La medida contra la segregaci¨®n escolar que no gusta a las familias catalanas
La reserva de plazas para alumnos vulnerables, junto a la reducci¨®n de las ratios, reduce las posibilidades de matricularse en el colegio p¨²blico deseado
El proceso acostumbra a repetirse cada a?o: familias estresadas por la elecci¨®n de escuela o instituto, y tras la preinscripci¨®n y la publicaci¨®n de la lista de alumnos admitidos, empiezan las reclamaciones. Pero el curso pasado, en Catalu?a, se a?adi¨® un nuevo tipo de quejas: la falta de plazas en la escuela p¨²blica deseada, debido a la reducci¨®n de ratios ¡ªde 25 a 20¡ª en Infantil3 y a la reserva de plazas para alumnos con necesidades especiales (NESE). ¡°Las familias tienen miedo porque ven que hay menos plazas p¨²blicas y menos posibilidades de acceder a una p¨²blica, y en cambio hay mucha oferta en la concertada¡±, apunta Lid¨®n Gasull, directora de Affac, la federaci¨®n de asociaciones de familias.
La reserva de plazas es una de las medidas principales recogidas por el Pacto contra la Segregaci¨®n Escolar, rubricado en 2019, con el objetivo de acabar con las escuelas gueto. En concreto, se trata de destinar un n¨²mero determinado de plazas para los alumnos en situaci¨®n de vulnerabilidad socioecon¨®mica. As¨ª, la Administraci¨®n designa ¡ªcon previo acuerdo con la familia, si se puede¡ª la escuela donde ser¨¢ matriculado el ni?o, de manera que te¨®ricamente se reparten estos alumnos de forma equitativa entre los diferentes centros, evitando que se concentren en uno o varios concretos. El prop¨®sito final es lograr que cada escuela sea un reflejo de la composici¨®n social del barrio en que se encuentra.
La resoluci¨®n del Departamento de Educaci¨®n que establece las normas de preinscripci¨®n fija, con car¨¢cter general, esta reserva en tres para la etapa de Infantil3 (I3): una para alumnos con alguna discapacidad y dos para los que se encuentran en riesgo de pobreza. Pero la cifra, al final, puede variar seg¨²n el barrio o el municipio y cada Ayuntamiento la fija seg¨²n su realidad. Barcelona es un buen reflejo de esta disparidad y el n¨²mero de plazas reservadas oscila desde las 2 o 3 hasta las 11 en un solo grupo de I3, dependiendo de la zona donde se encuentre la escuela.
El motivo de las quejas de las familias radica en que desde el curso pasado hay menos vacantes: ya no se parte de 25 plazas, sino de 20 en la mayor¨ªa de los casos (el 91%), una cifra a la que hay que restar las reservadas para alumnos con necesidades especiales y para los hermanos de alumnos actuales. Ello gener¨® hace un a?o mucho revuelo porque Educaci¨®n tard¨® en identificar y cuantificar los alumnos NESE, y lo hizo una vez iniciado el proceso de preinscripci¨®n. Entonces, se detectaron 20.851, lo que supon¨ªa un 18% de los alumnos. El problema es que Educaci¨®n previ¨® una reserva para el 10%, as¨ª que tuvo que ampliar el volumen de plazas guardadas y familias que ya pensaban que ten¨ªan plaza adjudicada en la escuela deseada y al final no pudieron contar con ella.
Desde el Consorcio de Educaci¨®n de Barcelona admiten un aumento de quejas de las familias por esta mengua de vacantes. ¡°Ha cambiado el panorama. Aquellos centros m¨¢s demandados han entrado en tensi¨®n porque hasta ahora apenas matriculaban a alumnos vulnerables, y las familias ordinarias han notado que las probabilidades para entrar en la escuela deseada han bajado¡±. Y as¨ª lo reflejan las cifras: el curso actual el 91,6% de las familias de Infantil3 entr¨® en el centro marcado como primera opci¨®n, cuando el a?o anterior fue el 94,7%. Y en 1? de ESO tambi¨¦n baj¨® del 91,6% al 89,8%.
Pero tambi¨¦n surgieron otro tipo de quejas, ya que algunas de las familias fueron derivadas a centros concertados. ¡°Posiblemente esas familias quieren una p¨²blica y no una concertada, seguramente religiosa, y donde les hagan pagar alg¨²n tipo de cuota¡±, apunta Gasull. Desde la Affac critican que la reducci¨®n de las ratios no afecte por igual a la concertada. ¡°Tenemos menos plazas p¨²blicas, pero una sobreoferta en la concertada, y eso lo que hace es debilitar a la p¨²blica¡±, a?ade. Y es que, seg¨²n datos de Educaci¨®n, mientras el 91% de grupos de las escuelas p¨²blicas parten con ratio 20, en la concertada solo lo har¨¢n en el 51% de los casos.
De esta forma, los centros privados subvencionados ofrecen m¨¢s plazas, y a la vez, m¨¢s seguridad a las familias de que no deber¨¢n sufrir tanto para lograr matricular a su hijo. Ello lo saben bien familias de zonas donde la oferta p¨²blica se queda corta, como en algunos barrios de Badalona. El a?o pasado un conjunto de familias se uni¨® en la plataforma Familias sin plaza en Badalona para reclamar m¨¢s plazas p¨²blicas. ¡°Las familias no inscriben a sus hijos donde quieren, sino donde tienen m¨¢s posibilidades de entrar, y por eso muchas acaban optando por una concertada¡±, comenta Rafa Segovia, miembro de la plataforma.
¡°La reserva de plazas limita el derecho de elecci¨®n, porque a veces las familias vulnerables quieren ir a la escuela m¨¢s cercana, pero no les dejan y les obligan a ir a otra. El problema es que estas familias no se quejan porque no tienen voz¡±, lamentan desde La Pepeta, la plataforma que agrupa las asociaciones de familias de Terrassa, una de las ciudades con m¨¢s segregaci¨®n escolar y que, junto a Barcelona, fue pionera en la aplicaci¨®n de la reserva de plazas.
Las que s¨ª protestan son aquellas con m¨¢s capacidad de organizaci¨®n. Este lunes se acaba el periodo de presentaci¨®n de solicitudes, pero cuando se publiquen la lista de admitidos en mayo, se espera que las quejas se reproduzcan. Y es que ni medidas con intencionalidad bondadosa, como acabar con la lacra de la segregaci¨®n escolar, ha logrado apaciguar los procesos de inscripci¨®n. ¡°Todo el mundo quiere dar la mejor educaci¨®n a sus hijos y no quiere ir a una escuela segregada. Las pol¨ªticas en contra de la segregaci¨®n se entienden, pero cuando le tocan a uno y supone que su hijo puede quedarse sin plaza, entonces la cosa cambia. No se est¨¢ consiguiendo que las familias acepten ir a algunos centros estigmatizados. Esto no se arregla a parches. Y la reserva de plazas son un parche m¨¢s en el sistema¡±, zanjan desde La Pepeta.
Menos institutos adscritos
Un grupo de familias del barrio del Poblenou vive su propio calvario, pero para acceder al instituto. El Consorcio de Educaci¨®n de Barcelona est¨¢ reorganizando la relaci¨®n entre institutos adscritos a escuelas, hecho que ha comportado que estas familias solo puedan elegir entre dos centros de secundaria, cuando hasta hace poco ten¨ªan cinco. ¡°Ninguno de los dos nos gusta, uno es de educaci¨®n libre y el otro es muy convencional. Pero entonces fuimos a mirar a los concertados y resulta que no hay plazas porque casi todas est¨¢n reservadas para alumnos vulnerables¡±, se queja un padre. Las familias piden m¨¢s institutos p¨²blicos para elegir, y a la vez critican los efectos por las pol¨ªticas contra la segregaci¨®n escolar. ¡°Nos parecen muy bien estas pol¨ªticas, pero yo tambi¨¦n tengo derecho a elegir el centro de mi hija. Y si quiero ir a un concertado, no me pueden obligar a ir a uno p¨²blico¡±.
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