El ¡®bullying¡¯ y la sociedad acosadora

Dos casos en los ¨²ltimos d¨ªas han centrado la atenci¨®n en el bullying, el acoso escolar. Han afectado gravemente a chicos y chicas de 12 y 15 a?os en Sallent y en La R¨¤pita. Por lo que sabemos, hasta ahora, desde las familias y por los testimonios dejados en los suicidios habr¨ªan sufrido acoso por diferentes motivos. Un acoso que no se habr¨ªa considerado suficientemente grave en los centros educativos como para activar los protocolos previstos en estos casos, aunque las familias y personas cercanas eran conscientes de ello.

Mertixell Plana, responsable de comunicaci¨®n de l¡¯Associaci¨® Catalana per a la Prevenci¨® de l¡¯Assetjament Escolar, afirmaba que en todas las escuelas hay bullying. Hablaba con esta rotundidad en El Suplement de Catalunya Radio y a?ad¨ªa: ¡°Los compa?eros siempre saben que alguna persona est¨¢ pringando¡±. Demasiadas personas deb¨ªan saber lo que estaba pasando y ahora es tarde para lamentaciones y muestras de solidaridad.

Convendr¨ªa preguntarse qu¨¦ explica que no se reaccionara en estos casos u en otros similares. El acoso no es un insulto o una pelea puntual, es una pr¨¢ctica constante en la que se ejerce alg¨²n tipo de violencia, no hace falta que sea f¨ªsica, contra una persona. Esa violencia es evidente para las personas que conviven con ella. M¨¢s all¨¢ de lo que ocurre en los centros educativos y las familias, y de todo el trabajo que se debe hacer en su interior y en su entorno inmediato, convendr¨ªa pensar en como nuestras sociedades son acosadoras.

Nuestra sociedad ha naturalizado el acoso, las diferentes formas de acoso, durante demasiado tiempo. Tal vez deber¨ªamos decir que nuestra sociedad se fundamenta en el acoso. En los ¨²ltimos a?os, gracias a la reivindicaci¨®n y el activismo, se est¨¢ consiguiendo poner un foco de nuestra atenci¨®n en el mobbing laboral, el acoso sexual, las pr¨¢cticas homof¨®bicas, transf¨®bicas, aporof¨®bicas¡­ Se est¨¢n identificando estos tipos de acosos, de violencias, y se intenta revertirlos.

El acoso surge de una supuesta superioridad que supuestamente legitima que alguien pueda abusar, violentar, otras personas que tienen alguna caracter¨ªstica que supuestamente las hace inferiores y supuestamente merecedoras de ese acoso. Se acosa a alguien por sus ideas, por su g¨¦nero, por su cuerpo, por su condici¨®n social, por sus enfermedades, por su diversidad¡­ Lo podemos ver cotidianamente en los medios de comunicaci¨®n y en las redes sociales. Lo podemos ver cotidianamente tambi¨¦n en la pr¨¢ctica pol¨ªtica, en el Parlament, en el Congreso de los Diputados, en plenos municipales, en art¨ªculos de opini¨®n, en diferentes tipos de intervenciones p¨²blicas¡­

Los chicos y chicas que sufren bullying son v¨ªctimas, pero no podemos dejar de ver a las personas acosadoras como v¨ªctimas tambi¨¦n. Cuando chicos o chicas de 12 a?os acosan con pr¨¢cticas violentas basadas en la transfobia, en la pobreza, en la manera de hablar, en una enfermedad, o en cualquier otra caracter¨ªstica, necesitamos pensar en c¨®mo han crecido en una sociedad que les ha llevado a pensar que una persona con estas caracter¨ªsticas merece ser agredida.

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