?Seguir¨¢ Junts el camino de la CUP?

La s¨ªntesis del panorama pol¨ªtico catal¨¢n tras el ciclo de las elecciones generales del domingo pasado y las locales del 28 de mayo es que el PSC vuelve por sus fueros, como sol¨ªa en todas las elecciones municipales y legislativas. Aunque forzoso es se?alar tambi¨¦n como dato relevante que esta vez no lo hace en re?ida competencia con la potente CiU de antes de 2012 sino ante una derecha catalana muy debilitada por la aventura independentista, un soberanismo en retirada general precisamente por el fracaso de esta aventura, y una derecha espa?olista cada vez m¨¢s exc¨¦ntrica.

Ocurre, sin embargo, que la inesperada y azarosa realineaci¨®n parlamentaria de los grupos pol¨ªticos ha dejado en las manos de Carles Puigdemont y sus 7 diputados de Junts nada menos que la llave de la investidura del socialista Pedro S¨¢nchez como presidente del Gobierno para una nueva legislatura. Siete diputados sobre 350 pueden parecer pocos. Pero la verdad es que, ahora mismo, tienen mucha fuerza. Importan mucho. Con estos siete esca?os a Junts le ha ca¨ªdo en las manos la gran baza pol¨ªtica que en 2019 tuvo ERC con 13, y que tanto juego le ha dado.

As¨ª que Catalu?a recupera el escenario partidista previo al ciclo independentista iniciado en 2012. Una de sus caracter¨ªsticas es la centralidad de un partido socialista fuerte, con tres victorias consecutivas: primera fuerza en las ¨²ltimas elecciones al Parlament, ganador en las ¨²ltimas municipales y, ahora, gran vencedor en las legislativas. Su l¨ªder, Salvador Illa, puede plantearse en ¨®ptimas condiciones el pr¨®ximo envite, la batalla por la presidencia de la Generalitat.

En esa batalla cuenta adem¨¢s con otros dos elementos favorables. Uno es que la segunda fuerza del escenario catal¨¢n es Sumar, en¨¦sima reformulaci¨®n del viejo espacio pol¨ªtico a la izquierda de la socialdemocracia; y la tercera es ERC. El otro es que las derechas quedan atr¨¢s, muy mermadas. Catalu?a ha enviado al Congreso, en conjunto, 33 diputados de izquierdas y solo 15 de derechas. Las tres izquierdas han recibido el 61,68% de los votos (34,49% del PSC, 14,03% de Sumar, 13,16% de ERC), mientras las derechas sumaban solo el 32,26%. (13,34% del PP, 11,16 de Junts, 7,76% de Vox). Dos de cada tres votantes catalanes prefirieron las izquierdas.

Desde la noche del domingo, sin embargo, la gran pregunta en Catalu?a es esta: ?Pueden permitirse Carles Puigdemont y Junts no facilitar una nueva investidura de Pedro S¨¢nchez? Responderla ahora es prematuro. Pero todos los actores pol¨ªticos saben que esa oportunidad es la de las grandes ocasiones. Dejarla pasar sin intentar que produzca una gran negociaci¨®n, o conduzca a ella, ser¨ªa una insensatez irresponsable que, entre otras cosas, dejar¨ªa a Junts fuera de la centralidad pol¨ªtica en este nuevo escenario en el que, como indica la recuperaci¨®n del PSC, las aguas est¨¢n volviendo a su cauce. En el 32,26% de votos conseguido por las derechas en Catalu?a el domingo pasado, el de Junts ni siquiera es el paquete m¨¢s grande. Lo es el del PP. O sea que, o Junts aprovecha esa inesperada oportunidad, o se instala en la adolescencia pol¨ªtica y sigue el camino de la CUP. El que, tarde o temprano, lleva a cero diputados.

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