta hace dos d¨ªas no se dise?¨® un cl¨ªtoris?¡±, denuncia mientras me ense?a esa curiosa reproducci¨®n.
Salgo de Amantis y vuelvo a toparme con el cartel: ¡°El sexo alarga la vida. Entra para ser inmortal¡±. Yo ya salgo, creo que sigo siendo mortal (eso nunca se sabe). Tengo que averiguar cu¨¢l es mi talla de cond¨®n.
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