Catalu?a tiene 50.000 ni?os y adolescentes pobres m¨¢s que hace cinco a?os

La pobreza infantil sigue siendo una lacra para Catalu?a, donde las sucesivas crisis han arrastrado a 400.400 ni?os y adolescentes a estar en riesgo de pobreza. Esta cifra, de 2021, es un 14,9% mayor que cinco a?os antes, con lo que hay algo m¨¢s de 50.000 menores de edad que en estos a?os han engrosado la lista de personas vulnerables, un dato que no cuenta con los efectos que la crisis de precios pueda haber tenido sobre este colectivo durante este ¨²ltimo a?o. El informe anual sobre los derechos de los ni?os, que la S¨ªndica de Greuges, Esther Gim¨¦nez-Salinas, ha entregado este viernes al Parlament, indica adem¨¢s que el n¨²mero de menores con un expediente abierto por riesgo grave en la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) ha subido un 19,6% desde 2016 hasta agosto de este a?o, y alerta de que la falta de recursos en el servicio de protecci¨®n al menor impide que haya pol¨ªticas de acompa?amiento a las familias que permitir¨ªan evitar situaciones de desamparo. La S¨ªndica manda tambi¨¦n un aviso sobre la efectividad de ayudas p¨²blicas como la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa o las becas comedor: siete de cada diez ni?os pobres no reciben la primera, y la segunda no cubre ni la mitad del colectivo.

El aumento de las desigualdades tras la crisis financiera de 2008 no ha hecho m¨¢s que agravarse, especialmente tras la pandemia de coronavirus y ahora con la crisis energ¨¦tica y la inflaci¨®n desatada en parte por la guerra en Ucrania. El informe de la S¨ªndica de Greuges se?ala que el impacto en los menores de edad es importante. Lo muestran los principales indicadores con respecto a 2016: un 14,9% m¨¢s de menores en riesgo de pobreza; un 64,2% m¨¢s de menores de 16 a?os que sufren de privaciones materiales severas (123.000 ni?os que sufren los efectos derivados de que sus familias no puedan pagar el alquiler o los suministros, no puedan poner la calefacci¨®n o tengan que privarse de comprar carne o pescado); o un aumento del 3% de los usuarios de servicios sociales, la mayor¨ªa familias con menores a cargo.

Estos datos se trasladan al ¨¢mbito social, el educativo o el de la salud. De entrada, han aumentado los expedientes de la DGAIA (un 19,6% por riesgo grave y un 94,3% los menores que est¨¢n en estudio por situaci¨®n de desamparo), algo que se explica en buena parte por el aumento de la llegada de menores extranjeros no acompa?ados (973 a 2.948 hasta agosto). La S¨ªndica tambi¨¦n se?ala problemas estructurales del sistema de protecci¨®n a la infancia, y da como muestra de ello el hecho de que el 57% de los menores tutelados est¨¦n en centros residenciales, cuando deber¨ªa ser el ¨²ltimo recurso y se deber¨ªa priorizar la acogida en familias. El informe dice que, pese a que en cinco a?os el presupuesto a pol¨ªticas de infancia ha incrementado un 36%, la mayor¨ªa de los recursos se han destinado al ¨¢mbito educativo, de manera que los recursos no han llegado exclusivamente a los menores vulnerables. Seg¨²n la S¨ªndica, faltan recursos para acompa?ar a las familias: ¡°M¨¢s de 10.000 menores se encuentran en situaci¨®n de riesgo grave o en situaci¨®n de estudio, con la posibilidad de ser tutelados, y no siempre se trabaja suficientemente con las familias para evitar esta posibilidad¡±, asevera el informe.

Otro de los indicadores que m¨¢s ha crecido es el de las denuncias por violencia sexual con v¨ªctimas menores de edad, que ha incrementado un 51,3% en cinco a?os (hasta las 1.463 denuncias), mientras que las denuncias por violencia dom¨¦stica hacia los menores han subido de 1.827 a 1.977. En el ¨¢mbito de la salud, se ha doblado la probabilidad de que los menores sufran una enfermedad de salud mental, hasta el 9,4%. Tampoco ayudan las listas de espera en los servicios de salud: el pasado mes de septiembre hab¨ªa m¨¢s de 50.000 ni?os y adolescentes pendientes de consultas externas, m¨¢s de 4.500 pendientes de pruebas diagn¨®sticas y m¨¢s de 12.000 que esperaban intervenciones de ciruj¨ªa. Tambi¨¦n hay 57 ni?os pendientes de acceder a plazas en residencias para personas con discapacidad, y los centros de desarrollo infantil y atenci¨®n precoz (CDIAP) atienden al 11,1% de los menores de seis a?os, cuando los estudios indican que la prevalencia de problemas en esta etapa es del 20%. En el caso de los centros de salud mental para menores (CSMIJ), estos atienden al 5,4% pese a que la prevalencia de estos problemas est¨¢ sobre el 10%.

Ayudas ineficientes

La S¨ªndica celebra que en los ¨²ltimos cinco a?os haya aumentado la cobertura de las ayudas sociales, pero alerta de que no son suficientes. La Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa solo llega al 31,8% de los menores en situaci¨®n de pobreza. Si se cuentan los beneficiarios del Ingreso M¨ªnimo Vital, todav¨ªa queda m¨¢s de un tercio que no recibe ninguna de las dos prestaciones. El Servicio de Atenci¨®n Socioeducativa solo cubre el 14,4% de los menores pobres. Y las becas comedor solo llegan a poco m¨¢s de la mitad de los menores en situaci¨®n de riesgo de pobreza, en parte, se?ala el informe, porque la mayor¨ªa de institutos no cuentan con este servicio. Con todo ello, se?ala la S¨ªndica, las pol¨ªticas de transferencias sociales solo reducen el riesgo de pobreza infantil un 30,9%, mientras que la media europea es del 43,1%.

Aunque hay datos positivos, como que se ha reducido el abandono escololar en casi cuatro puntos en estos cinco a?os, hasta el 14,8%, quedan tareas pendientes, como el hecho de que m¨¢s de seis de cada diez menores no participan ni de extraescolares no deportivas ni de actividades durante el verano.

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