Barcelona, epicentro del alquiler en Espa?a

Una manzana con mil y pico pisos, todos de alquiler, propiedad de la misma empresa. Un mini barrio de casas baratas, las casitas en las que se realoj¨® a los chabolistas en los a?os 20 del siglo pasado cuando se celebr¨® la Exposici¨®n Universal de 1929, ahora propiedad del Ayuntamiento. O viviendas antiguas, peque?as y degradadas del empobrecido barrio del Raval. Pero tambi¨¦n fincas regias en un barrio de rentas elevadas de la zona alta. ...

Una manzana con mil y pico pisos, todos de alquiler, propiedad de la misma empresa. Un mini barrio de casas baratas, las casitas en las que se realoj¨® a los chabolistas en los a?os 20 del siglo pasado cuando se celebr¨® la Exposici¨®n Universal de 1929, ahora propiedad del Ayuntamiento. O viviendas antiguas, peque?as y degradadas del empobrecido barrio del Raval. Pero tambi¨¦n fincas regias en un barrio de rentas elevadas de la zona alta. Son algunas de las ¨¢reas de Barcelona donde m¨¢s pisos de alquiler hay de toda Espa?a. La capital catalana tiene las tiene las mayores bolsas de pisos de alquiler de Espa?a, seg¨²n el censo del INE de 2021: el 31,1% de las viviendas principales (donde hay alguien empadronado) de la ciudad lo son.

De las 50 secciones censales del pa¨ªs con mayores porcentajes de alquiler, 30 est¨¢n en la capital catalana. En todas, las viviendas de alquiler superan el 49% del total y, salvo una, son ¨¢reas con rentas por debajo de la media de la ciudad. De las 30, la inmensa mayor¨ªa (25) est¨¢n en el distrito de Ciutat Vella, el m¨¢s c¨¦ntrico y el que mayor presi¨®n tur¨ªstica soporta. Y 10 son del barrio del Raval, muchas con poblaci¨®n muy vulnerable. Todo ello en una ciudad donde el alquiler es uno de los grandes temas de debate ciudadano: los precios baten un r¨¦cord hist¨®rico tras otro y suben cuatro veces m¨¢s que los ingresos de los vecinos.

La situaci¨®n es especialmente dura en el Raval. Es un dens¨ªsimo barrio: 47.000 vecinos en poco m¨¢s de un kil¨®metro cuadrado, las calles siempre llenas de gente. Un 51,9% de poblaci¨®n migrante procedente sobre todo de Pakist¨¢n, Bangladesh y Filipinas. 1.832 edificios de viviendas, de los que 906 son anteriores a 1900. Pisos de 64 metros cuadrados de media. Noches dif¨ªciles por el calor en verano. Y ¨¢reas muy degradadas, donde las rentas m¨¢s bajas no llegan ni a la mitad de la media de la ciudad (de 16.750 euros netos por persona y a?o) y son inferiores a 8.000 euros por persona y a?o.

Desde una de las potentes asociaciones que intentan paliar los d¨¦ficits del barrio, la Red Vecinal del Raval, Carmela Turr¨®, se?ala que ¡°en el barrio se mezclan dos realidades opuestas: la pobreza y la gentrificaci¨®n¡±. ¡°Hay zonas degradadas con fincas antiguas y casos de sobreocupaci¨®n por necesidad; y las m¨¢s pr¨®ximas a la Rambla, con pisos tur¨ªsticos. Hay personas mayores con rentas antiguas, migrantes en situaci¨®n precaria y extranjeros adinerados¡­ adem¨¢s de pisos propiedad de fondos de inversi¨®n que est¨¢n vac¨ªos despu¨¦s de desahucios y algunos se convierten en narcopisos¡±. En la misma entidad, Miquel ?ngel Lozano, a?ade que en el Raval una cuarta parte de las viviendas pertenecen a de grandes tenedores, y de ¨¦stos, 1.200 son pisos sociales de administraciones o fundaciones. ¡°La situaci¨®n es muy bestia, sobre todo en propiedades con falta de mantenimiento, de las m¨¢s degradadas del barrio. S¨²male situaciones precarias y rentas bajas... Que el porcentaje de alquiler sea elevado y nos equipare a pa¨ªses europeos no siempre es una buena noticia¡±, subraya.

Entre las ¨¢reas con mucho alquiler de Barcelona tambi¨¦n hay singularidades: el pol¨ªgono de casas baratas del Ayuntamiento en Can Peguera; una secci¨®n censal del acomodado barrio de Sant Gervasi ¨C La Bonanova (renta un 47% superior a la media de la ciudad), con un 55% de alquiler. Ubicada entre las calles de Mandri y Ciutat de Balaguer, concentra muchos edificios de propiedad vertical y pisos de alquiler. Fincas regias con portero y viviendas grandes.

O la secci¨®n censal top de Espa?a, con todos los pisos de alquiler. Ubicada en torno al Hipercor de la Meridiana, el centro comercial del atentado de ETA en 1987, donde el 100% del millar de viviendas de sus bloques (color ladrillo, toldos verdes, 14 plantas) son de alquiler, de la empresa Cevasa. El censo del INE de 2011 cifraba en 97,7% las viviendas de alquiler; y el de 2021, con la manzana dividida en dos, lo reduce a entre un 65% y un 61%. ¡°Tiene que ser un error¡±, aseguran fuentes de la empresa, ¡°porque todos los pisos del complejo son de alquiler, nadie podr¨ªa venderlos porque los t¨ªtulos pertenecen a Cevasa¡±. La mayor asociaci¨®n de inquilinos de un complejo de alquiler est¨¢ all¨ª. La diferencia en el caso de estas secciones, explica el INE a este peri¨®dico, se debe a que solo se han categorizado el 10% de las viviendas a trav¨¦s de registros administrativos (la media para el resto de Espa?a es del 75%). El resto se ha imputado a partir de las frecuencias externas de la ¡°Encuesta de Caracter¨ªsticas Esenciales de Poblaci¨®n y viviendas¡±.

No hay una sola raz¨®n que explique por qu¨¦ Barcelona es el epicentro del alquiler en Espa?a, pero la experta y presidenta del Observatorio Metropolitano de la Vivienda, Carme Trilla, apunta la principal: ¡°El alquiler es un fen¨®meno urbano, en el campo la gente tiene su casa; pero en Barcelona distritos enteros como el Eixample eran de alquiler. Tambi¨¦n Ciutat Vella ven¨ªa del alquiler. La de Barcelona es una historia de alquiler: el promotor se quedaba el piso del principal y alquilaba el resto del edificio¡±. En los a?os 60 del siglo pasado, m¨¢s del 70% de los pisos eran de alquiler, sigue Trilla contando la herencia del ladrillo de la ciudad. ¡°Pero la Ley de Arrendamientos Urbanos, la LAU, congel¨® el alquiler y se perdi¨® mucho, adem¨¢s de que lo que se construy¨® en los 60, 70 y 80 del siglo pasado ya no fue para arrendar. Pero sigui¨® teniendo peso. A comienzos de los 2000 se baj¨® por debajo del 30%, y ahora se ha recuperado hasta el 38%¡±.

Este 38% que cita Trilla difiere del porcentaje del censo del INE, porque sale de una base de datos ¡°s¨®lida, precisa y actualizada¡± como es la del Instituto Catal¨¢n del Suelo, donde se depositan las fianzas de los contratos de alquiler. Hay 200.000, y si se suman los 50.000 que quedan de renta antigua y los que no depositan fianza, la estimaci¨®n es de casi 290.000 pisos de alquiler del total de viviendas principales de la ciudad, que son 754.000.

Adem¨¢s del Raval, en Ciutat Vella hay otros barrios con porcentajes de alquiler muy elevados. Como el G¨°tic o el Born, m¨¢s pr¨®ximos a la Rambla o Via Laietana, y donde los indicadores socioecon¨®micos mejoran, las fincas est¨¢n en mejor estado, los pisos son m¨¢s grandes y los vecinos de siempre se mezclan con reci¨¦n llegados con mayor poder adquisitivo que pagan alquileres imposibles para los locales. En el top 30 tambi¨¦n hay cuatro secciones de la Barceloneta, el antiguo barrio de pescadores, con los quarts de casa, pisos de 28 metros cuadrados y precios astron¨®micos por su solera y proximidad a la playa. En cualquier caso, Ciutat Vella aparece en un reciente estudio como el distrito de Barcelona donde m¨¢s porcentaje de su salario destinan los vecinos a pagar el alquiler: un 63,4%.

Con precios del alquiler en m¨¢ximos hist¨®ricos (en Barcelona supera el salario m¨ªnimo y el segundo semestre de este a?o alcanzaron los 1.123 euros, con datos del Incas¨°l), los expertos insisten en que la brecha entre lo que sube la vivienda y lo que suben los salarios ¡°amplifica la crisis estructural de accesibilidad a la vivienda¡±. En 2022 en Barcelona los alquileres subieron cuatro veces m¨¢s que los ingresos de las familias, alertaba esta semana el Observatorio Metropolitano de la Vivienda. El Institut Metropoli recuerda adem¨¢s que en Barcelona y su ¨¢rea el 28,1% de los inquilinos son vecinos con rentas bajas; el 59,5% intermedias y solo un 12,4% son rentas altas. El soci¨®logo e investigador de este instituto Sergio Porcel apunta que ¡°la dificultad cada vez mayor de acceder a la vivienda en propiedad diversifica el perfil tradicional del inquilino¡± pero que siguen predominando la poblaci¨®n joven o de origen migrante con ingresos bajos, especialmente vulnerables a la espiral de precios.

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