Son las culturas
La cultura nos une y nos divide m¨¢s que la econom¨ªa. Nos cuesta m¨¢s avecinarnos a otra cultura que a m¨¢s o menos renta y riqueza
Y no la econom¨ªa. Las culturas, los modos de vida aprendidos y heredables, importan m¨¢s que los medios de vida, es decir, que la econom¨ªa. La cultura nos une y nos divide m¨¢s que la econom¨ªa. As¨ª, la buena noticia de que el producto interior bruto de Barcelona super¨® los 100.000 millones de euros en 2023 ocup¨® mucho menos tiempo y espacio informativos que las referencias continuas e inquietas de nuestros medios de comunicaci¨®n a la poblaci¨®n inmigrada, a sus culturas de origen, m¨¢s o menos distintas de la nuestra y a los problemas de convivencia que surgen. Para ejemplo, este mismo art¨ªculo.
La ciudad de Barcelona, seg¨²n su Ayuntamiento, albergaba a inicios de 2024 a 432.556 extranjeros. Italianos, colombianos y pakistan¨ªes son, por este orden, los m¨¢s numerosos. Eso es algo as¨ª como una cuarta parte de la poblaci¨®n barcelonesa, un tercio si a?adimos a los nacidos en el extranjero. Reticencias, roces y resquemores no los hay con los italianos -ni con los franceses-, muy pocos con los colombianos -o con los venezolanos-, pero m¨¢s con los pakistan¨ªes -o con los magreb¨ªes-. Y es que, insisto, nos cuesta m¨¢s avecinarnos a otra cultura que a m¨¢s o menos renta y riqueza. Y ello es particularmente cierto en el caso de la gran cultura isl¨¢mica, los musulmanes son m¨¢s de 600.000 en Catalu?a.
El Centro Cultural Isl¨¢mico Catal¨¢n, calle Rafael Capdevila, 1-3, en El Clot, enriquece la ciudad, pero el rumor de que la antigua Plaza de Toros Monumental pudiera convertirse en una gran mezquita solo es ruido, pero aunque fuera una idea seria, no creo que pasara a proyecto, menos a¨²n que se realizara: Barcelona no parece estar preparada para reunir a 40.000 musulmanes cada viernes por la ma?ana en la Gran V¨ªa. Queda camino por recorrer. Para acercarnos, todo es querer empezar y una buena comida es un magn¨ªfico arranque: recomiendo Haveli BCN Restaurante, en Cabanes, 32, para la comida asi¨¢tica en general, o Halal Marrakech, B¨¦jar, 87, para la marroqu¨ª, hay muchos otros parecidamente buenos: Mazah, Karakala, Silan, Volubis, Casablanca, etc. M¨¢s all¨¢ de la comida, la ejemplar Casa Asia, ahora en El Raval, Elisabeths, 24, a¨²na a todas las grandes culturas asi¨¢ticas. Fuera de Barcelona, este a?o, la 27? edici¨®n de la Fira Mediterr¨¤nia de Manresa pone el foco en el Magreb, con 75 propuestas, a partir del 10 de octubre, bastantes de ellas centradas en la disidencia. Otras recomendaciones son visitar el Pla d?Almat¨¤, en Balaguer, un yacimiento arqueol¨®gico extraordinario situado en un antiguo campamento militar andalus¨ª, o, de vuelta a Barcelona, el cementerio isl¨¢mico del Born.
Y, naturalmente, est¨¢n las personas: Najat El Hachmi, escritora catalana de origen marroqu¨ª, naci¨® en Nador, creci¨® en Vic y se gradu¨® de filolog¨ªa ¨¢rabe en la Universitat de Barcelona. Ha escrito varias novelas, ha ganado el Premio Nadal y dio el preg¨®n de la Fiesta Mayor de Barcelona el a?o pasado. En sus libros combate el islamismo tradicional, sesgadamente masculino. Se podr¨¢ estar m¨¢s o menos de acuerdo o en desacuerdo con sus tesis, desde luego, radicales, pero esta autora encarna una cultura en pleno cambio, si no en ebullici¨®n. Las culturas evolucionan. D¨¦mosles un respiro.
Pablo Salvador Coderch es Catedr¨¢tico em¨¦rito de derecho civil en la Universitat Pompeu Fabra
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