Manel no se separan, se toman un tiempo para pensar

¡°Estamos sorprendidos, a partir de un rumor que se ha ido extendiendo no paramos de desmentir la separaci¨®n del grupo¡±, dice Gerardo Sanz, director de Fina Estampa, la agencia de representaci¨®n de Manel desde el inicio de su carrera. Y su carrera va a seguir, de eso no hay duda. Que nadie tiemble, que nadie llore, no son necesarias piezas eleg¨ªacas para hablar de uno de los mejores grupos de pop que ha dado recientemente la m¨²sica local, tan importante que un rumor se convierte en materia de conversaci¨®n y de las m¨¢s originales teor¨ªas.

Lo cierto es que Manel concluy¨® en noviembre la gira de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Per la bona gent, y ahora se aprestan a descansar durante unos meses antes de abordar la preparaci¨®n de su pr¨®ximo disco. El hecho diferencial en esta ocasi¨®n, tal y como apunta Gerardo Sanz, es que ¡°el grupo va a tomarse con mucha calma la preparaci¨®n de un nuevo ¨¢lbum¡±, algo que en principio parece bastante normal dado que a partir de ahora el grupo se adentra en la madurez, tanto de art¨ªstica como personal de sus componentes como en la trayectoria de la propia formaci¨®n.

Si hay algo que ha distinguido al cuarteto de Barcelona de casi todo el mundo ha sido su capacidad para sorprender, quiz¨¢s incluso a ellos mismos. Nacidos como un grupo folk con ukelele, la desaparici¨®n de este instrumento a partir de su debut, 15 a?os ya, fue como cuando el S¨®nar elimin¨® a las primeras de cambio el chill-out como concepto de su vocabulario. Si se tiene respeto por la vigencia de una propuesta, nada mejor que alejarla de los lugares comunes y de lo previsible.

Eliminado el ukelele, los Manel continuaron con el registro literario de sus composiciones, historias narradas con todo lujo de detalles en una prosa que se derrama en sus canciones exigiendo ser atendida. Pero es que adem¨¢s, el grupo ha ido sorprendiendo en cada disco, incluyendo nuevas sonoridades que concluyeron con la electr¨®nica en su ¨²ltimo trabajo. Del folk a la electr¨®nica contando historias.

No es pues de extra?ar que el grupo se tome con calma un pr¨®ximo disco que puede pautar el rumbo del siguiente tramo de su carrera. En un reciente encuentro fortuito en el metro con Guillem Gisbert, cantante del grupo, este reconoci¨® informalmente que mantener la creatividad a partir de los cuarenta puede ser m¨¢s complicado que cuando comienzas. Cierto, entonces las ideas brotan como el agua que en ese momento no se alcanza a vislumbrar si pueden acabar llenando el taz¨®n.

Considerando que el grupo tiene mucho respeto por su p¨²blico y quiz¨¢s a¨²n m¨¢s por s¨ª mismo, no es de sorprendente que se tome su tiempo antes de entrar en la rueda de las exigencias industriales que, por otra parte, ellos han modulado a su antojo, empleando entre dos y tres a?os en editar sus discos. Esta vez puede que sea m¨¢s, pero es que Manel ya no lo forman unos veintea?eros que empezaron a hacer m¨²sica con la intenci¨®n de no repetirse. Lo han logrado de tal manera que hasta pararse a pensar es temido como augurio de su separaci¨®n.

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