Vecinos de Valencia se movilizan frente a una presi¨®n tur¨ªstica que no amaina
Colectivos ciudadanos convocan acciones en los barrios para recuperar el espacio p¨²blico y exigir a los pol¨ªticos medidas eficaces, no cosm¨¦ticas, contra la turistificaci¨®n
Van a dar la nueve de la noche del primer jueves de julio y vecinos de Ciutat Vella y de Extramurs en Valencia llegan con sus sillas y bocadillo al sopar de germanor (cena popular) convocado por el colectivo Ve?nat en perill d¡¯extinci¨® para ocupar la plaza de la Santa Cruz, un oasis silencioso con el que uno se topa con solo salirse unos metros de las rutas m¨¢s tur¨ªsticas del casco antiguo en la capital. Un cartel pegado en la pared de uno de los edificios advierte de que no es solo una cena a la fresca sino un acto pol¨ªtico para reivindicar el espacio p¨²blico frente a la turistificaci¨®n de los barrios, sobre todo, en el centro. ¡°M¨¦s lluita, m¨¦s barri¡±, puede leerse. Las asociaciones vecinales se organizan desde hace meses en un intento de contener la turistificaci¨®n en Benimaclet, La Sa?dia, Ciutat Vella o el Cabanyal-Canyamelar, entre otros.
La apertura de m¨¢s pisos tur¨ªsticos en la capital se vive con mucha inquietud en todos los barrios. La ciudad de Valencia ten¨ªa a finales de 2023 un total de 5.747 apartamentos tur¨ªsticos de acuerdo con el registro creado por la Generalitat Valenciana pero en las plataformas online se ofertaban m¨¢s de 10.000 a principios de 2024. Los pisos tur¨ªsticos se ha disparado cerca del 40% en un a?o, seg¨²n la oposici¨®n. ¡°Hace unas semanas lanzamos una convocatoria vecinal en el teatro El Micalet y un abogado nos inform¨® de la legislaci¨®n sobre pisos tur¨ªsticos en Ciutat Vella. Tambi¨¦n se expuso la f¨®rmula para que las comunidades de propietarios veten la localizaci¨®n de este tipo de viviendas en sus bloques. Los vecinos nos estamos retirando cada vez m¨¢s a nuestras casas porque las calles del centro han sido conquistadas por el turismo y muchas veces evitas pasar por tal o cual sitio huyendo de la masificaci¨®n¡±, apunta Coloma Mestre, de Ve?nat en perill.
El Ayuntamiento aprob¨® en mayo la suspensi¨®n de licencias de apartamentos tur¨ªsticos situados en comunidades de propietarios y bajos comerciales durante un a?o pero la avalancha de peticiones de meses anteriores no se vieron afectadas por la moratoria. El consistorio, gobernado por PP y Vox, insiste en que ha redoblado las inspecciones y sanciones pero los vecinos no ven que el fen¨®meno amaine ni las medidas surtan efecto.
Llu¨ªs Mira, presidente de Amics del Carme, asociaci¨®n vecinal del casco hist¨®rico ¡ªel m¨¢s saturado de alojamientos tur¨ªsticos¡ª, repasa las ¨²ltimas medidas municipales y concluye que no son efectivas. ¡°La alcaldesa de Valencia, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, dice que no quiere barrios con un nivel de presi¨®n tur¨ªstica excesivo, pero las limitaciones que ha presentado no son eficaces: que diga que limita definitivamente los pisos tur¨ªsticos en Ciutat Vella parece una broma porque en el ordenamiento ya estaban limitados al 99%. Y que diga que triplica las ¨®rdenes de cese de actividad es seguir haciendo lo que hac¨ªa el PSPV cuando estaba en el gobierno municipal, o sea, una medida cosm¨¦tica, para conseguir titulares, pero que no son definitivas¡±, sentencia. Esta asociaci¨®n insiste en que se pongan en marcha medidas m¨¢s rotundas. Por ejemplo, que se pida la licencia de actividad que exige la ley de Turismo de 2018. Y si no existe dicha licencia, que se precinte el inmueble. Los procedimientos administrativos son ahora excesivamente largos.
Joan, profesor de 49 a?os nacido en Barcelona, ha acudido a la cena de Ve?nat en perill d¡¯extinci¨® con un grupo de amigos. Lleva viviendo tres a?os en Valencia y observa que cada vez hay m¨¢s pisos tur¨ªsticos y no hay un control real sobre ellos. ¡°Los alquileres suben de precio y yo puedo pagarlo porque vivo en pareja y tengo un salario digno pero si estuviera solo me tendr¨ªa que ir fuera de la ciudad porque no podr¨ªa¡±, confiesa. ¡°Y entiendo a los propietarios que tienen un piso vac¨ªo y prefieren cobrar 100 euros al d¨ªa que 1.000 mensuales, que ya es una barbaridad para los inquilinos¡±. Para este docente, Valencia est¨¢ copiando lo peor del modelo tur¨ªstico de Barcelona. ¡°El turismo es bueno para la ciudad pero si est¨¢ bien gestionado porque si no, lo que hace es perjudicar a la gente¡±, concluye.
Sara, educadora social de 40 a?os, comparte mesa en otra esquina de la plaza. Se crio en Russafa, otro barrio de la capital muy de moda y herido tambi¨¦n por la gentrificaci¨®n. Lleg¨® a Ciutat Vella con 26 a?os y ha ido y venido en funci¨®n de sus circunstancias personales. El piso en el que vive ahora en el casco antiguo es de una amiga que reside en otra comunidad aut¨®noma y se lo ha dejado para que lo cuide en su ausencia. Su casa est¨¢ al lado de un edificio entero en el que residen j¨®venes extranjeros que vienen a estudiar castellano y su d¨ªa a d¨ªa transcurre entre ruidos por el jolgorio en la calle, las fiestas y alguna que otra borrachera. Adem¨¢s, en la misma planta de su bloque tiene un piso tur¨ªstico. ¡°El propietario intenta escoger gente tranquila pero, claro, ellos est¨¢n de ocio y su vida transcurre sin horarios ni obligaciones. Llegan a las tres de la madrugada, hacen ruido en la escalera...¡± apunta despu¨¦s de haber trasladado su cama a un diminuto vestidor en busca de descanso.
¡°Miedo a que nos tiren¡±
¡°Vivimos con miedo a que cuando acabe el contrato tengamos que irnos, no solo de la casa sino del barrio e incluso de la ciudad¡± visto el encarecimiento de los alquileres, explica Anna, profesora de valenciano de 44 a?os, que vive desde 2016 con su familia en uno de los edificios de la plaza de la Santa Cruz. Le gusta el sitio: ¡°Es un peque?o oasis en el Carme¡± porque la gente no la ubica en el mapa. Una empresa construye un hotel en uno de los lados y pronto abrir¨¢ sus puertas. ¡°Es un mal menor, en el sentido de que vivimos en Ciutat Vella¡±, reconoce.
Joa y ?frica, vecinas de Extramurs, de 56 y 53 a?os, son muy conscientes del problema. ¡°He venido muchas veces con mis alumnos a hacer rutas por Ciutat Vella pero cada vez resulta m¨¢s complicado por los grupos de turistas y gu¨ªas. Y en los comercios s¨ª he notado que cada vez hay m¨¢s comercios con carteles en castellano o ingl¨¦s¡±, a?ade ?frica, profesora. Joa, docente tambi¨¦n, volvi¨® a su barrio en el Bot¨¤nic hace una d¨¦cada y reconoce que las cosas han cambiado mucho. Vive en una calle donde se construye un hotel y su casa linda con unos apartamentos tur¨ªsticos que ya exist¨ªan cuando lleg¨®. Los bajos vac¨ªos de enfrente se convirtieron en apartamentos de 40 metros cuadrados para alquileres de corta duraci¨®n y 1.500 euros de renta mensual. Los habita gente de otros pa¨ªses, con un mayor nivel adquisitivo.
Lafu, un educador social y dirigente de la CGT, es muy cr¨ªtico con los turistas que aterrizan en la ciudad ¡°como extraterrestres¡± y se aprovechan de los recursos para hacer, muchas veces, lo que no les permiten en sus pa¨ªses. ¡°Viajo mucho pero no me considero un turista y me comporto en Nepal, en Honduras o en Guatemala igual que en mi ciudad¡±.
Rastrear con algoritmos
Un proyecto pionero a nivel nacional e internacional permitirá desarrollar un algoritmo para rastrear pisos turísticos sin registrar en la Comunidad Valenciana, a través de herramientas de inteligencia artificial (IA). La consejera de Turismo e Innovación, Nuria Montes, asegura que podrá materializarse definitivamente en 2025.
Según la consejera, la Administración valenciana fijará su atención en la referencia catastral para detectar qué pisos no cuentan con permiso y, en concreto, ha advertido que desde el Consell serán “extremadamente estrictos” con el alquiler de habitaciones en viviendas turísticas, una cuestión ya regulada por la última modificación legislativa. También habrá más novedades legales en breve.
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