Borr¨¤s, un peso muerto en la mochila de Trias
El alcaldable de Barcelona va a tener que afrontar probablemente la campa?a electoral con el negacionismo y el ¡°ruido¡± de la l¨ªder de Junts contra su condena
El candidato de Junts a la alcald¨ªa de Barcelona, Xavier Trias, lanz¨® en las semanas anteriores al juicio de Laura Borr¨¤s inequ¨ªvocas se?ales de distanciamiento respecto de la que sigue siendo la presidenta del partido independentista. Ha creado incluso la marca personal Trias per Barcelona para concurrir a las elecciones municipales del 28 de mayo. Prodiga gui?os que inducen a sus potenciales electores a identificarle como representativo del universo de CiU, pero, al mismo tiempo, se desentiende de las diversas siglas en las que se han refugiado los expujolistas.
Trias huye del estigma que arrastran los partidos vinculados con CiU y el pujolismo, pero busca a sus votantes de anta?o. Ni PDeCat, ni Junts. Ni Uni¨® Democr¨¤tica ni Converg¨¨ncia, pero s¨ª Jordi Pujol y Joana Ortega, la que fue mano derecha de Josep Antoni Duran Lleida. Es un equilibrio dif¨ªcil, re?ido con la pol¨ªtica de brocha gorda, de patriotas y traidores, que caracteriza el hacer de Borr¨¤s. Pues bien, sobre este ejercicio de sutileza al que se ha entregado Xavier Trias, ha ca¨ªdo ahora con estr¨¦pito la reacci¨®n de Laura Borr¨¤s a la condena judicial por prevaricaci¨®n y falsedad documental dictada contra ella la semana pasada.
Borr¨¤s se ha refugiado en la descalificaci¨®n del sistema judicial, sigue consider¨¢ndose v¨ªctima de una persecuci¨®n pol¨ªtica y contin¨²a instalada para su causa personal en el mismo resistencialismo irreductible con el que su partido proclama su fe en la victoria de la causa independentista. Como si nada hubiera pasado desde el oto?o de 2017. Como si el falseamiento de contratos administrativos fuera cosa legal. Como si fuera lo m¨¢s habitual.
No son desde luego las posiciones ni las actitudes que Trias anda buscando para impulsar su candidatura a la alcald¨ªa de Barcelona. Borr¨¤s representa como pocos la etapa pol¨ªtica que quieren dejar atr¨¢s quienes aspiran a recomponer el centro derecha catalanista. Se alza como obst¨¢culo para la rearticulaci¨®n de esta franja electoral. La perspectiva inmediata es, adem¨¢s, la del empecinamiento y, por lo tanto, trae a Trias la mala noticia de que este ruido va probablemente a acompa?arle durante toda la campa?a electoral.
Borr¨¤s ha dicho que no se apartar¨¢ voluntariamente de la presidencia del Parlament. Su partido parece decidido a mantenerla como l¨ªder de la organizaci¨®n. Puede que en las pr¨®ximas semanas se alcen m¨¢s voces en las propias filas de Junts llamando al realismo, a un cambio de orientaci¨®n en este conflicto. Ya han surgido algunas. Si nadie en su entorno lo remedia, esta ser¨¢ la m¨²sica de fondo que sonar¨¢ en la campa?a de Trias hasta finales de mayo.
Lo que el negacionismo de Borr¨¤s mantiene vivo en estos momentos no es solo el recuerdo del fracaso de octubre de 2017 y sus secuelas. Su condena por prevaricaci¨®n y falsedad documental trae tambi¨¦n el aroma del otro gran motivo del estallido de CiU: las causas penales por distintas formas de corrupci¨®n que obligaron al cierre de los dos partidos de la coalici¨®n creada por Pujol. El caso Palau, el caso 3%, el caso de la ITV, la fortuna en Andorra, etc¨¦tera¡ todo eso es lo que viene a la memoria y se actualiza cuando se agita el caso Borr¨¤s y cuando su protagonista persiste en calificarlo como persecuci¨®n pol¨ªtica. Mala pieza para un Trias que fue tambi¨¦n coprotagonista de aquel pasado mejor para ellos que fue el pujolismo.
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