El 41% de los j¨®venes que duermen en la calle en Barcelona antes viv¨ªan en un centro de menores

A los j¨®venes que mientras son menores est¨¢n tutelados por la Administraci¨®n y viven en una instituci¨®n ¡ªde justicia juvenil o en centros de protecci¨®n a la infancia y la adolescencia¡ª se les abre un abismo cuando cumplen la mayor¨ªa de edad, dejan de estar tutelados y dejan de vivir en estos recursos habitacionales. La encuesta que la entidad Arrels ha presentado este mi¨¦rcoles sobre las condiciones de vida y el perfil de las personas sin hogar en Barcelona muestra que el 41% de los j¨®venes de menos de 25 a?os que viven en la calle salen de instituciones. Es decir, que pasaron de vivir en centros de menores a dormir al raso. Sobre el total de personas sin hogar en la ciudad, los que antes vivieron en centros de menores representan el 15%. La entidad alerta de que este fen¨®meno ha crecido de la misma forma que ha crecido el sinhogarismo en general: en el ¨²ltimo recuento, de diciembre, en Barcelona hab¨ªa un r¨¦cord de 1.384 personas viviendo en la calle, un 12% m¨¢s que el a?o anterior.

En Catalu?a, seg¨²n los datos de mayo de la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), hay 5.308 ni?os y adolescentes que viven en un centro residencial de la Generalitat, y 74 que tienen otras situaciones, entre las cuales est¨¢n los recursos vinculados a la justicia juvenil. Tambi¨¦n, actualmente, hay 2.396 menores que migraron solos desde el extranjero. El problema de qu¨¦ ocurre con los j¨®venes extutelados cuando cumplen la mayor¨ªa de edad y dejan de contar con la obligada protecci¨®n que la administraci¨®n tiene que dar a los menores presenta varias facetas, y puede llevar a una situaci¨®n tan cr¨ªtica como quedarse en la calle. ¡°Haber vivido en un centro para infancia o j¨®venes es un factor de riesgo de sinhogarismo¡±, asevera Arrels en la nota que detalla los resultados de la encuesta.

Aunque la Generalitat cuenta con un ?rea de Apoyo a los J¨®venes Tutelados y Extutelados (ASJTET, por sus siglas en catal¨¢n), las dificultades a las que se encuentran son muchas, empezando por la p¨¦rdida del recurso habitacional o no tener una red familiar estable. Adem¨¢s, en el caso de los menores de origen extranjero, se encuentran con dificultades a la hora de obtener el padr¨®n para renovar la documentaci¨®n, lo que les supone un impedimento para acceder a recursos de servicios sociales o al sistema sanitario, tal y como alert¨® la semana pasada la Red de Entidades para el Padr¨®n.

Adem¨¢s de los extutelados, la presencia de j¨®venes en general viviendo en la calle es uno de los datos que salen de la encuesta de Arrels que m¨¢s preocupan a la entidad. La edad media de las personas que viven en la calle es de 43 a?os, y un 28% de la personas sin hogar en Barcelona tiene entre 18 y 35 a?os (la encuesta no ha tenido en cuenta los menores de edad sin hogar). Aunque la situaci¨®n de los m¨¢s mayores es normalmente de un gran deterioro ¡ªla entidad alerta de que cuanto m¨¢s se cronifica la vida en la calle m¨¢s problemas surgen y m¨¢s dif¨ªcil es solucionarlos y salir del bucle, y recuerda que hay casos de gente que lleva m¨¢s de 10 a?os viviendo en la calle¡ª, tambi¨¦n normalmente los que tienen m¨¢s edad reciben m¨¢s atenci¨®n. El estudio muestra que, en cambio, los j¨®venes son los que menos atenci¨®n reciben ya sea p¨²blica o privada: un 56% de los menores de 25 a?os y un 51% de los menores de 35 a?os manifiesta que no ha recibido atenci¨®n social en los ¨²ltimos seis meses, mientras que en edades m¨¢s avanzadas el porcentaje de personas que dice no haber recibido atenci¨®n va bajando.

Con todo, Arrels detecta un problema com¨²n a todas las edades: ni las administraciones ni las entidades son capaces de dar una respuesta r¨¢pida a la persona que de golpe se queda sin hogar. Seg¨²n la encuesta, el 81% de las personas sin hogar en Barcelona manifiesta que en el primer mes de vivir en la calle no ha recibido ning¨²n tipo de atenci¨®n social. En la rueda de prensa para presentar los resultados de la encuesta, la nueva directora de la entidad, Beatriz Fern¨¢ndez ¡ªque releva a Ferran Busquets despu¨¦s de 12 a?os dirigiendo Arrels¡ª ha recordado que en las situaciones de sinhogarismo ¡°hace falta una intervenci¨®n r¨¢pida¡±, puesto que cuanto m¨¢s tiempo pasa m¨¢s f¨¢cil es que se vayan sumando problemas, por ejemplo adicciones. Fern¨¢ndez ha reclamado m¨¢s coordinaci¨®n entre los servicios sociales y las entidades, y m¨¢s recursos y presencia en la calle para detectar cu¨¢les son las necesidades de los afectados.

El perfil de la persona sin hogar

La encuesta de Arrels se hizo por primera vez durante tres jornadas (en junio del a?o pasado) y durante el d¨ªa (hasta ahora se hac¨ªa de noche pensando en poder encontrar a las personas, pero se decidi¨® cambiar a una encuesta diurna y en colaboraci¨®n con 13 entidades para poder hacer encuestas de m¨¢s calidad), lo que impide hacer muchas comparaciones con encuestas anteriores. El perfil que dibuja la encuesta, a partir de entrevistas a 685 personas que viven en la calle, muestra que esta situaci¨®n afecta m¨¢s a los hombres (el 87% de los encuestados), y que el tiempo medio de estada en la calle es de cuatro a?os y cinco meses ¡ªun a?o menos que en 2020, pero todav¨ªa un a?o m¨¢s que antes de la pandemia, lo que indica que no se ha recuperado la situaci¨®n anterior a la covid¡ª. Esta cronificaci¨®n de la situaci¨®n de sinhogarismo preocupa a Arrels, por los problemas asociados que genera en las personas sin hogar.

Adem¨¢s, m¨¢s de un tercio de los encuestados manifiesta que antes de quedarse en la calle viv¨ªa en u piso de propiedad o de alquiler, y que un 18% (contando j¨®venes y adultos) viv¨ªa en una instituci¨®n. El 72% de los encuestados dice que puede cubrir sus necesidades m¨¢s b¨¢sicas (higiene y alimentaci¨®n, aunque no tiene por qu¨¦ ser comida caliente) pero ocho de cada 10 dice que tienen muchas dificultades para conseguir dinero. La segunda mayor dificultad es encontrar un sitio para dormir.

Fern¨¢ndez ha reclamado pol¨ªticas para hacer efectivo el derecho a la vivienda, con m¨¢s recursos habitacionales pero tambi¨¦n con mecanismos para evitar que nadie se quede sin casa. Pero estas pol¨ªticas a largo plazo deben combinarse con pol¨ªticas de emergencia, y en este sentido ha pedido que haya espacios ¡°de baja exigencia¡±, es decir, espacios p¨²blicos donde la gente sin hogar pueda estar, algo que est¨¢ previsto en la futura ley del sinhogarismo, que lleva esperando su aprobaci¨®n en el Parlament desde enero de 2022. La directora de la entidad tambi¨¦n ha reclamado que los Ayuntamientos cumplan con sus obligaciones en el empadronamiento y ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona, que gobierna Jaume Collboni, que revise el l¨ªmite temporal de seis meses en los recursos habitacionales: ¡°No es realista que una persona sin hogar logre estabilidad en medio a?o¡±, ha apuntado. Arrels tambi¨¦n ha pedido al Ayuntamiento poder dar su visi¨®n en la modificaci¨®n de las ordenanzas municipales, que desde hace a?os sancionan muchas pr¨¢cticas, como beber en la calle, que una persona sin hogar solo puede hacer en la calle, bajo riesgo de ser multado.

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