La metamorfosis de Barcelona

La ciudad es un organismo vivo que se transforma constantemente. A veces los cambios son imperceptibles, como placas tect¨®nicas que se van desplazando, pero en ocasiones se aceleran. Este es uno de esos momentos. Barcelona es una ciudad en metamorfosis. No hablo del paisaje, que permanece bastante estable, sino del paisanaje. Los datos del nuevo padr¨®n municipal revelan cambios sobre los que conviene reflexionar.

El primero: la ciudad est¨¢ a punto de tener m¨¢s perros y gatos que ni?os. S¨®lo en uno de cada cinco hogares hay alg¨²n menor de 18 a?os. En 1981, los menores de 18 a?os eran el 21,3% de la poblaci¨®n y los mayores de 65, el 13,3%. La proporci¨®n se ha invertido totalmente: 12,2% de menores frente a 21,2% de mayores. Y cada vez habr¨¢ menos ni?os porque la tasa de fecundidad no llega a 1,2 hijos por mujer. El promedio de Barcelona es de 3,6 adultos por cada ni?o, pero en el barrio G¨°tic son 8,2; en El Born, 7,4, y en la Barceloneta 6,2. La parte de la ciudad m¨¢s colonizada por el turismo es la que menos ni?os tiene. Y atenci¨®n, en uno de cada tres hogares solo se necesita un plato en la mesa. Y de hecho, los hogares unipersonales son la tipolog¨ªa que m¨¢s aumenta. Esto es algo que la ciudad se tendr¨¢ que plantear si quiere mantener el tejido social.

Es tambi¨¦n una ciudad cada vez m¨¢s diversa. Barcelona ha ganado habitantes (hora tiene 1,7 millones, un 2,8% m¨¢s) pero no es por el crecimiento vegetativo, que es negativo. En 2023 s¨®lo hubo 11.000 nacimientos, la cifra m¨¢s baja desde 1900 si exceptuamos los a?os de la Guerra Civil. Los ha ganado gracias a la inmigraci¨®n. Una inmigraci¨®n en gran parte cualificada: el 45% de quienes se empadronaron el a?o pasado ten¨ªan estudios universitarios. En conjunto, el 36% de los habitantes de Barcelona tiene estudios superiores, lo que la sit¨²a en muy buena posici¨®n para los retos de la transici¨®n tecnol¨®gica.

En 2023 han llegado 54.000 extranjeros procedentes de 180 pa¨ªses. Los nacidos en Barcelona son menos (46,1%) que los nacidos fuera de la ciudad. Todav¨ªa vive parte de quienes protagonizaron el ¨¦xodo del campo en el siglo pasado, pero ese ¨¦xodo termin¨® hace tiempo, y ahora es sustituido por la inmigraci¨®n extranjera, en proporciones similares a la de los a?os sesenta.

Del cruce de tendencias emerge una ciudad cada vez m¨¢s mayor, m¨¢s culta pero tambi¨¦n m¨¢s individualista y solitaria. No es un fen¨®meno exclusivo de Barcelona, pero Barcelona tiene algunos factores que lo intensifican. El m¨¢s importante es que el desproporcionado aumento del precio de la vivienda por la competencia del turismo y de los residentes temporales expulsa hacia la periferia a los j¨®venes en edad de formar una familia.

Todo esto genera una sociedad de agudos contrastes, cada vez m¨¢s polarizada. Hay una ciudad joven, creativa, din¨¢mica y vital, formada por profesionales de sectores pujantes, n¨®madas digitales y estudiantes de m¨¢ster, y una ciudad invisible, que se ocupa de ofrecer servicios a los primeros, pasa apuros para llegar a final de mes, vive con angustia la renovaci¨®n del contrato de alquiler y cuando se hace mayor, se queda horas mirando a trav¨¦s del visillo pensando que lo peor de hacerse viejo es la soledad.

Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal