Poblenou: el para¨ªso barcelon¨¦s de los n¨®madas digitales
La llegada de extranjeros que trabajan para empresas de todo el mundo desde Barcelona se ha disparado desde la pandemia. Los precios y la playa, lo que m¨¢s valoran
Issei Aono es de Tokio. Vivi¨® en M¨¦xico y ahora trabaja en remoto como redactor de p¨¢ginas web desde Barcelona, pero en breve se marchar¨¢ a Tailandia: el yen se ha devaluado y busca una ciudad m¨¢s barata. Safia Mimoun naci¨® en T¨¢nger, vivi¨® en Par¨ªs, es consultora de m¨¢rketing digital y recal¨® en primavera en Barcelona, desde donde trabaja para startups francesas. Aude Omerin, parisina y freelance, lleva solo un mes aqu¨ª y en nada cambia de destino: ?msterdam. Tambi¨¦n es de Par¨ªs Cyprien Cl¨¦ment-Delmas, director de arte y fot¨®grafo, vive desde hace a?os de ciudad en ciudad, en varios pa¨ªses. Y de Estados Unidos es Ashley Duque: Barcelona es la decimoquinta ciudad donde se establece. Esta vez, asegura, no se mueve.
Tienen entre 27 y 40 a?os y son n¨®madas digitales. Trabajan desde cualquier ciudad del mundo para empresas o clientes de todo el mundo. Y todos viven en el popular barrio del Poblenou de Barcelona, de pasado industrial y ahora el para¨ªso para estos profesionales. ?Por qu¨¦? El clima; la proximidad con la playa; los precios, que les parecen bajos; y lo que consideran una ciudad tranquila comparada con megaurbes como Londres, Nueva York o Tokio.
La llegada de n¨®madas a la ciudad se ha multiplicado por seis desde la pandemia, si se consulta el portal nomadlist.com, donde pueden inscribirse estos profesionales. No son cifras oficiales, pero el portal reporta que de mil llegadas al mes en marzo de 2021, han pasado a m¨¢s de 6.000 en septiembre pasado. La administraci¨®n, a trav¨¦s de Turisme de Barcelona, promueve su aterrizaje capt¨¢ndoles con campa?as en sus pa¨ªses. Y Barcelona Global, la m¨¢s nueva de las asociaciones empresariales y centrada en la acogida de expatriados ¨Dmuchos vinculados al 22@ el distrito tecnol¨®gico tambi¨¦n, en el Poblenou¨D, celebra esta nueva v¨ªa de ¡°captaci¨®n de talento¡±. El visado espec¨ªfico para estos perfiles que forma parte de la Ley de Startups, pendiente de aprobar en el Congreso, permitir¨¢ ampliar y cuantificar el fen¨®meno, apuntan las dos organizaciones. El viernes, el d¨²o Pantomima Full dedic¨® su parodia semanal a los n¨®madas digitales.
Para encontrar a los perfiles citados al comienzo del texto bast¨® con acercarse a cafeter¨ªas o coworkings del Poblenou. El restaurante Sopa; el caf¨¦ especializado en ¡°brunch de insipiraci¨®n neozelandesa¡± Little Fern, o al local que comparten el Syra Cafee y el coworking Itnig. Barcelona tiene 329 espacios de trabajo. WeWork, gigante del sector, tiene seis en la ciudad, tres de ellos en el Poblenou.
Los n¨®madas digitales tienen un mayor poder adquisitivo que el barcelon¨¦s medio. Viven pegados a un Iphone, con un port¨¢til bajo el brazo, trabajando en cafeter¨ªas con buen tiro de wifi, en ¡®coworkings¡¯, o en casa.
Los n¨®madas digitales tienen un mayor poder adquisitivo que el barcelon¨¦s medio. Viven pegados a un Iphone, con un port¨¢til bajo el brazo, trabajando en cafeter¨ªas con buen tiro de wifi, en coworkings, o en casa. Y adapt¨¢ndose a los horarios de sus clientes, si son de otros continentes. Compran habitualmente de cadenas de comida saludable (Ametller Origen tiene dos en la Rambla del Poblenou y en las colas se escucha ingl¨¦s con frecuencia). Algunos tienen poco tiempo y piden para comer desde los espacios de trabajo compartido: a cualquier hora puedes ver riders entrando con platos preparados. Est¨¢n entusiasmad¨ªsimos de vivir cerca del mar: v¨®ley playa, correr, pilates. No se declaran especialmente fiesteros ni noct¨¢mbulos, atr¨¢s qued¨® su frenes¨ª de estudiantes. Y muchos llegan a Barcelona hartos de ciudades m¨¢s fren¨¦ticas u hostiles.
Safia Mimoun (31 a?os), lo pas¨® mal encerrada durante la pandemia en un piso de Par¨ªs. Su marido es franc¨¦s y eligieron Barcelona ¡°porque est¨¢ a medio camino entre Francia y Marruecos, y por la playa y la naturaleza¡±. Conocieron la ciudad siendo universitarios. Encontrar piso ahora fue una odisea. ¡°Nos cost¨® tres meses, hasta que constatamos que era la guerra, parec¨ªa un casting a ver qui¨¦n era m¨¢s rico, y ofrecimos seis meses por adelantado¡±. Les sali¨® bien. Pagan 1.800 al mes. Tienen terraza y est¨¢n a dos sem¨¢foros de la playa. ¡°A m¨ª tambi¨¦n me gustar¨ªa que los pisos fueran m¨¢s asequibles¡±, responde Mimoun cuando se le pregunta si conoce el impacto negativo de la llegada de extranjeros en los precios.
Es el principal reproche que los vecinos del Poblenou hacen a los n¨®madas. ¡°Ven¨ªamos de un mercado inmobiliario tensionado por los empleados del 22@ y los n¨®madas han hecho que llueva sobre mojado. Los vecinos no podemos competir con ellos¡±, lamenta desde el Observatorio de Barrios del Poblenou Albert Val¨¨ncia. Hace unas semanas se ense?aba un piso y se form¨® tal cola que hasta la Guardia Urbana pregunt¨® qu¨¦ pasaba: hab¨ªa 80 extranjeros en la calle. La inmobiliaria recibi¨® decenas de correos de aspirantes presumiendo de ingresos estratosf¨¦ricos.
Val¨¨ncia va m¨¢s all¨¢ al cuestionar a los n¨®madas: ¡°Utilizan el Poblenou como un bien de consumo, es una experiencia m¨¢s para ellos, en la fiesta mayor, en las barras, ped¨ªamos 1,5 euros por una cerveza y entend¨ªan 15. Y quer¨ªan llevarse ¡®el vaso del Poblenou¡¯, recuerdo de una ciudad m¨¢s¡±. El antrop¨®logo y vecino Jos¨¦ Mansilla coincide en que ¡°consumen espacio, no se integran, no aprenden el idioma y si quedan lo hacen a trav¨¦s de plataformas digitales¡±. ¡°Somos un destino low cost¡±, remacha Val¨¨ncia.
El coste de la vida en la ciudad es determinante para los n¨®madas. Ashley Duque (40 a?os), especialista en tecnolog¨ªa e inteligencia artificial y CEO de su propia empresa, Almma, con sede en Nueva York, cita lo econ¨®mico que resulta Barcelona en cuestiones como la sanidad: ¡°Aqu¨ª es m¨¢s barata la salud privada que la p¨²blica en Estados Unidos¡±. Paga 2.000 euros de alquiler en el Poblenou y es consciente de que es una privilegiada. Asegura que planea crear empleo en la ciudad. Dos conocidas est¨¢n pendientes del nuevo visado para venir, cuenta.
El coste de la vida en la ciudad es determinante para los n¨®madas. Ashley Duque paga 2.000 euros de alquiler en el Poblenou y es consciente de que es una privilegiada.
Alexandra Marc¨®, directora de Mercadotecnia de Turismo de Barcelona, que busca atraer a n¨®madas digitales con la campa?a Workation, cree que el futuro permiso de trabajo ¡°permitir¨¢ tener datos fiables de la figura del n¨®mada digital que no procede de pa¨ªses europeos sino de Estados Unidos, Canad¨¢ o pa¨ªses asi¨¢ticos¡±. Sobre el perfil de los profesionales, apunta: ¡°Son muy techies: programadores, analistas de datos, dise?adores web; pero tambi¨¦n traductores, dise?adores gr¨¢ficos¡±. El CEO de Barcelona Global, Mateu Hern¨¢ndez, celebra el auge de los n¨®madas digitales, acelerado por la pandemia y cada vez en m¨¢s sectores. Grandes corporaciones, se?ala, apuestan por prescindir de edificios corporativos y, con lo que ahorran, organizan encuentros de empleados en cualquier enclave atractivo. Hern¨¢ndez aplaude a ¡°pa¨ªses como Portugal, Estonia, Letonia, B¨¢lticos o Grecia, que van por delante en legislaci¨®n¡±.
El visado que ha creado Portugal ha sido determinante para Lisboa. Lo explica el cofundador de la agencia de alquiler de apartamentos Ukio, Jeremy Fourteau, que ha observado que la ciudad compite con Barcelona, donde entre el 35% y el 50% de sus clientes son n¨®madas digitales. Pagan a partir de 2.500 euros por pisos que sus propietarios dejan vac¨ªos durante unos a?os y la empresa los decora y amuebla. Los n¨®madas tambi¨¦n recurren a Airbnb. Fuentes del portal anotan, sin citar una ciudad concreta, que las estancias de m¨¢s de 28 d¨ªas han crecido casi un 90% respecto al ¨²ltimo segundo trimestre prepand¨¦mico. Son ya una quinta parte de su negocio.
Desde Barcelona Global, Mateu Hern¨¢ndez concluye que la presencia de n¨®madas es complementaria con la implantaci¨®n de sedes f¨ªsicas de empresas internacionales que atraen expatriados, trabajadores con estancias m¨¢s largas. ¡°Tener n¨®madas en una ciudad se retroalimenta con la implantaci¨®n de sedes, las empresas pueden tener en cuenta una ciudad atractiva para sus empleados cuanto tenga proyectos formales de expansi¨®n¡±, destaca. ¡°Nos consta que gigantes digitales como Meta, Google, Amazon, Apple, Sales Force se han sorprendido del magnetismo de Barcelona para los n¨®madas digitales que trabajan para ellos¡±, celebra. Sobre el impacto de su presencia en el precio de los pisos, valora: ¡°Puede pasar, pero mejor tener estos perfiles, y gestionar lo que comporta; que no tenerlos¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.