Salvar los muebles
Nada ha da?ado ni ha debilitado m¨¢s a Catalu?a como el disparate protagonizado por los hijos y amigos pol¨ªticos de Jordi Pujol, a los que el ¡®expresident¡¯ no quiso o pudo moderar
Catalu?a est¨¢ viva. Lo est¨¢ ahora y lo estaba hace 10 a?os. Ahora que Jordi Pujol lo reconoce. Y hace 10 a?os cuando tem¨ªa por su extinci¨®n y con tal motivo apostaba con la boca peque?a por la independencia. Tambi¨¦n lleva raz¨®n en que est¨¢ viva pero disminuida. Nada la ha da?ado ni ha debilitado tanto sus fuerzas como el disparate protagonizado por sus hijos y amigos pol¨ªticos, a los que Pujol no quiso o pudo moderar.
Lo grave del caso es que Pujol lo sab¨ªa. Son un misterio las razones para tanta complicidad con una iniciativa que solo pod¨ªa terminar en derrota, en la divisi¨®n del pa¨ªs y en una p¨¦rdida de poder y de imagen en Espa?a y en el resto del mundo. No sabemos si se explicar¨¢ en alg¨²n momento. Es m¨¢s que dudoso. El expresidente es un maestro en el ocultamiento y la tergiversaci¨®n. Mucho relato, pero nulas explicaciones. Sus memorias dictadas son un ejemplo de fabricaci¨®n mitogr¨¢fica, en las que destaca m¨¢s lo que calla que lo que dice. La presentaci¨®n ahora de su libro juvenil permite conocer una de estas fabricaciones, gracias a los p¨¢rrafos entonces autocensurados por la inconveniencia pol¨ªtica de sus ideas demasiado conservadoras, tanto como para confundirse con ideas fascistas, seg¨²n su propia apreciaci¨®n.
Ahora est¨¢ fabricando y culminando el ¨²ltimo relato, el de la rehabilitaci¨®n, una fabricaci¨®n narrativa para recuperar el aprecio de los suyos y la permanencia de algo de su legado personal y del colectivo de su partido. Rinde un servicio a su familia, enredada en los procesos judiciales, y tambi¨¦n a sus antiguos camaradas.
Corrige as¨ª al anterior Pujol que ve¨ªa a Catalu?a en una encrucijada existencial, en la que deb¨ªa optar por la independencia ante el peligro de extinci¨®n. Es muy pertinente el reproche de Raimon Obiols a su catastrofismo en la revista Pol¨ªtica&Prosa (n¨²mero 48, octubre 2022), aunque tal actitud apocal¨ªptica no est¨¦ exenta de sospechas. No es incre¨ªble la teor¨ªa del chantaje para que se pronunciara contra la independencia a cambio de un trato ben¨¦volo por parte del Gobierno de Rajoy a sus corrupciones familiares.
Si existi¨®, fue una torpe maniobra, una m¨¢s de las muchas de Rajoy, que quiz¨¢s obtuvo lo contrario de lo que se propon¨ªa. Nada habr¨ªa conseguido Pujol con una llamada a la moderaci¨®n, ni cambiar el rumbo indepe ni obtener a cambio la garant¨ªa que necesitaba sobre los negocios familiares. Sabiendo que todo terminar¨ªa saliendo a la luz, si acaso se habr¨ªa despe?ado todav¨ªa m¨¢s en el desprestigio entre los suyos.
Ahora, gracias a la acci¨®n curativa del tiempo, las sucias maniobras de la Operaci¨®n Catalu?a y las ansias de supervivencia del espacio pujolista, el patriarca levanta cabeza de nuevo. Salvar su legado se antoja imposible con una Catalu?a dividida, un nacionalismo en guerra civil y un partido incendiado, pero se esfuerza, como Xavier Trias, en salvar los muebles.
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