Residencias y familias apremian al Govern a actualizar el protocolo contra la covid tras el fin de las mascarillas
Los expertos lamentan la tardanza de la retirada del cubrebocas: ¡°Hemos visto un impacto negativo bestial en la salud socio-afectiva de los ancianos con demencia¡±
Ni los m¨¢s prudentes muestran recelos. El fin de las mascarillas en los espacios sanitarios y sociosanitarios aprobado este martes por el Consejo de Ministros ha conseguido el aval de todo el sector de las residencias catalanas y abre una nueva etapa. Ni profesionales ni familiares deber¨¢n utilizar el cubrebocas tras su publicaci¨®n en el BOE (previsiblemente el mi¨¦rcoles o el jueves) tras m¨¢s de tres a?os con ¨¦l. Los expertos celebran los beneficios socio-afectivos de la medida para los usuarios pero alertan que quedan deberes pendientes: los centros y las entidades apremian al Departamento de Salud a actualizar y revisar el actual protocolo de contenci¨®n de la covid, vigente desde junio de 2022, para consolidar la normalidad residencial. La Generalitat admite que estudia los nuevos marcos normativos, pero no pone plazos para su ejecuci¨®n hasta no conocer la regulaci¨®n oficial definitiva.
El sector plantea cambios en cuatro aspectos principales, entre otros: Las bajas laborales de los profesionales contagiados, la adaptaci¨®n del centro en caso de un brote, el uso de la propia mascarilla en determinadas situaciones y los horarios de visitas de los familiares.
¡°Nuestro tal¨®n de Aquiles ha sido el absentismo laboral¡±, lamenta Andr¨¦s Rueda, presidente de la Asociaci¨®n de directores de centros y servicios de atenci¨®n a la dependencia gerontol¨®gica (Ascad). El protocolo actual obliga a los profesionales a quedarse en casa en caso de dar positivo incluso en los asintom¨¢ticos. En un sector en permanente dificultad para conseguir el equilibrio entre el rendimiento econ¨®mico y la garant¨ªa sanitaria, cada baja laboral es un galimat¨ªas para las empresas. ¡°Los equipos est¨¢n muy sobrecargados y ello conlleva a una disminuci¨®n de los ratios. Se le ha dado la baja a un personal que estaba en condiciones perfectas que pod¨ªan trabajar con mascarilla¡±, insiste Rueda. En verano, la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s complicada por la marcha de muchos profesionales a hospitales por sus mejores condiciones econ¨®micas.
Las residencias plantean ahora c¨®mo afrontar la covid, una vez el Gobierno ha oficializado el fin de la emergencia sanitaria. Hasta ahora los centros ten¨ªan que sectorizar espacios solo para los positivos, requisito que chocaba con las limitaciones de aquellos hogares de ancianos m¨¢s peque?os. ¡°Actualmente estas sectorizaciones no tienen el sentido de antes y conllevan m¨¢s cosas negativas por el aspecto emocional que beneficios sanitarios¡±, analiza David Curto, vocal de residencias de la Sociedad Catalana de Geriatr¨ªa, de la Acad¨¨mia de Ciencias M¨¦dicas de Catalu?a. Rueda pide que en el futuro ¡°la autoridad sanitaria del centro o de los ambulatorios¡± establezca las medidas de aislamiento necesarias, sin que los nuevos protocolos sean generalizados sin tener en cuenta el espacio global. ¡°No todos los centros pueden ofrecer lo mismo¡±, defiende.
La duda de las familias es si el fin de las mascarillas ser¨¢ tambi¨¦n el fin de las restricciones en las visitas. ¡°Muchas residencias siguen pidiendo hora para ir a ver un familiar¡±, se?ala Lola Mu?oz, impulsora de la asociaci¨®n Els Estels Silenciats, de defensa de los derechos y la dignidad de los usuarios. Los profesionales han justificado hasta ahora que la falta de manos ha obligado a optimizar los recursos con una organizaci¨®n horaria, pero los usuarios consideran que las residencias han aprovechado la pandemia para dificultar las visitas. ¡°Nuestras visitas son la garant¨ªa de saber que los ancianos comen como deben y que el producto es adecuado porque muchas veces los catering son vergonzosos¡±, insiste Mu?oz. Curto defiende la necesidad de facilitar las visitas, pero admite que en las comidas se puede juntar mucha gente en espacios reducidos. ¡°Lo que no podemos olvidar es que las residencias son las casas de los ancianos¡±, remarca.
La sensaci¨®n de satisfacci¨®n colectiva tiene un pero. La decisi¨®n del Gobierno llega demasiado tarde, seg¨²n los expertos. ¡°El impacto de la mascarilla en personas con un deterioro cognitivo ha sido brutal¡±, avisa Toni Andreu, director de estrategia de la Asociaci¨®n catalana de recursos asistenciales (Acra). A lo largo del ¨²ltimo a?o, con los ¨ªndices de contagio por los suelos, el cubrebocas ha seguido siendo una barrera insalvable para aquella comunicaci¨®n no verbal entre los ancianos y sus cuidadores. ¡°Y muchas veces una sonrisa o la propia fisonom¨ªa de los auxiliares es el punto de referencia con lo que te conecta con el mundo¡±, remarca Andreu. Este m¨¦dico y geront¨®logo asegura que a medidas que se realicen estudios cient¨ªficos de c¨®mo se ha acelerado el deterioro cognitivo durante la pandemia ¡°lo podremos cuantificar¡±, pero su percepci¨®n, dice, es que ha habido ¡°un impacto negativo con m¨¢s procesos de descompensaci¨®n¡±. El tiempo dir¨¢ el impacto real tras un an¨¢lisis riguroso.
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