El PP se enreda en los pactos con Vox
La gesti¨®n de los pactos con Vox ha sido mucho peor de lo que el PP pod¨ªa temer, con bandazos y contradicciones manifiestas
![El presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, este s¨¢bado durante la clausura de un acto sectorial en Gimenells (Lleida) sobre sistema agroalimentario y mundo rural.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YJOVERJITZHM7AIDHI26EZGQ64.jpg?auth=28cae94a35636774d87cb49ce6f0999f1d7794a2e89548ebe99c878a6e1430ac&width=414)
En apenas cinco semanas el PP ha dilapidado sus mejores bazas para la campa?a electoral. Hab¨ªa logrado convertir las municipales y auton¨®micas del 28M en un plebiscito contra S¨¢nchez y el vuelco institucional logrado le situaba en una posici¨®n muy ventajosa para encarar la batalla por las generales. Le bastaba con alimentar la imagen de caballo ganador e insistir en la estrategia del antisanchismo, el comod¨ªn al que la derecha recurre para desgastar a los gobiernos socialistas cuando no puede criticar sus pol¨ªticas. Lo ¨²nico que ten¨ªa que hacer era no cometer errores. Pero el PP se ha enredado de tal manera en sus pactos con Vox que lo que parec¨ªa una victoria segura se est¨¢ desinflando.
Con el adelanto electoral S¨¢nchez tom¨® la iniciativa y ya no la ha soltado. Su contraofensiva se basa en dos elementos: movilizar al electorado progresista ante la amenaza de un retroceso y pinchar la burbuja del antisanchismo. Muchos analistas dudaron de que la estrategia del miedo pudiera funcionar. No era la primera vez que los socialistas la utilizaban -recuerden aquel ¡°si tu no vas, ellos vuelven¡±- y el PP parec¨ªa inmune a cualquier desgaste. Pero esta vez, la idea de ¡°que viene el lobo¡± funciona porque ya hay ovejas muertas y todos los progresistas han podido verlas. Nunca hab¨ªan llegado a las instituciones tantos personajes exc¨¦ntricos dispuestos a aplicar una agenda retr¨®grada que incluye la defensa del machismo, las corridas de toros o la caza, suprimir los carriles bici o negar el cambio clim¨¢tico, con acuerdos como el firmado por Mar¨ªa Guardiola con Vox para eliminar ¡°cualquier traba burocr¨¢tica en materia clim¨¢tica que afecte a la prosperidad o la libertad de los extreme?os¡±.
La gesti¨®n de los pactos con Vox ha sido mucho peor de lo que el PP pod¨ªa temer, con bandazos y contradicciones manifiestas, como cuando Maria Guardiola argumentaba, para justificar su cambio de posici¨®n, que ¡°mi palabra no es tan importante como el futuro de los extreme?os¡± mientras en otro lugar Feij¨®o aseguraba que ¡°sin palabra no hay pol¨ªtica¡±. El l¨ªder del PP aparece como alguien err¨¢tico y sin autoridad.
Mientras tanto S¨¢nchez se ha lanzado a los plat¨®s a pinchar la burbuja del antisanchismo y lo ha hecho con notable ¨¦xito. Cuenta con la impagable ayuda de Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero, que exhibe un talante y una libertad envidiables. El primer objetivo era frenar la hemorragia de votantes socialistas que, molestos por las concesiones a los independentistas o la radicalidad de las pol¨ªticas feministas, estaban dispuestos a apoyar al PP. El boquete, que en algunas encuestas lleg¨® a ser del 12% de los antiguos votantes, parece taponado. Vistos los pactos del PP con Vox, a esos socialistas moderados Bildu o ERC les deben parecer ahora mucho menos irritantes.
El segundo objetivo es movilizar a los espa?oles de izquierda desmoralizados que en las municipales se quedaron en casa y ya han podido comprobar las consecuencias de su inhibici¨®n. El relato de la Espa?a que se hunde hace aguas. Los datos de la inflaci¨®n, de crecimiento del PIB y el concierto social lo desmienten. Se est¨¢ produciendo una inflexi¨®n y valdr¨ªa la pena que el PSOE y Sumar unieran esfuerzos para articular un discurso en positivo capaz de imponerse al relato catastrofista del poder medi¨¢tico af¨ªn al PP.
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