Por qu¨¦ los italianos eligen cada vez m¨¢s Valencia para vivir

¡°Aqu¨ª se vive mejor que en Italia¡±. Crecido en Bolonia, Michelangelo Damicis se estableci¨® hace siete a?os en Valencia y lo tiene claro. Tambi¨¦n Antonio Paris, nacido en Calabria, que lleg¨® hace tres a la ciudad y da un paso m¨¢s. ¡°Se vive mejor que en Madrid o en Barcelona¡±, asegura tras haber probado antes en la capital catalana. Marcella Iavarone aterriz¨® hace diecis¨¦is a?os y completa el diagn¨®stico: ¡°Valencia siempre me ha parecido un pueblo grande por la calidad de vida que ofrece¡±.

En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas el n¨²mero de personas nacidas en Italia empadronadas en Espa?a se ha multiplicado por seis, pero en Valencia lo ha hecho casi por diez. Un reciente estudio ha establecido un perfil propio del movimiento y ha constatado que su motor no es econ¨®mico, como suele ser el de estos procesos, sino la b¨²squeda de una mejor calidad de vida.

M¨¢s de cinco mil empadronados

El 1 de enero de 2022 en Valencia hab¨ªa empadronadas 10.653 personas con nacionalidad italiana. No hay otra que la supere, aunque la cifra, como en el resto de Espa?a, est¨¢ hinchada por latinoamericanos que tienen doble pasaporte. Pero, en cualquier caso, ya hay 4.964 nacidos en Italia, que ocupa el cuarto lugar en esa clasificaci¨®n solo por detr¨¢s de Colombia, Venezuela y Rumania. Eso supone que el 4,1 % de los 119.112 extranjeros que viven en la ciudad han nacido en el pa¨ªs vecino, un porcentaje que dobla al de Madrid y que recorta distancias con el 6,1% de Barcelona. Adem¨¢s, hay que a?adir a varios cientos de estudiantes italianos que cada curso se instalan en la ciudad y a los no empadronados.

Basta un paseo para constatar que son el colectivo extranjero mayoritario en distritos enteros del centro, de Ciutat Vella a L¡¯Eixample, pero el padr¨®n apunta a que esta nacionalidad es la primera tambi¨¦n en El Pla del Real o la Sa?dia y en barrios tan distantes como Benimaclet, Sant Pau (Campanar), la Ciutat de les Arts i les Ci¨¦ncies, Beter¨® o El Saler (Pobles del Sud).

En ¡®Italianos en Valencia una nueva ¡®lifestyle migration¡¯ en un contexto urbano¡¯ Anna Giulia Ingellis, de la Universitat de Val¨¨ncia, y Lavinia Stornaiuolo, del ministerio de educaci¨®n de Italia, destacan para construir su argumento el crecimiento sostenido de la llegada de italianos a Val¨¨ncia incluso en a?os de crisis econ¨®mica y que en los ¨²ltimos a?os se hayan multiplicado los hombres y mujeres de entre 40 y 50 y los ni?os, algo que muestra ¡°a familias enteras llegando de Italia¡± o a procesos de reunificaci¨®n. En cambio, tradicionalmente Madrid y Barcelona son destino para italianos j¨®venes en edad de trabajar y las Canarias y las Baleares lo han sido, preferentemente, para jubilados.

El patr¨®n que sacaron de las entrevistas del estudio muestra personas con un ¡°deseo de escapar¡± de su pa¨ªs, que se ¡°enamoraron¡± de Val¨¨ncia haciendo turismo o estudiando y decidieron mudarse. ¡°Era la ciudad les ofrec¨ªa el mejor equilibrio entre los elementos que tomaron en consideraci¨®n en busca de esa mejor calidad de vida (¡­). Encuentran Val¨¨ncia menos estresante y m¨¢s barata¡±, resume el art¨ªculo. Entre los argumentos que les convencieron destacaron la movilidad sostenible, los servicios p¨²blicos y el equilibrio con los impuestos, la sensaci¨®n de seguridad, los precios y que la consideran ¡°ideal para los ni?os¡±. Hay m¨¢s oportunidades laborales en Madrid y Barcelona. ¡°Lo que les movi¨® fue la aspiraci¨®n a una vida mejor en t¨¦rminos de estilo de vida, siendo el trabajo un medio para lograrlo y no el motivo conductor como pasa con los migrantes econ¨®micos¡±, concluye el estudio. Remarca tambi¨¦n lo inusual de que ese cambio no lo encuentren ¡°en un para¨ªso rural, sino en un entorno urbano¡±.

Nueva vida..mejor

Mientras despacha clientes en ¡®La despensa de Italia¡¯ en el Mercado Central, Iavarone asegura que su motor ya fue ese. ¡°Yo ya llegu¨¦ buscando calidad de vida. Soy de N¨¢poles y cuando mi hija ten¨ªa dos a?os me plante¨¦ venir aqu¨ª o irme a Londres y lo tuve claro. Era poder ir a merendar a la playa o al pub. N¨¢poles se parece a Val¨¨ncia en la luz, la alegr¨ªa o la vida en la calle pero aqu¨ª se vive mejor¡±, insiste.

Frente a su tienda bicicletas, MO¡¯bike, Damicis cree que el ¡°clima de conflicto social¡± que vive Italia empuja a muchos a irse y pone como ejemplo la gran fractura que gener¨® la vacuna de la covid 19. Valora que Val¨¨ncia ¡°es c¨¢lida, verde y f¨¢cil de ser vivida¡± y presume de que su hija naci¨® ya aqu¨ª en un hospital p¨²blico y va tambi¨¦n a una guarder¨ªa municipal. ¡°Esa es una gran diferencia respecto a Italia, por ejemplo¡±, asegura. Duda que all¨ª hubiera sido as¨ª. Pero hay m¨¢s. ¡°En Italia muchas ciudades son medievales, hay muchos p¨®rticos pero pocos parques en el centro¡±, explica. Coincide en que tras el ¡®boom¡¯ a Barcelona de los 90 ahora hay un sector de los inmigrantes que busca otras cosas. ¡°Pienso que a Barcelona van m¨¢s j¨®venes en busca de oportunidades y aqu¨ª familias que quieren cambiar de vida¡±, coincide.

Paris apunta a que es la econom¨ªa real de Italia la que anima a salir. ¡°Muchas familias se est¨¢n viniendo porque Italia est¨¢ pasando un mal rato econ¨®mico y la gente busca estabilidad¡±, explica. Adem¨¢s, cree que hay menor presi¨®n fiscal y mayor retorno. ¡°Aqu¨ª pagas, pero tienes las calles limpias, hospitales, una red de autobuses y metro en la puerta que funciona, parques en buen estado¡­¡±, desgrana. Tras recalar en Barcelona, cambi¨® a Val¨¨ncia al nacer su hija. ¡°Aqu¨ª a¨²n se puede comprar un piso, algo que all¨ª ya no se puede. En Barcelona cuesta mucho m¨¢s la vida diaria¡±, afirma. Regenta ¡®La officina del gusto¡¯, un supermercado de productos italianos y se?ala que el 40% de su clientela son ya compatriotas. Ese porcentaje parece que subir¨¢. ¡°Muchos italianos de vacaciones me preguntan c¨®mo se vive aqu¨ª. Se plantean cambiar¡±, asegura.

Un proceso en marcha

Ingellis aventura que el proceso va a continuar reforzado por tres aspectos. Uno es la fama ya ganada entre los italianos de ciudad en la que ¡°merece la pena¡±. Otro es que hasta ahora la emigraci¨®n ha sido de ¡°pioneros¡±. ¡°Pero, ahora, despu¨¦s de 20 a?os, ya existe una comunidad de italianos y esto implica que a partir de ahora pueden funcionar las que llamamos ¡®cadenas migratorias¡¯ es decir aquellos v¨ªnculos que permiten a nuevos emigrantes asentarse en un lugar con apoyo de otros compatriotas que ya estaban. Creo que ya han empezado a funcionar¡±, adelanta. Por ¨²ltimo, desliza que el cambio pol¨ªtico en Italia, el gobierno de la ultraderecha, puede alimentar ese flujo migratorio, especialmente con mujeres.