Pujol no ten¨ªa raz¨®n
El ¡®expresident¡¯ dio por liquidado en 2009, antes de la sentencia del Estatut, el mito de una Espa?a dialogante invocado por Espriu y citado ahora por Armengol en el Congreso
Salvador Espriu, poeta tan usado durante el franquismo y la transici¨®n, ha regresado por todo lo alto este pasado agosto en las p¨¢ginas de The Economist, que cita traducidos al ingl¨¦s unos versos suyos sobradamente conocidos entre nosotros: ¡°Always remember this, Sepharad/ Keep safe the bridges of dialogue/ and take care to understand and keep/ the different reasons and languages of your children¡±. Fue la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, quien los cit¨® en su discuso y llam¨® la atenci¨®n del semanario brit¨¢nico sobre el uso de las lenguas peninsulares en el Parlamento espa?ol reci¨¦n constituido.
Probablemente no sab¨ªan ni el redactor de la noticia ni la prestigiosa publicaci¨®n que fueron unas palabras de Pujol en 2009, un a?o antes de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Catalu?a, las que dieron por liquidado el mito de una Espa?a dialogante invocado por el poeta catal¨¢n en La pell de brau, el poemario escrito y publicado en pleno franquismo de donde salen estos versos. La liquidaci¨®n de la Sepharad de Espriu era imprescindible para asentar la idea de un dilema irresoluble para Catalu?a, en el que deb¨ªa elegir entre la asimilaci¨®n e incluso la desaparici¨®n y el combate por la independencia que entonces iba a empezar. Formulada en una conferencia en 2011, convertida luego en libro (Residuals o independents? Quan es trenquen els ponts), fue la discreta pero clara se?al de partida del proceso secesionista lanzada por quien ten¨ªa entonces el m¨¢ximo ascendente sobre la sociedad catalana porque hab¨ªa gobernado el pa¨ªs durante 23 a?os y era quiz¨¢s la voz m¨¢s autorizada del catalanismo.
Ha pasado m¨¢s de una d¨¦cada. Ha corrido mucha agua, no toda limpia ni agradable. Y el mito ha regresado. Es virtud de los poetas escribir sobre su ¨¦poca, pero a la vez trascenderla. Las creaciones potentes desbordan los l¨ªmites de su tiempo y de su geograf¨ªa, como sucede con el poemario de Espriu, inspirado como gran parte de su obra en el mundo b¨ªblico y jud¨ªo, pero con prop¨®sitos y aliento universales. La pell de brau no trata sobre el franquismo ni siquiera sobre la Catalu?a oprimida por la dictadura, gobernada como si fuera una provincia extranjera y con su lengua prohibida y maltratada. Su objeto de meditaci¨®n y sobre todo de plegaria c¨ªvica es contra la guerra entre hermanos, el peor de los pecados, y en favor de una firme esperanza, m¨¢s que propuesta pol¨ªtica, en los caminos del di¨¢logo, el acuerdo y el pacto.
Ignoro si Espriu ha sido traducido al ruso y al ucraniano, pero sus palabras convienen all¨ª donde ha habido o hay guerra civil o simplemente una guerra, que casi siempre es tambi¨¦n civil, como bien saben los rusos y los ucranianos de uno y otro lado. Cuando todo parece perdido, como sucede tantas veces y en todas las guerras, conviene la voz prof¨¦tica y la plegaria fervorosa en favor de los puentes de di¨¢logo y de escuchar las razones y las lenguas de todos los hijos de Sepharad, patria de los humanos. Esa voz y esa plegaria que Pujol rechaz¨® ahora vuelven a ser necesarias.
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