La vivienda de temporada copa el 40% de la oferta de alquiler de Barcelona

El alquiler de temporada lo forman aquellos pisos cuyos contratos se sit¨²an en periodos que van de los 31 d¨ªas a los 11 meses. Era una modalidad circunstancial para acomodar a inquilinos necesitados de periodos m¨¢s largos que los que se pasa en un alojamiento tur¨ªstico pero m¨¢s cortos que los normales para una vivienda habitual. Pero las condiciones regulatorias y del mercado los han acabado situando como un r¨¦gimen contractual que compite con cualquier otro. Al menos as¨ª lo certifica el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona, que en su ¨²ltimo estudio afirma que el 40% de la of...

El alquiler de temporada lo forman aquellos pisos cuyos contratos se sit¨²an en periodos que van de los 31 d¨ªas a los 11 meses. Era una modalidad circunstancial para acomodar a inquilinos necesitados de periodos m¨¢s largos que los que se pasa en un alojamiento tur¨ªstico pero m¨¢s cortos que los normales para una vivienda habitual. Pero las condiciones regulatorias y del mercado los han acabado situando como un r¨¦gimen contractual que compite con cualquier otro. Al menos as¨ª lo certifica el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona, que en su ¨²ltimo estudio afirma que el 40% de la oferta de alquiler de Barcelona y un 25% de Catalu?a cubre esa tipolog¨ªa, que se ha convertido en una v¨ªa de agua de la normativa actual que el Gobierno trata de frenar.

Los datos del Observatorio, dependiente de las principales administraciones catalanas (Ayuntamiento, ?rea Metropolitana, Diputaci¨®n de Barcelona y Generalitat), surgen de los anuncios publicados en el portal Habitaclia, despu¨¦s de haber sido depurados para excluir oferta destinada expl¨ªcitamente a la demanda tur¨ªstica. Sus autores sostienen que la explicaci¨®n de ese nuevo protagonismo sea ¡°probablemente¡± la entrada en vigor en Catalu?a de la ley que intenta regular los precios de las rentas a trav¨¦s de precios de referencia.

De hecho, el alquiler de temporada ha tenido dos grandes auges posteriores al estreno de regulaciones. El primero, entre los a?os 2020 y 2022, cuando estuvo en vigor la ley catalana hasta que la tumb¨® el Tribunal Constitucional. El segundo periodo se produjo a partir del segundo trimestre de 2023, despu¨¦s de que el Gobierno central consiguiera la convalidaci¨®n de la ley de vivienda, que reintroduc¨ªa los precios m¨¢ximos en los municipios con mayor demanda de vivienda. Los contratos de vivienda temporal han vivido desde entonces su apogeo, consiguiendo una cuota r¨¦cord del 48% en Barcelona (33,7% en Catalu?a) en el tercer trimestre, que se ha ido modulando hasta una cuota del 39,6% del primer trimestre.

Contratos espec¨ªficos

En la capital catalana se concentra el 65% de toda la oferta, mientras que su ¨¢rea metropolitana a?ade otro 9% del total catal¨¢n de este tipo de vivienda regulado a trav¨¦s de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Esta norma obliga a que los usuarios de este tipo de contratos especifiquen en los acuerdos con sus caseros d¨®nde est¨¢ su residencia habitual, la direcci¨®n de empadronamiento y el motivo de la estancia temporal.

Considerada por las administraciones como una trampa para saltarse la ley de la vivienda, el Gobierno plantea la posibilidad de aprobar un real decreto para que este tipo de pisos figuren en el registro de pisos tur¨ªsticos

El Observatorio Metropolitano de la Vivienda considera que una vez aplicada la ley de la vivienda, que supon¨ªa el estreno del ¨ªndice de referencia en las denominadas zonas tensionadas, la oferta de pisos de alquiler se ha reducido a la mitad en Catalu?a a tenor de los anuncios publicados en los portales inmobiliarios. Pero abre un interrogante sobre si en el futuro se mantendr¨¢ ese cierre del grifo, que confirma las advertencias de los promotores de que la medida ahuyenta no solo a los actuales propietarios de pisos sino a las posibles promociones de pisos de alquiler en el futuro.

El trabajo para identificar los pisos de temporada en el portal Habitaclia no ha sido sencillo. Ha consistido en un barrido manual, para descartar aquellos que entraran en los conceptos ¡°vacacional¡±, ¡°tur¨ªstico¡± y ¡°por d¨ªas¡±, vinculados a los alojamientos destinados a visitantes, y de otras descripciones que situaran los pisos como de alquiler permanente.

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