La T-Mobilitat empieza a hacer caja: duplica sus ingresos en su primer a?o de operaciones

La implantaci¨®n de la T-Mobilitat ha sido una carrera de obst¨¢culos y retrasos, pero el t¨ªtulo llamado a revolucionar (todav¨ªa no) la forma de pago del transporte p¨²blico en Catalu?a empez¨® a funcionar con cierta normalidad el a?o pasado, en 2022. Ese funcionamiento, todav¨ªa al ralent¨ª y limitado a algunos t¨ªtulos y zonas, ha tenido ya impacto en las cuentas econ¨®micas de Soc Mobilitat (Societat Catalana per a la Mobilitat), el consorcio p¨²blico-privado al que se le encomend¨® el desarrollo, la puesta en marcha y la explotaci¨®n del nuevo t¨ªtulo de transporte. El pasado a?o la compa?¨ªa casi duplic¨® su facturaci¨®n, hasta los 14 millones de euros (en 2021 hab¨ªa ingresado 7,8 millones).

El aumento de los ingresos se explica sobre todo por una cuesti¨®n: desde el 23 de diciembre de 2021, cuando se puso en marcha la T-Mobilitat como f¨®rmula de pago de los viajeros del autob¨²s, el metro e incluso la red de Cercan¨ªas (entre otros medios de transporte), la caja de Soc Mobilitat empez¨® a ingresar dinero por esa actividad. Son 0,021 euros (este a?o) la tarifa que ingresa por cada validaci¨®n realizada por esa nueva tarjeta de PVC con chip (tambi¨¦n se puede optar por la aplicaci¨®n del tel¨¦fono m¨®vil). Y en 2022, primer a?o completo, logr¨® recaudar 5,3 millones de euros tras registrar m¨¢s de 67 millones de validaciones a trav¨¦s de la T-Mobilitat. El resto de los ingresos proceden de otras actividades.

No ser¨¢ hasta el pr¨®ximo a?o que la facturaci¨®n alcance velocidad de crucero. Para entonces, a¨²n no es oficial cu¨¢ndo, ese t¨ªtulo de transporte se podr¨¢ utilizar en todos los medios de transporte p¨²blico de Catalu?a y sustituir¨¢ de forma definitiva a las cl¨¢sicas tarjetas de cart¨®n, lo que representar¨¢ su uso en torno a 1.000 millones de viajes al a?o. De momento, su uso no para de crecer. El director general de la Autoritat Metropolitana del Transport (ATM), Pere Torres, asegura que el pasado mes de junio, ¨²ltimo con datos disponibles, se validaron m¨¢s de 28 millones de validaciones, casi seis veces m¨¢s que un a?o antes. Si ese crecimiento se mantiene en el tiempo, la cifra de negocios de Soc Mobilitat deber¨ªa multiplicarse por una cifra similar, ya que la tarifa t¨¦cnica que tiene asegurado el operador es casi fija y solo var¨ªa con un porcentaje del aumento de la inflaci¨®n.

¡°La tarifa t¨¦cnica se rebaj¨® antes de la covid ante una sanci¨®n por el retraso en la implantaci¨®n que acumulaba el operador¡±, explica Torres. El contrato inicialmente suscrito con Soc Mobilitat ha sufrido hasta cinco cambios desde que se adjudic¨® el concurso. El ¨²ltimo cambio, el pasado a?o, se hizo por dos cuestiones. La primera para que los retrasos acumulados (a veces por cuestiones internas de la compa?¨ªa y otras por cuestiones de la Administraci¨®n) no impactaran en el periodo de adjudicaci¨®n del concurso, ya que la empresa tiene 13 a?os y 23 d¨ªas para rentabilizar la operaci¨®n, calendario que empez¨® a correr desde diciembre de 2021. El otro relevante fue para aumentar la inversi¨®n (medio mill¨®n de euros m¨¢s) en equipos necesarios para utilizar las tarjetas.

El negocio est¨¢ sobre todo a partir de 2024, cuando se consiga el despliegue completo de la nueva tarjeta en territorios y medios de transporte. Entonces, se tendr¨¢ que hacer el paso siguiente y realmente revolucionario: la modificaci¨®n de la f¨®rmula de pago, en la que, si se mantienen los planes iniciales, se tendr¨¢ en cuenta la distancia total recorrida en el uso de la tarjeta y la recurrencia. De momento, el lanzamiento del t¨ªtulo de transporte tal y como lo conocemos le ha costado al erario p¨²blico m¨¢s de 115 millones de euros.

Cambio de accionariado: TMB al frente

En noviembre pasado hubo un cambio significativo en el accionariado de la sociedad. Transports Metroplitans de Barcelona (TMB), el operador de la red de buses y metro de la capital catalana, elev¨® su presencia en la compa?¨ªa al pasar de tener un 2% de las acciones a un 30%. Se convirti¨® en la principal accionista, dejando atr¨¢s a las empresas que lideraron el consorcio que se impuso en el concurso p¨²blico: Indra, CaixaBank, Moventia y Fujitsu, que tienen ahora un 16,7%. Esa operaci¨®n se produjo despu¨¦s de que el banco catal¨¢n advirtiera de que pod¨ªa dejar de financiar el proyecto porque la sociedad no cumpl¨ªa las condiciones suscritas con CaixaBank.

Seg¨²n las cuentas presentadas en el registro mercantil, al cerrar el a?o pasado el capital aportado a la compa?¨ªa hab¨ªa crecido un 48%, lo que supon¨ªa m¨¢s liquidez a una empresa que acumulaba p¨¦rdidas (no logr¨® beneficios hasta 2021 y un a?o despu¨¦s los increment¨® hasta los 453.000 euros) y una deuda a largo plazo de 91 millones de euros. La deuda es un mal mayor para el transporte p¨²blico catal¨¢n, que puede poner en peligro las inversiones a largo plazo del ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB) a causa de la carga de pr¨¦stamos que soporta justamente TMB.

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