Regular a golpe de tragedia: las consecuencias del incendio de Valencia
La mayor¨ªa de los profesionales implicados en la construcci¨®n de edificios considera que las reglas deber¨ªan revisarse tras el siniestro en el que murieron 10 personas
Decenas de ayuntamientos (Valencia, Madrid, Barcelona, M¨¢laga, Logro?o, Huesca, entre otros) han anunciado que revisar¨¢n edificios de caracter¨ªsticas similares al que el pasado 22 de febrero fue devorado por el fuego en el barrio valenciano de Campanar y acab¨® con la vida de 10 personas. La voracidad de las llamas y la rapidez en su propagaci¨®n, retransmitida pr¨¢cticamente en directo, han alertado a muchos ciudadanos y han abierto el debate sobre los materiales y sistemas de construcci¨®n permitidos y sobre la normativa vigente.
Los profesionales implicados en el dise?o, construcci¨®n y prevenci¨®n de incendios en edificios discrepan. Para unos, las reglas son completamente garantistas. Para otros, hay que actualizarlas. El se?alamiento entre unos y otros ha sido evidente durante toda la semana. En unos casos, se ha fijado la mirada en los arquitectos, en otros, en los ingenieros. Muchos, en los fabricantes de materiales. La justicia dilucidar¨¢ si hay responsables penales y, en el caso de que as¨ª sea, qui¨¦nes son. En todo caso, las administraciones son las que dictan las reglas sobre las que tiene competencia tanto la central como las auton¨®micas y municipales. De momento, fuentes del Ministerio de Vivienda, en quien recae la autoridad sobre la norma general, no ha hecho ninguna valoraci¨®n ¡°por respeto y prudencia¡±. ¡°No podemos hacer evaluaciones sin la informaci¨®n necesaria y los informes de los t¨¦cnicos¡±, aseguran fuentes del departamento que dirige Isabel Rodr¨ªguez. Pero las autonom¨ªas y los ayuntamientos tambi¨¦n pueden regular respecto a materiales, fisonom¨ªa y normas de seguridad siempre que sus decisiones sean m¨¢s restrictivas que las estatales, tal como indica el director de la Escuela de Arquitectura de la Universitat Polit¨¨cnica de Valencia, Iv¨¢n Cabrera. Ning¨²n presidente auton¨®mico se ha pronunciado en este sentido. Incluso, la presidenta de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, anunci¨® que su gobierno iba a pedir al ministerio de la vivienda que revise la norma en el ep¨ªgrafe de protecci¨®n y evacuaci¨®n ante un incendio pese a que ella puede restringirlo en lo que considere.
Cuando las administraciones ejecuten sus decisiones, en el caso de que lo decidan, los 10 fallecidos ya estar¨¢n enterrados aunque los m¨¢s de 400 vecinos de Campanar, posiblemente, seguir¨¢n con los tr¨¢mites para recuperar, al menos, parte del valor de lo perdido. Mientras, posiblemente y seg¨²n la estad¨ªstica anual, en el mundo habr¨¢ entre 15 y 20 incendios de fachadas de edificios.
La norma b¨¢sica que dicta las caracter¨ªsticas que han de cumplir todos los edificios es el C¨®digo T¨¦cnico de Edificaci¨®n, que se aprob¨® en 2006. El edificio devorado por el fuego en Valencia, pese a que se acab¨® de construir en 2008, se acogi¨® a las normas previas, dictadas en 1996, porque la solicitud de licencia de obras es de un a?o antes de que se aprobara la nueva normativa. Para su construcci¨®n se utiliz¨® un revestimiento de placas de aluminio entre las que se coloc¨® un material sint¨¦tico, combustible, para darles rigidez, las llamadas tipo s¨¢ndwich. Adem¨¢s, la estructura del edificio contaba con un aislante, lana de roca, ign¨ªfugo, y una c¨¢mara de aire que la convirti¨® en una fachada ventilada, una soluci¨®n t¨¦rmica ampliamente utilizada en la primera d¨¦cada de los 2000. Todo ello, unido a unas virulentas r¨¢fagas de viento, convirti¨® el edificio en una llama gigante. Seg¨²n la alcaldesa de Valencia, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, la promoci¨®n ¡°ten¨ªa licencia y todo el expediente en regla¡±.
Tal como recuerda la presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a, Marta Vall-llossera, ¡°por desgracia¡±, las revisiones de la normativa se han ido produciendo tras tragedias como la de Alcal¨¢ 20 o, en el ¨²ltimo caso, la de la torre Grenfell, que provoc¨® un aumento de las restricciones en las fachadas en 2019, dos a?os despu¨¦s del siniestro que acab¨® con la vida de 72 personas en Londres. En los d¨ªas siguientes al incendio de una discoteca en Murcia, en el que perdieron la vida 13 personas, el pasado mes de octubre, el ayuntamiento decret¨® el cierre de una decena de locales de ocio que no cumpl¨ªan las normas y anunci¨® un protocolo de refuerzo para el control de la normativa. Una vez m¨¢s, la ¡°soluci¨®n¡± despu¨¦s de la tragedia.
La presidenta de los arquitectos no es expl¨ªcita a la hora de se?alar si es necesaria una nueva revisi¨®n en Espa?a y emplaza la decisi¨®n al momento en el que concluya la investigaci¨®n en Valencia. Considera que ser¨¢ entonces cuando haya que tomar ¡°las decisiones oportunas para evitar que se repita una tragedia similar¡±.
Son pocos quienes contestan con un no rotundo a la oportunidad de cambiar las reglas. Entre ellos se encuentra el presidente del Consejo general de la Arquitectura T¨¦cnica de Espa?a, Alfredo Sanz: ¡°Categ¨®ricamente, no. El C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n entr¨® en vigor meses despu¨¦s de empezar la construcci¨®n del edificio de Valencia. Y esta normativa se ha ido actualizando hasta llegar a la ¨²ltima revisi¨®n, en 2019, que en su contenido es estricta¡±. Tambi¨¦n lo hace el secretario general de la patronal de la reforma y la rehabilitaci¨®n, Andimac, Sebasti¨¢n Molinero, que considera que el C¨®digo vigente ¡°constituye un marco de total garant¨ªa¡±.
Sin embargo, son mayor¨ªa quienes emplazan a espec¨ªficas modificaciones de la norma. Sobre todo, en lo referente a los materiales de construcci¨®n. La madera, el ladrillo o el hormig¨®n no revisten dudas pero s¨ª los materiales sint¨¦ticos, derivados en muchos casos del petr¨®leo, que tiene una resistencia al fuego variable. La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros T¨¦cnicos Industriales de Valencia, Esther Puchades, fue la primera que se aventur¨® a hablar del elemento inflamable que hab¨ªa alimentado al fuego, el poliuretano. D¨ªas despu¨¦s tuvo que precisar que era solo una apreciaci¨®n que ahora se sabe err¨®nea. El colegio de Ingenieros t¨¦cnicos decidi¨® no hacer ning¨²n tipo de valoraci¨®n despu¨¦s de eso. Tampoco respecto a la norma. S¨ª salieron en tromba los miembros de la Asociaci¨®n de la Industria del Poliuretano R¨ªgido en Espa?a. Su secretario general, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez, neg¨® la existencia de este material en la fachada. Fern¨¢ndez argumenta la existencia de una ¡°realidad actual de la construcci¨®n¡± y la incorporaci¨®n de ¡°sistemas constructivos cada vez m¨¢s complejos compuestos por varias capas¡±. ¡°La normativa debe contemplar todos los elementos de una fachada, incluso m¨¢s all¨¢ de los materiales, como son los toldos, los aparatos de aire acondicionado, los cables, las ventanas, las persianas o el mobiliario de las terrazas¡±, asiente.
Los profesionales, de forma individual, son mucho m¨¢s tajantes. La arquitecta Luc¨ªa Men¨¦ndez Aguirre de C¨¢rcer, que adem¨¢s es directora de un despacho de peritos, el siniestro de Valencia obliga a darle una vuelta al C¨®digo T¨¦cnico en materia de seguridad. Es seguro ¡°en condiciones normales¡±, alega y a?ade que el caso del edificio de Campanar ¡°excede de la normalidad¡±. Men¨¦ndez reclama un real decreto, como medida de urgencia, para que se revisen todos los edificios que obtuvieron licencia antes de 2006. Para el tambi¨¦n arquitecto David Calvo no existe el edificio perfecto y la incorporaci¨®n de modificaciones ¡°exige el compromiso de todos los agentes implicados, pol¨ªticos incluidos¡±. M¨¢s exigente es el ingeniero t¨¦cnico de instalaciones David Higuera, que exige ¡°una revisi¨®n en profundidad de la normativa y especialmente en el control de los materiales que se instalan en obra¡±.
El primero estudio de v¨ªctimas mortales en incendios fue elaborado por Javier Larrea, presidente del Observatorio de Prevenci¨®n de Riesgos y Accidentes, en 2010, para la Fundaci¨®n Mapfre. Este concluy¨® que el 70% de las muertes por incendio se produce en los edificios de viviendas ¡°y es precisamente a las viviendas a las que se les exige menores requisitos de protecci¨®n contra incendios¡±, indica Larrea.
Otra opci¨®n es la inspecci¨®n de edificios, que ya es obligatoria pero solo en inmuebles de m¨¢s de 45 a?os. Larrea sostiene que estas inspecciones no son suficientes y que se deber¨ªa crear una Inspecci¨®n t¨¦cnica de incendios.
Ensayar evacuaciones
Apenas a dos kilómetros del edificio incendiado en Valencia se levanta otra torre de viviendas, de 20 plantas, del mismo promotor y características casi idénticas a las del inmueble siniestrado. Pertenece al término municipal de Mislata en el que el Ayuntamiento ha anunciado que, tras comprobar los materiales de la fachada, reclamará a la propiedad del edificio (en su mayoría de entidad bancaria) que certifique todas las medidas de seguridad y prevención necesarias para garantizar la seguridad de los residentes.
La revisión de todos los edificios similares al de Valencia, tal como han anunciado los ayuntamientos, puede ser una tarea ingente, pese a que la mayoría de colectivos considera que es una tarea que se debe hacer. En Reino Unido se realizó un censo de inmuebles potencialmente peligrosos tras el incendio de la torre Grenfell y colapsó una parte del mercado inmobiliario ante la multitud de viviendas sobre las que los bancos no daban hipotecas. Lo recuerda el ingeniero y profesor de Ciencia del Fuego en el Imperial College de Londres Guillermo Rein que apunta que, al menos, debería ser obligatorio métodos de protección como sistemas de alarma o ensayos de evacuación “para compensar el peligro”.
Rein asegura que los fuegos en fachadas de edificios están creciendo de una forma exponencial hasta el punto de producirse entre 15 y 20 cada año pero llama la atención sobre el hecho de que en los Emiratos árabes se producen muchos de estos “pero nadie muere. Se pierde la torre entera pero se puede evacuar y nadie muere”. Tras estudiar el comportamiento de las llamas el día del incendio, este profesor asegura que el de Valencia era un “edificio trampa”. Unido al viento, “no hay cuerpo de bomberos del mundo que pueda tener éxito”, concluye.
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