Brechas econ¨®micas en Barcelona: cuando los vecinos de una acera tiene el doble de renta que los de enfrente

Las desigualdades econ¨®micas entre los vecinos de Barcelona no solo son visibles de una punta a la otra de la ciudad, donde la mediana de la renta por unidad de consumo (las personas que viven en un hogar) pueden cuadruplicarse entre vecindarios. Por ejemplo, entre los barrios m¨¢s ricos de Sarri¨¤- Sant Gervasi (38.850 euros anuales) y los m¨¢s pobres y perif¨¦ricos del Bes¨°s (10.150 euros). Pero hay tambi¨¦n fronteras en el centro, donde los vecinos de una misma calle tienen el doble o la mitad de renta seg¨²n en qu¨¦ lado vivan. Ocurre en la ronda Sant Pau, que separa los barrios del Raval (Ciutat Vella) y Sant Antoni (Eixample). A un lado, la renta de los hogares es de 10.150 euros anuales. Y en el otro, del doble, 20.350 euros. Todos estos datos salen del Atlas de distribuci¨®n de renta de los hogares publicado hace unos d¨ªas por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) y que puede verse reflejado al detalle en este gr¨¢fico. La mediana de la renta por unidad de consumo es un indicador que tiene en cuenta los ingresos de un hogar y su composici¨®n, y est¨¢ acotado en su m¨¢ximo en 38.850 euros, y en su m¨ªnimo en 6.650.

En Barcelona, la brecha tambi¨¦n es muy marcada entre la Barceloneta y la Vila Ol¨ªmpica (de 17.150 euros a 31.850). O entre la zona del Bes¨°s y Diagonal Mar (15.750 y 33.950). No tan marcadas, tambi¨¦n hay fisuras entre las rentas de los vecinos de Santa Caterina y El Born, en el mismo distrito; a lado y lado del Paral.lel (que separa Poblesec y Sant Antoni), o la Gran Via y la Meridiana.

¡°Claro que se nota la diferencia. Lo vemos en las recetas. A los vecinos de Sant Antoni les toca el ambulatorio de Manso y a los del Raval, el CAP Drassanes. Los m¨¦dicos prescriben tratamientos distintos, m¨¢s costosos en Sant Antoni y menos en el Raval¡±. Habla una de las farmac¨¦uticas de la ronda de Sant Pau, que en tres minutos ilustra en varios ejemplos de la brecha entre las dos realidades. ¡°Si el cliente compra pasta de dientes o champ¨² en la farmacia, es de Sant Antoni. Si le han recetado un jab¨®n especial caro para un problema dermatol¨®gico y no lo coge, o dice que vendr¨¢ la semana que viene, probablemente sea del Raval¡±. En la farmacia, incluso saben si el cliente es de otra zona de la ciudad. Si alguien de Sarri¨¤ entra con una receta, hay muchas probabilidades de que prescriba un medicamento que en la ronda Sant Pau no se suele dispensar.

Las estad¨ªsticas nunca son n¨²meros que vienen solos, como una seta en un prado. Detr¨¢s de la renta disponible en el Raval o Sant Antoni hay una cascada de indicadores que confirman la brecha: diferencias en el porcentaje de paro (8,1% frente 5%), de poblaci¨®n extranjera (52% frente a 25,5%), universitarios (27% y 40%), precio de la vivienda (3.100 el metro en las compraventas frente a 4.600), o coches por mil habitantes (117 y 237). Con 77 a?os y sentada en el quiosco de la ronda, Olga Rodr¨ªguez, explica que siempre trabaj¨® de limpiadora. ¡°En una oficina bancaria del paseo de Gr¨¤cia, yo no ten¨ªa estudios¡±, admite, al tiempo que aconseja: ¡°Si no te quieres amargar, no pienses que los otros tienen m¨¢s¡±. ¡°Tambi¨¦n pagar¨¢n m¨¢s impuestos¡±, zanja. En el mercado, otra Olga, Olga Blanco, de una parada de legumbres, coincide en que suele distinguir a los vecinos de uno y otro lado ¡°por el presupuesto¡± que tienen para comprar comida.

Otro punto de enorme contraste de rentas es, en el distrito de Sant Mart¨ª, la zona del Bes¨°s: dentro del mismo barrio, y entre ¨¦ste y el de Diagonal Mar. Un curioso espacio de encuentro entre vecinos de varias procedencias es el centro comercial Diagonal Mar. Y para ser m¨¢s exactos, el Alcampo. Lo cuenta desde la entidad SOS Bes¨°s la vecina Laura Trabal. Relata los saltos de realidad que suponen calles como la del Maresme, Rambla Prim, Crist¨®bal de Moura o, m¨¢s arriba, la Gran Via. ¡°Por abajo, una ca?a y tapa gratis cuesta un 1,10 euros; por arriba, a partir de 1,5 y sin tapa. Por abajo cuesta encontrar una mercer¨ªa o una librer¨ªa; por arriba, s¨ª hay¡±. La rambla del barrio marca una de las brechas de la zona: ¡°Es frontera, pero tambi¨¦n vertebra. Hacia el r¨ªo Bes¨°s es donde la renta y el nivel socioecon¨®mico cae, con alguna ¨¢rea concreta con muchos pisos ocupados, actividades ilegales que provocan conflictos o personas en situaci¨®n irregular que se dedican a la venta ambulante¡±. Uno de los term¨®metros de la situaci¨®n de la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable es el comedor social Gregal, como las redes vecinales que tapan los agujeros de la administraci¨®n, tambi¨¦n desbordada. El plan de regeneraci¨®n urbana prometido, va con mucho retraso.

La calle del Maresme es otra frontera en esta zona de contrastes. Acaban de construir una residencia estudiantil y pisos con la marca Brisas Diagonal Mar, con una zona ajardinada nueva como las que los vecinos reclaman desde hace d¨¦cadas. En algunos edificios del Bes¨°s han recalado familias expulsadas por precio del Poblenou, explica Trabal. La renta disponible sube, pero nada comparado con el ¡°otro mundo¡± que es Diagonal Mar, con edificios rodeados de parques y pisos que no bajan de 600.000 euros y alcanzan m¨¢s de dos millones, si son ¨¢ticos, como se puede comprobar en los anuncios de los portales inmobiliarios.

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