Trias, al rescate de la derecha nacionalista

L¨ªderes y portavoces de Junts pusieron el grito en el cielo cuando Pedro S¨¢nchez dijo a mediados de enero que ¡°el proc¨¨s ha muerto¡±. Era relevante que quien lo constatara fuera nada menos que el presidente del Gobierno espa?ol, pero la realidad es que la idea llevaba mucho tiempo instalada en la cotidianeidad pol¨ªtica catalana y espa?ola. Lo hab¨ªan reconocido ya simpatizantes y adversarios del soberanismo y analistas desprejuiciados, e incluso protagonistas de la ¡°d¨¦cada indepe¡± tan cualificados como el anterior secretario general de Junts, Jordi S¨¤nchez.

Esto no impidi¨® sin embargo que, entre grandes aspavientos, el n¨²cleo m¨¢s recalcitrante del independentismo unilateralista, con Carles Puigdemont y Laura Borr¨¤s a la cabeza, aseguraran que su lucha contin¨²a y seguir¨¢ sin descanso hasta la victoria final. Pero h¨¦te aqu¨ª que, semanas despu¨¦s, en el primer acto de precampa?a del candidato de Junts a la alcald¨ªa de Barcelona, Xavier Trias, hab¨ªa muchas senyeres cuatribarradas y ninguna estelada. Ninguna. O sea que, a la hora de la verdad, se acab¨® la broma.

Este fue un nuevo indicio de que la candidatura municipal de Xavier Trias es m¨¢s un intento de recomponer la derecha catalanista anta?o cobijada bajo las siglas de CiU que una batalla de Junts para alcanzar la alcald¨ªa de la capital catalana. Esa recomposici¨®n comenz¨® en el congreso de Junts de pasado verano, cuando se opt¨® por un programa abiertamente liberal, en detrimento de la ambig¨¹edad previa. La propuesta congresual de defender la supresi¨®n del impuesto de Sucesiones marc¨® el momento en que Junts se ofrec¨ªa a la derecha social y econ¨®mica para ser su partido. Como CiU lo hab¨ªa sido antes de la aventura independentista.

Trias exigi¨® y obtuvo de Junts tener manos libres en la confecci¨®n de su candidatura y su campa?a y desde entonces no ha desaprovechado ninguna ocasi¨®n para marcar ostentosamente distancias con los de Laura Borr¨¤s. Prefiri¨® irse a jugar al golf a Murcia antes que manifestarse en Montju?c ante S¨¢nchez y Emmanuel Macron. No estuvo tampoco con la direcci¨®n del partido apoyando a Borr¨¤s en el inicio del juicio al que esta se enfrenta en el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a.

En cambio, a quien s¨ª se ha visto junto a Trias en estos momentos iniciales de su precampa?a es al mism¨ªsimo Jordi Pujol, en una de esas apariciones que el fundador de CiU programa en busca de la rehabilitaci¨®n p¨²blica tras casi ocho a?os de ostracismo. Pese a la indignidad reca¨ªda sobre ¨¦l a partir de 2014, no hay nadie en el universo de la derecha catalana con mayor autoridad para decir quien es el heredero de CiU. Pujol ha se?alado a Trias y eso equivale para los dem¨¢s grupos y partidos del disperso postpujolismo a una orden de reagruparse en torno a ¨¦l.

Este es un aspecto esencial en la candidatura de Trias, por no decir que el principal. Porque sus posibilidades de ganar la alcald¨ªa son muy escasas, si no nulas. Hay cuatro candidatos con muy similares expectativas de voto y Trias es uno de ellos, pero la mayor¨ªa de izquierdas es una constante en todos los sondeos. Le cerrar¨¢n el paso. Sin embargo, lo que s¨ª est¨¢ a su alcance es dar a Junts el mejor de los resultados posibles en Barcelona, de manera que la derecha nacionalista se recomponga tras la dispersi¨®n sufrida desde la aciaga confesi¨®n de 2014 y el desvar¨ªo independentista. Ese es el objetivo posible.

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