Calella y Ripoll, las alarmas que despertaron el pulso antiinmigraci¨®n de Junts
Los posconvergentes cargan las tintas sobre la migraci¨®n irregular tras comprobar que otras formaciones les roban votos con ese discurso


Manuel Garc¨ªa se remonta a 2019 para hablar del ¡°problema de inseguridad¡± que arrastra su pueblo, Calella (Barcelona). Habla de peleas multitudinarias en las que estaban implicados menores migrantes no acompa?ados y de una sensaci¨®n creciente de descontrol. ¡°El Ayuntamiento dec¨ªa que era una percepci¨®n nuestra pero, al final, nos ha dado la raz¨®n¡±, defiende el vecino de esta poblaci¨®n de la costa barcelonesa que en los a?os sesenta fue pionera en el turismo de masas y que ahora intenta reposicionarse como puede ante la dura competencia. Garc¨ªa es miembro de la asociaci¨®n de vecinos Calella Centro y sostiene que en las calles de esta poblaci¨®n de 18.000 habitantes (18,5% de ellos nacidos fuera de Espa?a) no se habla de otra cosa que de inseguridad. Y no duda en se?alar que ¡°siempre¡± se relaciona esa percepci¨®n con un ¨²nico fen¨®meno: la inmigraci¨®n.

El alcalde de Calella, Marc Buch, lider¨® en diciembre un movimiento dentro de su partido, Junts per Catalunya, para reclamar sin rodeos la expulsi¨®n de delincuentes multirreincidentes de origen extranjero. Al poco de lanzar esta reclamaci¨®n, recibi¨® el apoyo de otra docena de alcaldes, todos de su partido y de la misma comarca (el Maresme), en el mismo sentido. Hay que expulsar a los irregulares que delincan, coincid¨ªan. ¡°Si no han venido a integrarse y a trabajar como hace la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, no tienen cabida en nuestra casa¡±, defendi¨® Buch. El alcalde estallaba despu¨¦s de que un grupo de delincuentes agredieran a polic¨ªas locales que estaban sofocando un incendio provocado en un bloque de edificios del municipio. Buch aseguraba que ese grupo no llegaba a la docena de personas y acumulaba 260 detenciones en medio a?o.
La direcci¨®n de Junts no tard¨® ni 24 horas en apoyar las demandas de estos alcaldes. ¡°El sistema falla, desde Catalu?a no podemos decidir nada¡±, dijo el secretario general de Junts, Jordi Turull, obviando que el C¨®digo Penal ya prev¨¦ la posibilidad de expulsar a delincuentes y que la Generalitat tiene competencias en integraci¨®n de personas migrantes adem¨¢s de la de seguridad ciudadana.
Las palabras de Turull han cobrado sentido esta semana con el sorpresivo anuncio hecho por Junts en el Congreso el pasado mi¨¦rcoles de que hab¨ªa logrado arrancar un acuerdo al PSOE para que la Generalitat tenga la ¡°delegaci¨®n integral¡± de las competencias en inmigraci¨®n. El objetivo es, seg¨²n el propio Turull, controlar los flujos migratorios, expulsar a los multirreincidentes extranjeros ¡ª¡°tenemos que mirar en qu¨¦ condiciones se puede echar a estas personas¡±¡ª y hacer del catal¨¢n ¡°lengua de integraci¨®n¡±. Las cr¨ªticas a Junts por esta deriva, que ERC sit¨²a en la ¡°extrema derecha¡±, han sido una constante desde entonces.

Un paseo por las calles de Calella no sirve para percibir la sensaci¨®n de inseguridad de la que hablan algunos vecinos, pero s¨ª es evidente la multiculturalidad del municipio. En la calle de la Esgl¨¦sia un mural presume: ¡°Calella, la mejor tienda del Maresme¡±. A solo unos metros de estas palabras, varios comercios regentados por extranjeros. Fruter¨ªas, peluquer¨ªas o tiendas de reparaci¨®n de m¨®viles. Ninguno de estos empresarios sab¨ªa que Junts reclama las competencias de inmigraci¨®n, pero todos sab¨ªan que hay un ¡°grupito¡± que est¨¢ creando inseguridad en el municipio. El alcalde, uno de los que ha empujado hacia el endurecimiento del discurso migratorio de Junts, prefiere no hacer declaraciones a EL PA?S, pero s¨ª habla a trav¨¦s de un portavoz municipal: ¡°Buch quiere manifestar p¨²blicamente su agradecimiento a Turull y al resto de dirigentes que est¨¢n llevando a cabo las negociaciones. Da las gracias por apoyar los ruegos y las reivindicaciones de los alcaldes del Maresme que llevaron a cabo la protesta¡±.
Calella dista de ser un caso aislado en el universo pol¨ªtico de Junts, el partido de Carles Puigdemont. La formaci¨®n ha vivido con amargura otro episodio en uno de los municipios de la Catalu?a interior del que ha ostentado la alcald¨ªa durante a?os: Ripoll. En esta localidad de Girona, de 10.600 habitantes, las elecciones municipales de mayo acabaron en forma de vendaval. Junts ced¨ªa la primera posici¨®n a Alian?a Catalana, un partido local casi desconocido fuera de la poblaci¨®n que hace bandera de su independentismo, islamofobia y sus posiciones identitarias. El independentismo de extrema derecha lograba as¨ª el control de su primer ayuntamiento. Las alarmas no han parado de sonar desde entonces en los chats de Junts, que temen la expansi¨®n de este partido e incluso que pueda dar el salto al Parlament.
La f¨®rmula de la nueva alcaldesa de Ripoll, S¨ªlvia Orriols, fue explotar el dolor y la incomprensi¨®n de muchos vecinos de la localidad que en verano de 2017 descubrieron con horror que de esta apacible poblaci¨®n del Prepirineo hab¨ªan salido (y vivido desde peque?os) los j¨®venes que perpetraron los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto. Preguntar sobre el clima pol¨ªtico y la inmigraci¨®n en las calles de Ripoll no genera grandes titulares. Los vecinos prefieren optar por respuestas pol¨ªticamente correctas al margen de haber dado la alcald¨ªa a alguien con un discurso claramente xen¨®fobo. S¨ª quiere hablar la alcaldesa. ¡°En Ripoll, el pasado mayo quitamos a Junts cinco concejales. Han aprendido y han cambiado su discurso. Pero que nadie se enga?e, no tienen una voluntad real de acabar con el problema migratorio. No tienen ni la valent¨ªa y, ni siquiera piensan realmente en hacerlo¡±, defiende Orriols en declaraciones a este diario. La alcaldesa ultra critica que si la Generalitat tuviera competencias en inmigraci¨®n servir¨ªa de poco: ¡° [Pere] Aragon¨¨s es capaz de acoger todav¨ªa m¨¢s inmigrantes o de paralizar las expulsiones. A ver si tener m¨¢s competencias al final ser¨¢ contraproducente¡±.

Mousa Elkasme lleva 25 a?os viviendo en Ripoll. Trabaja en la recogida de basuras de la comarca (el Ripoll¨¨s) y lamenta: ¡°Desde los atentados hay muchos vecinos que nos han mostrado odio. Pens¨¢bamos que Junts estaba a nuestro lado pero est¨¢ claro que no¡±. Elkasme asegura que, desde que Orriols est¨¢ al frente del consistorio, empadronarse en el municipio, si eres extranjero, se ha convertido en una carrera de obst¨¢culos. ¡°A veces env¨ªan a la polic¨ªa municipal al domicilio para constatar si es verdad que los que se quieren empadronar viven all¨ª. Hay ni?os que no pueden ir a la escuela en semanas porque empadronarse es imposible. Si esto es lo que quiere Junts tendremos que buscarnos otros partidos que nos ayuden¡±, concluye.
Ali Yassine es el presidente de la mezquita Annour del Ripoll ¡ªdonde Es Satty, el l¨ªder intelectual de los atentados del 17-A, ejerc¨ªa como im¨¢n¡ª tampoco tiene palabras amistosas hacia la alcaldesa: ¡°Orriols no sabe ni lo que dice. En Ripoll no hay problemas de convivencia¡±. Se sorprende por el inter¨¦s de Junts en ejercer las competencias migratorias, aunque no le da ning¨²n valor: ¡°Aqu¨ª hay inmigrantes sin papeles que se meten en problemas de peleas o drogas y nunca han deportado absolutamente a nadie. Los partidos dicen estas cosas para ganar votos¡±. Tanto Calella como Ripoll son municipios de pocos miles de habitantes, donde Junts sabe que el discurso de control de la inmigraci¨®n puede tener ¨¦xito. ¡°Para votar necesitamos la nacionalidad y eso como m¨ªnimo son diez a?os. Yo la ped¨ª en 2011 y me la denegaron. No la he vuelto a solicitar¡±, explica Elkasme.
El votante de Junts considera que hay "demasiada inmigraci¨®n¡±
El pasado noviembre, el barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS de la Generalitat, reveló que el 64,5% de los votantes que se declaran simpatizantes de Junts consideran que hay “demasiada inmigración”. El 66,3% de los votantes postconvergentes creían, además, que el Gobierno ha “perdido el control” de quién entra en el país.
En el resto de partidos la sensibilidad sobre la materia es la siguiente: el 50,8% de los votantes de ERC creen que hay demasiada inmigración, mientras que en el PSC son el 64,3% quienes así piensan, en el PP el 85,3%, y en Vox el 92%. Los Comuns se encuentran en el otro extremo. El porcentaje de los que juzgan excesiva la presencia de inmigrantes es del 21,1% y de un 21,2% entre quienes apoyan a la CUP.
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