El tomate modificado con la t¨¦cnica de copiar y pegar ya est¨¢ en las mesas de Jap¨®n
El ¡®kit¡¯ para cultivarlo en casa ayud¨® a vencer reticencias en el pa¨ªs asi¨¢tico. El fruto con el ADN editado reduce la presi¨®n arterial, seg¨²n se recoge en un seminario en Valencia
Las tijeras gen¨¦ticas que en 2020 le valieron el premio Nobel de Qu¨ªmica a Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna ayudan tambi¨¦n en la cocina. Desde hace unos meses, en Jap¨®n se comen tomates cuyo ADN ha sido editado gen¨¦ticamente con esa t¨¦cnica del copiar y pegar, el popular Ctrl+C, Ctrl+V de los ordenadores. En esta variedad en cuesti¨®n, se ha aumentado la presencia de un amino¨¢cido (GABA) que reduce la presi¨®n arterial y se usar¨¢ ese beneficio como reclamo comercial en los pr¨®ximos meses.
El profesor de la Universidad de Tsukuba Hiroshi Ezura dio cuenta en el encuentro en Valencia del Tomato Working Group de un proceso del que es uno de sus grandes impulsores y desvel¨® c¨®mo el ¨²ltimo paso antes que llegar a las tiendas el pasado mes de septiembre fue distribuir en mayo m¨¢s de 4.000 kits para que aficionados a la jardiner¨ªa, que son muchos en Jap¨®n, cultivaran antes estas plantas en sus peque?os huertos y disminuyeran las reticencias a las tijeras gen¨¦ticas.
¡°Esta herramienta tiene un potencial enorme para el mundo y su sostenibilidad y su aplicaci¨®n debe ser una prioridad en la agricultura¡±, afirm¨® apasionado. Destac¨® la eficiencia que supone al reducir esfuerzo, tiempos y coste en la producci¨®n de alimentos y las aplicaciones que puede tener ante el aumento de la poblaci¨®n mundial y la obligaci¨®n de alimentar a m¨¢s gente; frente a la necesidad de una mejor alimentaci¨®n para combatir el problema de la obesidad; o en situaciones de emergencia y crisis.
El tomate no es el ¨²nico alimento modificado con esta t¨¦cnica que ya se vende al p¨²blico en ese pa¨ªs asi¨¢tico. Tambi¨¦n se comercializan dos tipos de pescado y se hace igualmente con sellos que informan del proceso al que han sido sometidos. Adem¨¢s, se trabaja con el arroz para aumentar su tama?o hasta un 20%; con el at¨²n para facilitar su crianza en la acuicultura; y con la patata para reducir sus toxinas naturales. En la Uni¨®n Europea no es posible comercializar alimentos modificados con esta herramienta tras la sentencia de Tribunal Europeo de 2018 que los equiparaba a los transg¨¦nicos en cuanto a sus limitaciones. Eso s¨ª, hace ahora un a?o, en abril de 2021, se abri¨® un nuevo proceso de estudio.
El investigador del CSIC Diego Orz¨¢ez coincide en el impacto que han tenido las tijeras de Charpentier y Doudna. ¡°Como herramienta ha sido una revoluci¨®n, ha cambiado todo¡±, apunta antes de subrayar la ¡°precisi¨®n¡± que ha introducido. El tambi¨¦n profesor de la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia tiene una manera de explicar su funcionamiento. ¡°Esto de la edici¨®n gen¨¦tica es como un buscador de Google. Si antes ten¨ªas que buscar en El Quijote una palabra concreta te volv¨ªas loco. Bueno, pues CRISPR es un buscador sencillo que va por el genoma. Es la diferencia entre buscar una palabra en El Quijote con buscador o sin ¨¦l¡±, resume.
Orz¨¢ez destaca el potencial que, por su bajo coste, puede tener esta t¨¦cnica tambi¨¦n para salvar variedades locales que de otra manera se ven apartadas en favor de unas h¨ªbridas m¨¢s resistentes. De hecho, pide ¡°abrir un poco la mente¡± para no perder ¡°el tren¡±. Cree tambi¨¦n que el ejemplo japon¨¦s puede servir, adem¨¢s de para vencer miedos, para demostrar que lejos de favorecer a grandes compa?¨ªas, estas t¨¦cnicas pueden ¡°democratizar¡± el panorama empresarial.
La historia de estos tomates japoneses comenz¨® en realidad en Santa Pola. En los a?os 90, el cient¨ªfico espa?ol Francis Mojica descubri¨® en sus salinas la Haloferax mediterranei, un microorganismo con una tolerancia extrema a la sal con unas secuencias repetidas en su genoma. Cuenta el alicantino que la primera vez que las oy¨® pensaba que el becario que las estaba recitando las hab¨ªa repetido por error.
En 2003, y este fue su gran logro, descubri¨® que esas ¡®Repeticiones Palindr¨®micas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas¡¯ (CRISPR por sus siglas en ingl¨¦s) que hab¨ªa encontrado tambi¨¦n en otros microorganismos eran fragmentos de ADN de virus, insertados en el sistema inmunol¨®gico por contacto de sus antecesores con esos pat¨®genos
En base a ese descubrimiento, unos a?os despu¨¦s, Charpentier y Doudna identificaron los elementos m¨ªnimos de esas secuencias y crearon una t¨¦cnica universal de modificaci¨®n del genoma, las famosas tijeras que les procuraron el Nobel. Tres a?os antes, el Albany, la versi¨®n americana de estos premios, fue para los tres
La l¨ªnea Mojica y el debate moral
Hace apenas unas semanas, el cient¨ªfico alicantino advirti¨® que los avances gracias a esta t¨¦cnica hacen que se est¨¦ cruzando ¡°una barrera¡± y que eso debe someterse a un ¡°debate intenso¡±, especialmente en cuanto a posibles modificaciones en seres humanos pero en general en cualquier ser vivo.
Orz¨¢ez cree que esa reflexi¨®n debe producirse pero no por la t¨¦cnica en s¨ª misma. ¡°Entiendo a Francis porque hay cuestiones bio¨¦ticas muy importantes en humanos que hay que debatir, aqu¨ª no tanto. Puedes debatir qu¨¦ mejoras interesan o qu¨¦ mejoras no. No nos interesa hacer plantas venenosas por ejemplo. Pero eso se puede hacer con cualquier tecnolog¨ªa. El debate debe ser sobre el producto espec¨ªfico no de la t¨¦cnica espec¨ªfica¡±, apunta.
En el caso de Orz¨¢ez, la investigaci¨®n que present¨® en el encuentro de Val¨¨ncia, fue sobre la intrag¨¦nesis, un proceso para ¡°rebajar¡± la resistencia de parte de la sociedad a los procesos transg¨¦nicos. ¡°Cogemos genes del propio tomate y los cambiamos de sitio. Por ejemplo, el gen hace que se produzca un antioxodante en el final de la ra¨ªz lo pones en el fruto¡±, explica. En cualquier caso sigue asombrado por que la UE no permita estas modificaciones o las de las tijeras y mantenga adem¨¢s del cruce y selecci¨®n tradicionales otras t¨¦cnicas. ¡°Est¨¢ permitido el cultivo in vitro y el bombardeo masivo de neutrones para provocar mutaciones a los bestia y luego seleccionar y cruzar¡±, explica.
Pero, m¨¢s all¨¢ de estos debates, el cient¨ªfico de la UPV destaca que todas estas t¨¦cnicas, tradicionales y nuevas, pueden ponerse al servicio del paladar. ¡°Durante mucho tiempo las empresas que han hecho las mejoras lo han hecho pensando en la producci¨®n pero se puede mejorar el sabor porque son compuestos qu¨ªmicos y sabemos los que son, depende de los az¨²cares y de los aromas. Podemos mejorar o m¨¢s bien evitar que se pierda, independientemente de la t¨¦cnica, que en este caso lo hace m¨¢s f¨¢cil¡±, afirma.
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