El italiano que casi atrapa al terrorista de La Rambla y 120 m¨¢s: los olvidados del 17-A
La sentencia concluy¨® que era inviable conocer el n¨²mero de v¨ªctimas. El fallo reconoci¨® a 368, seg¨²n el Ministerio del Interior. A dos meses de que venza el plazo, 91 a¨²n no han sido indemnizadas
La comisi¨®n de investigaci¨®n sobre los atentados de Barcelona y Cambrils, que toma forma en el Congreso, no despejar¨¢ la gran inc¨®gnita del segundo mayor atentado yihadista perpetrado en Espa?a: cu¨¢ntas v¨ªctimas caus¨®. El Ministerio del Interior concluye, en base a la sentencia del caso, que fueron 368 entre fallecidos (16) y personas que sufrieron da?os f¨ªsicos o psicol¨®gicos. La mayor¨ªa de ellas ya han sido indemnizadas. Pero, a dos meses para que venza el plazo legal, hay 91 que a¨²n no, bien porque no han presentado la solicitud, bien porque esperan que se resuelva. En estos siete a?os, las v¨ªctimas han denunciado el ¡°abandono¡± de la administraci¨®n. Un desamparo que es total para otras 120 personas que, aunque vivieron los hechos y figuran en el sumario judicial, nunca tuvieron ni la oportunidad de ser reconocidas como v¨ªctimas.
La tarde del 17 de agosto de 2017, el italiano Antonio Barbiero paseaba con su mujer y su hija por La Rambla de Barcelona cuando vio una furgoneta ¡°atropellando a la gente¡± a toda velocidad. Tras chocar contra un kiosco, el veh¨ªculo se detuvo a escasos 50 metros de su posici¨®n. Sin pensarlo, Barbiero se acerc¨®, abri¨® la puerta del conductor y se vio frente a frente con Younes Abouyaaqoub, uno de los miembros de la c¨¦lula yihadista de Ripoll. ¡°?Bomba, bomba!¡±, le grit¨® el joven. El hombre qued¨® paralizado unos segundos, los que necesitaba el terrorista para zafarse de ¨¦l y salir corriendo. Su declaraci¨®n consta en un atestado policial y la escena fue captada por c¨¢maras de vigilancia. Al d¨ªa siguiente, la familia subi¨® a un avi¨®n de regreso a casa.
Nadie sigui¨® la pista de Barbiero. Ni los investigadores primero ni la administraci¨®n despu¨¦s contactaron con ¨¦l para preguntarle c¨®mo estaba o para informarle de que, quiz¨¢s, ten¨ªa derecho a ser considerado v¨ªctima del terrorismo y a recibir una indemnizaci¨®n, confirma desde Italia. Como muchos otros afectados por el atropello masivo de La Rambla, ha padecido secuelas: ansiedad, pesadillas. Pero su nombre ha quedado sepultado entre los miles de folios del sumario, lo mismo que los de otras 120 personas que estuvieron all¨ª y pudieron sufrir heridas y, sobre todo, da?os psicol¨®gicos.
Robert Manrique intent¨® rescatarlas del olvido. V¨ªctima del atentado de ETA en Hipercor, cre¨® la entidad UAVAT para apoyar a los afectados del 17-A. Manrique muestra una pizarra donde tiene anotada, en rojo, la identidad de 123 personas que localiz¨® buceando en el sumario. Muchos son extranjeros. En los atestados aparecen sus n¨²meros de tel¨¦fono. ¡°Si la administraci¨®n hubiera sido proactiva, podr¨ªa haberlos contactado¡±, lamenta. Para Barbiero y el resto es tarde: la ley de v¨ªctimas de terrorismo da un a?o a los afectados, desde la fecha de los hechos, para reclamar la condici¨®n de v¨ªctimas. De haber aparecido su nombre en la sentencia ser¨ªa distinto, pero eso no pas¨®. ?Por qu¨¦?
Una investigaci¨®n ca¨®tica y muchos turistas
En mayo de 2021, la Audiencia Nacional conden¨® a los tres miembros de la c¨¦lula de Ripoll que fueron juzgados; los autores materiales, incluido el conductor homicida de La Ramba, fueron abatidos por los Mossos. El tribunal se esforz¨® por identificar a las v¨ªctimas y garantizar su derecho a la verdad. Pero el presidente, F¨¦lix Alfonso Guevara, admiti¨® que iba a ser una tarea incompleta. La instrucci¨®n judicial no tramit¨® de forma ¡°sistem¨¢tica¡± la pieza sobre fallecidos y lesionados, lo que ¡°impide conocer el verdadero n¨²mero de personas lesionadas en los distintos escenarios¡± de los ataques, as¨ª como ¡°el alcance de los perjuicios sufridos¡±. No ayud¨® que el atentado ocurriera en pleno agosto y en un lugar tur¨ªstico: muchos afectados son turistas que regresaron a sus pa¨ªses tras una breve declaraci¨®n y sin haber recibido asistencia m¨¦dica. Las v¨ªctimas, subray¨® la sentencia, ¡°han sido las grandes olvidadas¡± del caso.
La sentencia es un ancla. Cita a las personas con da?os f¨ªsicos o psicol¨®gicos, pero no en todos los casos de una forma suficientemente clara. Aunque los n¨²meros bailen, Interior contabiliza 368, que son las que considera v¨ªctimas del terrorismo. ¡°Las que no figuran en la sentencia no tienen esa condici¨®n¡±, afirma un portavoz. Ya antes del juicio, el Gobierno hab¨ªa indemnizado en v¨ªa administrativa a 143 personas, las que acreditaron lesiones f¨ªsicas. Quedaron pendientes otras 225, la mayor¨ªa con secuelas psicol¨®gicas. Para ellas, la burocracia no se activ¨® hasta el pasado noviembre de 2023, cuando el Tribunal Supremo dict¨® la sentencia definitiva.
Desde que la sentencia es firme, el plazo para reclamar (siempre a iniciativa del afectado) es de un a?o, de modo que quedan dos meses. Seg¨²n los datos facilitados a este diario por Interior, se han recibido 167 y se han resuelto 134, por lo que 33 est¨¢n a la espera. Otras 58 v¨ªctimas no han presentado a¨²n, por el motivo que sea, la solicitud. Algunas porque ignoraban su condici¨®n. Como una mujer que, en la conmemoraci¨®n del s¨¦ptimo aniversario de la tragedia, este verano, deposit¨® un ramo de flores en La Rambla y se ech¨® a llorar. Manrique se acerc¨® a ella y descubri¨® que su nombre aparec¨ªa en la sentencia del 17-A. Interior asegura que ha abonado hasta la fecha 8,6 millones en indemnizaciones.
Miguel Gallego, asesor jur¨ªdico de la Asociaci¨®n 11-M ¡ªque fue acusaci¨®n popular en el juicio y represent¨® a 74 v¨ªctimas¡ª lamenta que, dada la ¡°enorme laguna de la instrucci¨®n judicial¡± en cuanto a las v¨ªctimas, ¡°el ministerio no haya sido m¨¢s proactivo¡± y pide un cambio legal para que las reclamaciones puedan instarse tambi¨¦n ¡°de oficio¡±. Gallego explica que, desde la sentencia del Supremo, muchos afectados han recibido cartas en las que les invitan a reclamar su condici¨®n de v¨ªctimas y considera que quienes no lo han hecho pueden ser en su mayor¨ªa turistas. Interior asegura que ¡°se ha recabado toda la informaci¨®n posible¡± sobre los extranjeros, pero admite que es ¡°un proceso dif¨ªcil¡± y que ¡°en algunos casos no ha sido viable la localizaci¨®n¡±.
A Miguel L¨®pez, que el 17 de agosto estaba con su hija en La Rambla, nadie lo busc¨® los primeros d¨ªas ni ¨¦l estaba para dirigirse a la oficina de atenci¨®n a v¨ªctimas (abierta solo una semana) o para reclamar nada. ¡°Le¨ª en el diario que estaban buscando v¨ªctimas. Llam¨¦ y se puso Robert [Manrique]. Y ah¨ª ya cambi¨® todo. Sin su ayuda, pocos hubi¨¦semos sabido qu¨¦ hacer¡±, cuenta. L¨®pez lamenta tambi¨¦n que el plazo para solicitarlo sea de un solo a?o cuando ¡°hay gente que en ese tiempo no ha podido salir de casa¡±. Y critica la frialdad de la administraci¨®n. Encontr¨® el apoyo de un grupo de mossos que, voluntariamente, se coordinaron para ponerse a disposici¨®n de las v¨ªctimas para lo que necesitara. De Interior solo ha recibido, este verano, una notificaci¨®n con una propuesta de indemnizaci¨®n por sus secuelas psicol¨®gicas. La ha aceptado sin discutir el informe porque, asegura, quiere ¡°pasar p¨¢gina¡±.
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