ERC, tras el ¨®rdago del PNV

Las elecciones vascas y la irrupci¨®n de elementos de calado por parte del PNV para negociar la investidura de Pedro S¨¢nchez marcaron la intervenci¨®n del pasado martes del presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s. Hasta ahora, Esquerra hac¨ªa gala de pragmatismo, siempre mirando de reojo las propuestas maximalistas de Junts per Catalunya. Mesa de di¨¢logo ¡ªdonde cab¨ªan propuestas a a?os vista¡ª, cumplir los compromisos pendientes, traspaso de Rodalies y acabar con el d¨¦ficit fiscal eran los mandamientos que hasta ahora figuraban en el pragm¨¢tico frontispicio de los republicanos. Pero el independentismo razonable de ERC se ha visto de repente desbordado por el ¨®rdago del Partido Nacionalista Vasco. Y ha entrado en la cartera negociadora para la investidura un pacto para dos nacionalidades hist¨®ricas: Euskadi y Catalu?a, un consensuado pactado con las fuerzas soberanistas. Como se?al¨® a este diario Andoni Ort¨²zar, presidente del Euzkadi Buru Batzar, ese apoyo ¡°exige un acuerdo sobre el modelo territorial. No digo que acepte el 100% de nuestras peticiones, pero tiene que abrir ese mel¨®n¡±.

Con ello, Esquerra, sin tomar la iniciativa, se suma al carro del PNV y arrincona un poco m¨¢s a su eterno competidor Junts per Catalunya. Al mismo tiempo, los republicanos sacan pecho soberanista ¡ªautodeterminaci¨®n y amnist¨ªa ¡ª desde un discreto segundo plano para sacarse de encima la etiqueta de ser unos independentistas blandengues, un sambenito que los de Puigdemont les han colgado por su acercamiento al Gobierno de izquierdas. ERC, al formar tras el nacionalismo vasco, hace recaer la iniciativa de la negociaci¨®n en sus acreditados hermanos mayores.

El propio Aragon¨¨s hac¨ªa referencia en su comparecencia a ese nuevo modelo territorial consensuado ERC-Bildu-PNV y Junts y al que sumaba por su cuenta el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n y ¡°el fin de la represi¨®n¡±. Fuentes de Esquerra reconocen que esas dos propuestas ¡°no son para ma?ana ni para pasado¡±. O sea, que las cosas est¨¢n como estaban, con el a?adido nada despreciable de que el PNV marca ahora ¡°el nuevo terreno de juego, lo que es muy distinto a si lo hici¨¦ramos nosotros¡±, agregan desde ERC.

¡°El tempo lo marcan los vascos, que tienen elecciones el a?o que viene; nosotros, diciendo que subimos la apuesta, no tenemos que hacer nada m¨¢s¡±, se?alan. ¡°Junts debe decidir si quiere quedarse sola y tirarse definitivamente al monte o bajar al terreno de la pol¨ªtica¡±, a?aden.

Aunque el ascendente del PNV es notable sobre el universo convergente y posconvergente, durante la crisis de 2017, el lendakari I?igo Urkullu trat¨® infructuosamente que el entonces president Carles Puigdemont convocara elecciones auton¨®micas en lugar de proclamar la independencia. Ahora, desde Esquerra, esperan que el nuevo tablero planteado por los peneuvistas permita que dentro de Junts se imponga el sector realista al del independentismo m¨¢gico. Quienes conocen a Puigdemont tienen dudas. Hay quienes creen que el de Waterloo prefiere la heroicidad de Sans¨®n: morir matando a cuantos m¨¢s filisteos mejor. Otros, en cambio, ¡ªcomo el padre del proc¨¦s, Artur Mas¡ª opinan que de no jugar en el nuevo tablero, Junts corre el riesgo de acabar convertido en un partido testimonial. Mientras, ERC aguarda. Agazapada tras los vascos.

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