El monstruo de las siete cabezas
Casos judiciales m¨¢s que cuestionables, como la causa contra el fiscal general, forman parte de una campa?a de acoso al Gobierno
El Tribunal Supremo acaba de tomar la ins¨®lita decisi¨®n de investigar al fiscal general del Estado, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, por posible revelaci¨®n de secretos en la filtraci¨®n de unos correos que el novio de Isabel D¨ªaz Ayuso envi¨® a la Fiscal¨ªa reconociendo dos delitos de fraude fiscal y proponiendo un acuerdo de conformidad. En realidad, se abre causa sin m¨¢s indicios que una coincidencia temporal entre la filtraci¨®n y el acceso del fiscal general a esos correos, que ya llevaban un mes circulando y a los que ten¨ªan acceso otras personas. De haberse aplicado antes este criterio, el Tribunal Supremo al completo estar¨ªa imputado por las constantes filtraciones de sus decisiones, comenzando por la politizada sala segunda de lo Penal que preside Manuel Marchena. Cuando se filtr¨® la sentencia del proc¨¦s, Marchena se limit¨® a decir que lo sent¨ªa ¡°de coraz¨®n¡±.
Es obvio que la decisi¨®n del Supremo tiene efectos pol¨ªticos. Da munici¨®n y contribuye a la campa?a de acoso y derribo que el PP lleva a cabo contra el Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Nadie olvida que un dirigente del PP presumi¨® de que el partido controlar¨ªa el alto tribunal por la puerta de atr¨¢s. Isabel D¨ªaz Ayuso es la instigadora de todo este l¨ªo. En defensa de su novio, que ha reconocido haberse inventado facturas por valor de 1,8 millones para defraudar 350.000 euros en impuestos, mont¨® todo este n¨²mero. Ahora trata de construir un relato en el que el delincuente y la acosadora aparezcan como v¨ªctimas.
Pero lo que demuestra este caso es que hay una constante sinergia entre las posiciones que defiende el PP y una parte del sistema judicial. Ya se vio en la instrucci¨®n de las causas del proc¨¦s y en la resistencia a aplicar la ley de la amnist¨ªa. De todo ello se extrae un patr¨®n: la existencia de un poder paralelo incrustado en las instituciones que act¨²a de forma concertada cada vez con m¨¢s descaro, y que tiene como objetivo derribar al Gobierno. Ya lo dijo el portavoz del PP Miguel Tellado: ¡°Por todos los medios a nuestro alcance¡±.
Es dif¨ªcil atacar a Pedro S¨¢nchez por las pol¨ªticas que aplica: est¨¢ actuando en los asuntos que m¨¢s preocupan, como la vivienda o las condiciones laborales, y la econom¨ªa va mejor que bien, con una de las tasas de crecimiento m¨¢s altas de la zona euro. As¨ª que el PP necesita aferrarse al falso relato de que este es el gobierno m¨¢s corrupto de la historia, aunque quien lo dice sea un partido que tiene abiertas todav¨ªa m¨¢s de veinte causas por corrupci¨®n.
Pero para montar este relato, necesita la ayuda de la judicatura. El caso Koldo le ha venido como anillo al dedo, pero no es suficiente. Para eso sirven ahora la imputaci¨®n de Bego?a G¨®mez y la investigaci¨®n al fiscal general. El monstruo que abandera esta estrategia de acoso tiene siete cabezas y siempre hay alguna de ellas asomando por el Congreso, el Senado, la judicatura y por un sistema medi¨¢tico af¨ªn cuya misi¨®n es amplificar el relato, como si todo fuera un gran esc¨¢ndalo. Y lo peor es que pueden salirse con la suya. No ser¨ªa la primera vez. Recordad a Dilma Rousseff.
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