Pactos contra el temporal en Catalu?a

En Esquerra se resisten a enterrar la costumbre de mirar simult¨¢neamente por el retrovisor de la izquierda ¨Cpara ver qu¨¦ ventaja le llevan al PSC¨C y por el de la derecha para saber a qu¨¦ velocidad viene Junts per Catalunya. Y ello a pesar de que tanto los de Salvador Illa como los de Carles Puigdemont les han adelantado. Los socialistas se han hecho con el control de la Generalitat y Junts ha conseguido la primogenitura del independentismo. Los republicanos son la tercera fuerza pol¨ªtica y, sumidos en el proceso de elecci¨®n de la nueva direcci¨®n, afloran los viejos fantasmas. ERC debe superar complejos. Lo ha hecho en la pr¨¢ctica, apoyando al Gobierno central o haciendo presidente a Salvador Illa, pero se resiste a sepultarlos. ¡°El republicanismo catal¨¢n y su suerte est¨¢ ligada a la de las izquierdas espa?olas. Bildu ya lo entendi¨®¡±, sintetiz¨® a este diario Joan Tard¨¤, veterano dirigente de ERC.

Mientras lo nuevo no nace, lo viejo se resiste a morir en el fragor de la lucha por hacerse con el control del partido. Ah¨ª habr¨ªa que inscribir la propuesta planteada por las dos corrientes contendientes Milit¨¤ncia Decidim, el equipo de Oriol Junqueras y Nova Esquerra Nacional, de Xavier God¨¤s, para someter a evaluaci¨®n de los afiliados el grado de cumplimiento de los pactos ERC-PSC. Y un buen momento ser¨ªan los presupuestos de la Generalitat para 2025. En realidad, lo que se persigue con la iniciativa es atraer los votos de la corriente Foc Nou, la m¨¢s proclive al pacto con Junts per Catalunya.

Es cierto que una parte no menor de lo pactado entre PSC y ERC para hacer presidente a Salvador Illa pende de esos presupuestos para 2025. Tambi¨¦n lo es que los acuerdos deben fiscalizarse para ver su grado de cumplimiento. Y la presi¨®n que ejerce Junts per Catalunya sobre sus antiguos socios de ERC no es nada desde?able. Pero no se puede recurrir a esa suerte de evaluaci¨®n continuada con fines meramente dom¨¦sticos y en clave interna. La militancia de ERC dio luz verde el pasado mes de agosto a la investidura de Salvador Illa por un estrecho margen del 53,5%. En el voto de los afiliados pes¨® sin duda la posici¨®n socialista con la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155, pero tambi¨¦n los indultos, la amnist¨ªa encallada judicialmente y la conciencia de que con la derecha en el poder en Espa?a, eso hubiera sido inalcanzable.

En Esquerra tambi¨¦n guardaban memoria de que el president Pere Aragon¨¨s tuvo que convocar elecciones anticipadas en la pasada primavera al no encontrar los apoyos para aprobar sus presupuestos en una jugada seguramente de tacticismo por parte del PSC y de los comunes. ERC, al igual que el partido de Ada Colau, sabe que su futuro para bien y para mal est¨¢ ahora ligado en Espa?a al PSOE y en Catalu?a al PSC, la ¨²nica izquierda que parece entender, como Giulio Andreotti, que no desgasta el poder, sino no tenerlo. Una prueba de ello es lo poco que han tardado los socialistas en cambiar su pol¨ªtica respecto al macro-casino Hard Rock de Salou a petici¨®n de sus aliados. Lo que antes era una condici¨®n sine qua non para aprobar los presupuestos del Govern Aragon¨¨s, con el Govern Illa es reversible. Dentro de unos d¨ªas el Parlament debatir¨¢ la subida del 10% al 55% del tributo que grava el juego y que en su momento pactaron PSC y la extinta CiU. Se trata de un primer pelda?o para que embarranque este proyecto que hace unos meses era capital para Catalu?a. A veces no solo los socios menores sino incluso los socialistas tienen que tragar sapos. El PSC ha dado plena vigencia a la frase atribuida al conde de Romanones: en pol¨ªtica ¡°jam¨¢s¡± es hasta esta tarde.

La previsi¨®n meteorol¨®gica recomienda que la izquierda logre entenderse en Catalu?a y en el Congreso de los Diputados. La generosidad y el realismo son fundamentales en estos tiempos de derechos reversibles