El bono social el¨¦ctrico en Catalu?a: una cuarta parte de los m¨¢s pobres no lo recibe

La lacra de la pobreza energ¨¦tica en Catalu?a va en aumento, en especial tras las subidas de los precios de la electricidad y el gas como consecuencia de la guerra en Ucrania. La S¨ªndica de Greuges de Catalu?a, Esther Gim¨¦nez-Salinas, entreg¨® al Govern antes del verano un informe sobre este tema, que este lunes ha presentado en el Parlament, donde se analiza su alcance, y se eval¨²an las pol¨ªticas llevadas a cabo por la administraci¨®n. Las conclusiones muestran que Catalu?a est¨¢ seriamente castigada por este tipo de pobreza: el 19,2% de las familias catalanas no tienen dinero suficiente para mantener su casa en una temperatura adecuada, ni en verano ni en invierno, un porcentaje que solo est¨¢ por detr¨¢s de Bulgaria y Chipre, y que est¨¢ por encima de la media espa?ola (17,1%) y de la Uni¨®n Europea (6,9%). Frente a esta realidad, las pol¨ªticas p¨²blicas se han quedado a medio camino: la pionera ley 24/2015, que establece medidas para luchar contra la pobreza energ¨¦tica, todav¨ªa no tiene el reglamento desplegado y muchas de sus iniciativas tienen una aplicaci¨®n irrisoria. Y el bono social el¨¦ctrico, la iniciativa del Gobierno para abaratar la factura de los m¨¢s vulnerables, no llega a una cuarta parte de las personas en situaci¨®n de pobreza severa.

La pobreza energ¨¦tica, un problema que est¨¢ sobre la mesa de las administraciones desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, se ha recrudecido con la inflaci¨®n. El gasto de los hogares en agua, luz y gas ha subido un 7% desde antes de la pandemia, y un 30% desde antes de la crisis financiera de 2008. En Catalu?a, el 9,4% de la poblaci¨®n tarda en pagar las facturas, y el 12,8% acumula retrasos en el pago de cualquiera de los gastos relacionados con la vivienda, un porcentaje que est¨¢ por encima de la media espa?ola (11,6%). Catalu?a se encuentra, pues, en una situaci¨®n peor que la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas y que la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. Entre 2019 y 2022, las quejas a la S¨ªndica por esta realidad se han disparado un 125% (hasta las 1.614 quejas).

El informe indica que las dificultades por no poder mantener la casa en una temperatura adecuada se deben, entre otras cosas, ¡°a las condiciones climatol¨®gicas¡±, especialmente en las poblaciones de la costa. ¡°En general, los pa¨ªses del sur de Europa, con climas m¨¢s c¨¢lidos y un nivel de renta m¨¢s bajo, suelen tener porcentajes m¨¢s altos de poblaci¨®n con incapacidad para mantener una temperatura adecuada en la vivienda, pero Catalu?a tiene un PIB por c¨¢pita ligeramente por encima de la media europea¡±, ha se?alado la S¨ªndica en el Parlament.

Son los colectivos m¨¢s desfavorecidos los que sufren m¨¢s las consecuencias de la pobreza energ¨¦tica. El estudio muestra que la poblaci¨®n de nacionalidad extranjera o desocupada sufren estas privaciones en un porcentaje mucho mayor (alrededor de un 20%) que las personas que tienen nacionalidad espa?ola o est¨¢n ocupadas (alrededor de un 17%). Tambi¨¦n ocurre con las mujeres (un 20,6% tiene dificultades, mientras que en el caso de los hombres es un 17,5%).

En Catalu?a se llev¨® a cabo una pionera regulaci¨®n, en la ley 24/2015 (aprobada a partir de una iniciativa popular), que entre otras cosas prohibi¨® los cortes de luz a las familias vulnerables, y que seg¨²n la plataforma Alian?a contra la Pobresa Energ¨¨tica, ha salvado a m¨¢s de 200.000 familias de sufrir esta situaci¨®n. Pero la ley est¨¢ lejos de conseguir todos sus objetivos o de su desarrollo completo. La instituci¨®n denuncia que el reglamento a¨²n no se ha desplegado, un mecanismo muy necesario para establecer protocolos de comunicaci¨®n entre los servicios sociales y las administraciones o las suministradoras, que permitir¨ªa por ejemplo un acceso m¨¢s f¨¢cil al bono social el¨¦ctrico y t¨¦rmico.

Esta ayuda, dise?ada por el Gobierno, tiene en Catalu?a una aplicaci¨®n muy mejorable, seg¨²n la S¨ªndica, ya que solo llega al 4,5% de la poblaci¨®n catalana: el 65% de los catalanes que est¨¢n en situaci¨®n de riesgo de pobreza no la recibe, y el 23% de las personas que sufren pobreza material severa, es decir, las personas m¨¢s vulnerables de la sociedad, tampoco. ¡°Estos problemas de cobertura se deben a d¨¦ficits de informaci¨®n, dificultades en la tramitaci¨®n, situaciones de exclusi¨®n residencial y tambi¨¦n al hecho de que parte de las familias en riesgo de pobreza no cumplen el criterio de renta establecido¡±, apunta el informe. La S¨ªndica tambi¨¦n apunta que solo hay un ¨²nico convenio firmado por la Generalitat con una empresa suministradora (Endesa) para establecer medidas de apoyo o descuentos, y que adem¨¢s este convenio dista mucho de ser perfecto: una de las medidas era instalar contadores sociales, y solo hay unos 50 en toda Catalu?a.

La S¨ªndica recomienda a la administraci¨®n que cumpla ¨ªntegramente el convenio suscrito con Endesa y que eval¨²e con esa compa?¨ªa los dos primeros a?os del acuerdo, que deber¨ªa extenderse a Naturgy, Iberdrola y otras empresas suministradoras. Tambi¨¦n exige que reduzca las trabas burocr¨¢ticas a la hora de tramitar el bono social t¨¦rmico, que tarda un a?o, y que elabore el reglamento de la ley. La S¨ªndica tambi¨¦n pide un precio social para las bumbonas de butano, y que las compa?¨ªas no ¡°vendan¡± las facturas impagadas a empresas que gestionan impagos. El Govern, por otra parte, s¨ª que ha hecho caso ya a una de las demandas de la S¨ªndica, y ha creado una oficina contra la pobreza energ¨¦tica con un presupuesto de 1,65 millones de euros.

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