Catalu?a llega a los ocho millones de habitantes m¨¢s envejecida y con retos sociales pendientes
La inmigraci¨®n sostiene el aumento demogr¨¢fico y se ubica en las localidades tur¨ªsticas y el cintur¨®n metropolitano por la inaccesibilidad a la vivienda en la capital. Girona, la gran ciudad que m¨¢s crece
M¨¢s envejecida, con poca natalidad y con m¨¢s inmigraci¨®n. Catalu?a ya cuenta con 8.005.784 habitantes seg¨²n cifras del Instituto Catal¨¢n de Estad¨ªstica (Idescat). La comunidad supera los ocho millones de habitantes m¨¢s r¨¢pido de lo previsto (en 2019 se predijo para 2030) gracias a la llegada de migrantes que persiguen un futuro m¨¢s all¨¢ de Barcelona. La capital catalana apenas ha ganado poblaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, mientras que las localidades m¨¢s tur¨ªsticas del litoral y parte del cintur¨®n metropolitano han dado un gran salto. Los expertos coinciden en que el aumento de la poblaci¨®n obliga a afrontar cuestiones complejas del d¨ªa a d¨ªa como la vivienda, la estabilidad laboral y la desigualdad social. El ¨¦xodo rural producido durante la pandemia de la covid no da muestras de haber tenido una especial continuidad tras la crisis sanitaria.
Girona es la capital que m¨¢s ha crecido (cerca de un 33%) en los ¨²ltimos 20 a?os, mientras que Lleida (22%) y Tarragona (15%) tambi¨¦n han superado a una Barcelona (7%) con problemas de acceso a la vivienda. ¡°La capital catalana acoge a gente de alto nivel econ¨®mico que expulsa a las rentas m¨¢s bajas. Estas tienen que salir a otros espacios con vivienda asequible, quieran o no quieran¡±, se?ala Paula Qu¨ªlez Rela?o, polit¨®loga experta en desigualdades sociales. Los grandes municipios del ¨¢rea y el arco metropolitano (Sant Cugat, Franqueses, Sant Quirze, Rub¨ª, Terrassa...) han crecido entre un 25% y 60%. La provincia de Barcelona acoge al 73% de toda la poblaci¨®n catalana por el 11% de Tarragona; el 10% de Girona y el 6% de Lleida.
La nueva inmigraci¨®n (los extranjeros representan m¨¢s del 16% de la poblaci¨®n total) tambi¨¦n sufre los problemas de accesibilidad y se desplaza hasta las localidades tur¨ªsticas. ¡°Con la crisis inmobiliaria par¨® el fen¨®meno migratorio pero ahora vuelven a venir. ?Y a d¨®nde van? Donde hay trabajo¡±, se?ala Arlinda Garcia Coll, profesora del Departamento de Geograf¨ªa de la Universidad de Barcelona. ¡°El motor de Catalu?a es el sector terciario y los puestos tur¨ªsticos reclaman mano de obra¡±, insiste. Calafell (98%), Salou (89%), Lloret de Mar (66%), Vila-seca (63%) y Cambrils (60%), localidad especialmente tur¨ªsticas, son los municipios de m¨¢s de 20.000 habitantes que m¨¢s han crecido este siglo.
Los inmigrantes aportan la juventud en la Catalu?a de los ocho millones. La edad media de los extranjeros es de cerca de 35 a?os, mientras que el total del territorio alcanza los 42 a?os. La comunidad tiene 150.000 ni?os de hasta 9 a?os menos que hace 20 a?os. ¡°Las condiciones que viven los j¨®venes no ayudan a la procreaci¨®n¡±, entiende Garcia Coll, que se?ala el ¡°incremento de los precios, los sueldos bajos, la inestabilidad laboral y la falta de corresponsabilidad familiar¡± como factores determinantes para evitar tener hijos.
Con menos nacimientos, el envejecimiento se cronifica. ¡°Tenemos una Catalu?a con m¨¢s gente mayor y con una esperanza de vida que alcanza los 86 a?os en las mujeres (80 en los hombres). Es el gran cambio de los ¨²ltimos 20 a?os y genera un reto pol¨ªtico, social y familiar¡±, analiza la profesora de la UB. La ge¨®grafa apunta a la necesidad de fomentar el sistema sociosanitario para garantizar la salud y la autonom¨ªa de la tercera edad porque ¡°se van alargando los a?os con m¨¢s patolog¨ªas¡±.
El presidente del Consejo de Colegios de M¨¦dicos de Catalu?a, Josep Vilaplana, plantea que el aumento de la poblaci¨®n y el envejecimiento obliga a la Administraci¨®n a aumentar los recursos p¨²blicos. ¡°La inversi¨®n tiene que incrementarse porque necesitas m¨¢s servicios¡±, entiende. La falta de profesionales en el sistema sanitario complica la accesibilidad de los usuarios, y Vilaplana anticipa unos tres a?os complicados. ¡°Se jubilan muchos m¨¦dicos y las nuevas generaciones de sanitarios han crecido con otras preferencias en materia de conciliaci¨®n donde ven que la vida no es solo el trabajo¡±, dice el m¨¦dico, que admite que existe el ¡°riesgo¡± de que parte de la poblaci¨®n vea en el sector privado una salida ante la saturaci¨®n del sistema p¨²blico.
?Y el ¨¦xodo rural vivido por la pandemia se mantiene? ¡°La mayor¨ªa de la gente que se fue lo hizo a las segundas residencias o al pueblo de la familia¡±, aclara Garc¨ªa Coll. ¡°En los a?os 90 se detecta la salida de las personas que valoran un mayor entorno medioambiental y este fen¨®meno se ha mantenido siempre. Quiz¨¢s ahora ha crecido un poco, pero solo ligeramente¡±.
M¨¢s habitantes, menos ni?os
Parad¨®jicamente, el aumento de poblaci¨®n no se traduce en un aumento de natalidad ni de poblaci¨®n en edad escolar. Al rev¨¦s, el sistema educativo pierde m¨²sculo desde hace unos a?os. Y es que actualmente la poblaci¨®n menor de 16 a?os es el 15% (1,2 millones de personas), cuando en 1987, a?o en que Catalu?a super¨® los seis millones de habitantes, la poblaci¨®n en edad escolar obligatoria era casi el 23% (1,35 millones).
Con la ¨¦poca de bonanza de inicio de siglo, la llegada de inmigraci¨®n propuls¨® un incremento de escolares, pero la crisis de hace una d¨¦cada fren¨® esta tendencia, muchos inmigrantes regresaron a sus pa¨ªses y el n¨²mero de alumnos empez¨® a decrecer, empezando por los m¨¢s peque?os, por los nacimientos. No obstante, el sistema aguantaba por las voluminosas promociones de a?os anteriores. Hasta que finalizaron la escolarizaci¨®n y lleg¨® la pandemia. Los datos del Departamento de Educaci¨®n revelan que el curso 2021-22 supuso un punto de inflexi¨®n y los alumnos de la etapa obligatoria empezaron a descender.
Educaci¨®n admite que actualmente el sistema educativo no vive la presi¨®n de a?os anteriores con la falta de escuelas e institutos para acoger el mayor volumen que crec¨ªa. En todo caso, si en alg¨²n municipio se produce una necesidad puntual, se recurre principalmente a m¨®dulos prefabricados, esperando a que la demanda pase o se construya un nuevo edificio.
No obstante, el reto para los centros est¨¢ en la gesti¨®n de la matr¨ªcula viva, es decir, de los alumnos que se incorporan fuera de plazo. El Departamento asegura no tener cifras globales, pero el Consorcio de Educaci¨®n de Barcelona s¨ª, y dan una idea de la problem¨¢tica: durante los meses de verano se presentaron 3.920 inscripciones, pero en todo el curso anterior se incorporaron 5.300 alumnos nuevos. En estos casos, se acostumbra a recibir a los reci¨¦n llegados en las aulas de acogida -donde aprenden nociones de catal¨¢n y se les ayuda en la adaptaci¨®n-, aunque no todos los centros disponen de ellas: actualmente hay 1.020 aulas de este tipo (para un total de 3.500 centros), seg¨²n Educaci¨®n. En Barcelona, 113 centros de un total de 640 cuentan con este servicio.
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