Cine Ic¨¤ria, ¨²ltima sesi¨®n agridulce por el fen¨®meno ¡®Barbieheimer¡¯
Las salas de la Vila Ol¨ªmpica de Barcelona cierran este jueves tras 27 a?os como referentes de las pel¨ªculas en versi¨®n original
Las despedidas suelen ser tristes, alica¨ªdas, desmoralizadoras, pero las ¨²ltimas sesiones del cine Ic¨¤ria de Barcelona este jueves no han sido exactamente as¨ª. M¨¢s bien ha sido un adi¨®s agridulce gracias al fen¨®meno llamado ¡®Barbieheimer¡¯, que ha llevado los mejores datos de asistencia al cine desde antes de la pandemia en toda Espa?a. Hac¨ªa a?os que no se ve¨ªan las colas de esta ¨²ltima semana en el Ic¨¤ria, para comprar entradas, para conseguir una raci¨®n de palomitas y para hacerse fotos en el photocall de la pel¨ªcula Barbie. Empujados por los fen¨®menos de los estrenos de la pel¨ªcula de la mu?eca m¨¢s amada y odiada de todos los tiempos y de Oppenheimer, el biopic sobre el padre de la bomba at¨®mica, los espectadores han acudido en masa a despedirse de la m¨ªtica sala de la Vila Ol¨ªmpica, lugar de referencia para ver pel¨ªculas en versi¨®n original.
La empresa Yelmo no ha querido hacer nada especial antes del the end final para estas quince salas, situadas en El Centre de la Vila, un centro comercial que hace a?os que est¨¢ de capa ca¨ªda en el barrio que un d¨ªa acogi¨® a los atletas de las Olimpiadas. Pero la avalancha de espectadores ha sido brutal desde el jueves pasado, comentaba una trabajadora mientras comprobaba las entradas, con una largu¨ªsima cola a un lado para comprar bebidas y comida en el bar, y una segunda al otro lado para todos aquellos que quer¨ªan hacerse un retrato dentro de una caja de Barbie.
En esta estaban las hermanas Melina y Leila Mc Donagh, que ataviadas de rosa de los pies a la cabeza, esperaban su turno. Argentinas residentes en la ciudad, han contado que este era su cine habitual y al enterarse del cierre no han querido fallar y ver aqu¨ª la taquillera pel¨ªcula. En la cola del bar, Xavi Pastor contaba apenado que era su cine de referencia, donde practicaba ingl¨¦s. Estaba esperando a su pareja y ver¨ªan Oppenheimer para despu¨¦s cenar en el japon¨¦s del centro comercial. As¨ª era su rutina habitual que este jueves hicieron por ¨²ltima vez. Mireia Mas, vecina de la zona, acud¨ªa tambi¨¦n a ver Oppenheimer sabiendo que el cine iba a cerrar. Aunque reconoc¨ªa que no iba mucho al cine, s¨ª que cont¨® que cuando lo hac¨ªa escog¨ªa salas en versi¨®n original.
Las despedidas se han sucedido toda la semana. Anna Oms, vecina del barrio que ten¨ªa este cine como habitual, fue el domingo a ver Barbie con su hija Mila. Les llamaba la pel¨ªcula, pero tambi¨¦n quer¨ªan despedirse. Adem¨¢s de lamentar la p¨¦rdida del cine, tambi¨¦n se mostraba preocupada por la situaci¨®n en que quedar¨¢ el centro comercial, donde la mayor¨ªa de las tiendas est¨¢n cerradas, solo funcionan bien el supermercado, la farmacia, la ¨®ptica y poco m¨¢s. El cine era la excusa para ir a los restaurantes, como Ugarit. Una camarera explicaba que esta semana han trabajado mucho pero dudaba de como seguir¨ªa los pr¨®ximos d¨ªas sin cine.
Uno de los cineastas catalanes con m¨¢s proyecci¨®n internacional tambi¨¦n se despidi¨® esta semana del Ic¨¤ria. Juan Antonio Bayona quiso dejar su agradecimiento en Instagram con un post de su ¨²ltima sesi¨®n en qu¨¦ lamentaba la p¨¦rdida de este lugar de referencia para los cin¨¦filos. Tambi¨¦n recordaba que en su festival Curt Ficcions fue donde gan¨® uno de sus primeros premios por el corto ¡®Mis vacaciones¡¯. Muchas historias personales se van con este cine, por donde han pasado unos 12 millones de espectadores que han visto m¨¢s de 5.000 estrenos. 27 a?os son muchos.
La quincena de trabajadores de este centro ser¨¢n recolocados en otros cines de la cadena Yelmo, que gestiona varias salas, la m¨¢s reciente la de La Maquinista. Precisamente, Eric Blanch, director de los cines Icaria, ha contado que el cierre se debe al fin del contrato de alquiler. ¡°El centro comercial ya no cuenta con los cines¡±, ha afirmado. No se conocen por ahora las intenciones de la empresa gestora, Mercasa ( que en su accionariado tiene la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n, a trav¨¦s del Fondo Espa?ol de Garant¨ªa Agraria) con estas instalaciones.
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