Un filme sobre el rock and roll cl¨¢sico y delirante de Little Richard cierra un exitoso festival In-Edit

Little Richard explotando mil veces tanto en su incendiaria faceta musical c¨®mo icono queer o exaltado predicador cerr¨® por todo lo alto la 21 edici¨®n del festival In-Edit, la m¨¢s exitosa de su historia seg¨²n sus organizadores. Sin haber concluido todav¨ªa el c¨®mputo de localidades vendidas, ya que quedaba todav¨ªa la sesi¨®n del domingo con doce pel¨ªculas programadas, el certamen hab¨ªa sobrepasado ya las 33.000 entradas, que marcaron un r¨¦cord el pasado a?o, esperando llegar a las 35000.

En la noche del s¨¢bado, la sala 5 de los cines Aribau de Barcelona luc¨ªa sus mejores galas, las 1.100 localidades se hab¨ªan agotado y en el vest¨ªbulo se viv¨ªa el ambiente de las grandes ocasiones. Animadas conversaciones, calurosos reencuentros y muchas caras sonrientes destilando un cierto j¨²bilo. Sin duda el de poder acercarse, aunque solo fuera por unos instantes, a un fruto no prohibido pero s¨ª pr¨¢cticamente inexistente: el documental musical visto en pantalla grande, ante un enorme cubo de palomitas y compartido a la antigua con otros entusiastas en una gran sala. Es decir lo contrario al habitual disfrute de este g¨¦nero en la peque?a pantalla del sal¨®n de casa, donde parece haberse refugiado en los ¨²ltimos tiempos y no olvidemos los ordenadores o, incluso, los tel¨¦fonos m¨®viles. Y realmente ver muchas de estas pel¨ªculas en un cine ¡°de verdad¡± cambia completamente su significado y, en especial, su disfrute.

La pel¨ªcula seleccionada para cerrar el certamen este a?o fue Little Richard: I Am Everything de la estadounidense Lisa Cort¨¦s, directora y productora con antecedentes tan notables c¨®mo nominaciones a los Oscar y a los Emmy. Algo m¨¢s de hora y media centrada en glorificar al que muchos, en especial ¨¦l mismo, consideraban como el aut¨¦ntico Rey del rock and roll por encima de otras luminarias como Elvis Presley, Chuck Berry y sobre todo Pat Boone que consigui¨® algunos ¨¦xitos con canciones de Richard y al que este despreciaba profundamente como demuestra en un par de secuencias. La pel¨ªcula es contundente en su imagen pero se centra mucho m¨¢s en la explosiva personalidad de Little Richard, su constante exhibicionismo, que en sus inmensas aportaciones musicales. A pesar de ello es un film id¨®neo para mostrar a las generaciones que no vivieron aquella ¨¦poca por una parte el nacimiento de una nueva m¨²sica y, por otra, la dureza de ser gay y negro en unos Estados Unidos totalmente segregados.

Antes de la proyecci¨®n se entregaron los premios In-Edit en sus categor¨ªas de cortometraje, nacional e internacional.

Peter Doherty: Stranger In My Own Skin, dirigido por su pareja Katia De Vidas se llev¨® el un galard¨®n al mejor documental internacional. Mita Suri, portavoz del jurado, destac¨® que se trataba de ¡°una pel¨ªcula verdaderamente conmovedora y una carta de amor audaz y po¨¦tica a la vida, la pasi¨®n y la esencia de la m¨²sica. La m¨²sica es la verdadera adicci¨®n¡±. Probablemente esa afirmaci¨®n final de Suri era compartida por todos los asistentes. De Vidas y Doherty enviaron un simp¨¢tico video de agradecimiento.

El jurado nacional se decant¨® por la pel¨ªcula de Xavier Bosch y Josep Badell Revolutionary Quartet: L¡¯enigma Gerhard, que se aventura en la personalidad del m¨²sico Robert Gerhard, compositor que transit¨® desde el clasicismo hasta la vanguardia electr¨®nica y que desgraciadamente es uno de los muchos olvidados de nuestro panorama aunque un cuarteto de cuerda, que interpret¨® algunas de sus obras el d¨ªa de la presentaci¨®n del film, pasee por el mundo su nombre.

Finalmente el mejor cortometraje fue a parar a Dol i fa sol, de Maria Besora y Pep Garrido, que narra la actividad del grupo Xiula en entornos familiares.

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