La lucha de familias antigueto comienza a dar resultados: ¡°Empiezan a hablar bien de nuestra escuela¡±

?A qu¨¦ escuela llevar¨¦ a mi hijo? Estos son d¨ªas de grandes debates y preocupaciones en muchas familias en las semanas y meses previos al proceso de preinscripci¨®n escolar, que arranca la semana pr¨®xima. Las familias aprietan sus agendas para asistir al m¨¢ximo de jornadas de puertas abiertas en los centros, comparan instalaciones, proyectos educativos, pero tambi¨¦n tipo de alumnado. Muchas huyen de centros segregados. Este no es el caso de Aina Font, que junto a nueve familias m¨¢s han decidido que matricular¨¢n a sus hijos en la escuela Sant Ignasi de Manresa, de alta complejidad (con muchos alumnos vulnerables). Sigue as¨ª el ejemplo del pasado a?o de seis familias, y varias m¨¢s el anterior.

Estas peque?as acciones han empezado a cambiar el perfil de la escuela. Su directora, N¨²ria Garriga, asegura que, pese al poco tiempo transcurrido, ya empieza a recoger los frutos. ¡°Se ha notado un cambio, de no venir nadie a las puertas abiertas, el a?o pasado nos visitaron unas 20 familias y este a?o ya llevamos unas 30, y eso que las puertas abiertas son este fin de semana. Empiezan a hablar bien de nuestra escuela, aunque todav¨ªa hay gente que nos dice que les gusta c¨®mo trabajamos, pero que tienen miedo¡±.

La docente a?ade el perfil del alumnado empieza a cambiar y del 80% de alumnos vulnerables que tienen en cursos superiores, el porcentaje ha ca¨ªdo al 60% en infantil. ¡°La diversidad de alumnos implica riqueza en el aula, y los ni?os con m¨¢s fluidez en el lenguaje y con m¨¢s experiencias fuera del aula servir¨¢n de modelo. Tambi¨¦n los alumnos ordinarios aprenden que hay otros que viven situaciones complicadas. Todo es una riqueza y aprenden a convivir. Adem¨¢s, las nuevas familias se implican, ayudan a otras familias y nos apoyan para tirar adelante el proyecto educativo, as¨ª que todo el mundo gana y hay un enriquecimiento en todos los sentidos¡±.

Esta operaci¨®n -matriculaci¨®n en grupo- se conoce t¨¦cnicamente como una oferta singular de plazas, una de las medidas previstas en el Pacto contra la Segregaci¨®n Escolar (firmado en 2019), pero que se hizo realidad en el llamado decreto de admisiones de 2021, que tambi¨¦n implant¨® la reserva de plazas en todos los centros para iniciar poco a poco el reparto de alumnos. La diferencia entre las dos medidas es que son movimientos contrarios: la reserva de plazas busca escolarizar alumnos vulnerables en escuelas p¨²blicas y concertadas no segregadas, mientras que la oferta singular busca que familias de clase media empiecen a inundar centros de m¨¢xima complejidad (con un alto ¨ªndice de alumnos vulnerables) y forzar as¨ª el cambio del perfil del alumnado.

De cara al pr¨®ximo curso se han validado hasta ahora 13 grupos de familias en toda Catalu?a en una decena de centros de Manresa, Vic, Olot, Barcelona y Lleida, aunque el a?o pasado ya se repiti¨® la experiencia en varias de estas ciudades. Pero una de las pioneras fueron varias de Barcelona, de la zona de Fort Pienc, que hace casi una d¨¦cada se organizaron para darle un vuelco al instituto Pau Claris. Aunque hace unos a?os que en Manresa se produce este fen¨®meno, el concejal de Educaci¨®n, Pol Huguet, apunta que se necesita una continuidad de varios a?os, y no casos aislados de un solo curso, para que realmente funcione, y espera que el decreto, que da cobertura a estos movimientos y garantiza las plazas a estas familias, atraiga nuevos casos. ¡°Entonces era una iniciativa personal, fuera de normativa, y no ten¨ªan las plazas garantizadas¡±, concreta Gemma Boix, directora de los Servicios Territoriales de la Catalu?a central. La diferencia con los grupos actuales es que gracias al decreto de admisiones, la normativa ampara este tipo de movimientos. As¨ª que las familias interesadas presentan una instancia a principios de a?o para que se les reserven unas plazas en estos centros guetizados.

Manresa es una ciudad con una distribuci¨®n particular respecto a otras grandes poblaciones, ya que cuenta con una ¡°gran centro hist¨®rico con edificios muy degradados y que ha acumulado la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable¡±, admite Huguet, aunque a?ade que ¡°la segregaci¨®n escolar es m¨¢s alta que la residencial¡±. Del total de 23 centros educativos de la ciudad, 11 son de alta complejidad. ¡°Hay familias reticentes a matricular a sus hijos en estos centros porque ser¨ªa el ¨²nico catalanet y blanquet, pero si lo hacen varias a la vez les da tranquilidad¡±, apunta que el concejal, quien destaca que la complicidad de las familias es clave para revertir la situaci¨®n.

Una de estas escuelas es la de Sant Ignasi, con un 80% de alumnos vulnerables, cuando la media del barrio es del 40%. Esto no supuso un impedimento para Alba Gallardo, que el a?o pasado visit¨® el centro, qued¨® encandilada con lo que vio. ¡°Por las tardes mezclan todos los cursos de infantil para que aprendan juntos o trabajan por proyectos y aprendizajes vivenciales. Yo aprend¨ª con libros, pero mi hijo lo hace experimentando, me da mucha envidia¡±, admite. Entonces, convenci¨® a cinco familias m¨¢s para que visitaran la escuela. Entre estas hab¨ªa parejas mixtas, m¨¢s sensibilizadas con la problem¨¢tica: ¡°La realidad es que hay variedad de familias. Yo quer¨ªa que mi hijo creciera con ni?os de todos los lugares. La sociedad es variada y me parece hip¨®crita los que no quieren mezclar a sus hijos¡±, espeta Yuslemis Vald¨¦s, con un ni?o en Infantil-3.

Estas madres ahora se han convertido en emisarias y se encargaron hace unos meses de recorrer las guarder¨ªas y convencer a las familias para que aparquen prejuicios. ¡°Les decimos que no se queden solo con lo que comenta la gente, que vayan y vean las escuelas¡±. Aina es una de estas convencidas y defiende la implicaci¨®n de las familias para luchar contra esta chacra: ¡°Las familias tenemos un papel clave para acabar con la segregaci¨®n escolar¡±.

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