Esto se arregla con otro partido de izquierdas
El optimismo nos protege, nos consuela y nos motiva. A veces demasiado
Somos optimistas. M¨¢s o menos. No todo el mundo ni todo el tiempo, claro, pero la mayor¨ªa s¨ª tenemos un ¡°sesgo optimista¡±, t¨¦rmino que acu?¨® el psic¨®logo Neil Weinstein en 1980, despu¨¦s de mostrar en varios estudios que tendemos a creer que nuestras posibilidades de experimentar un evento negativo est¨¢n por debajo de la media. No nos parece que tengamos una probabilidad del 33% de sufrir un c¨¢ncer a lo largo de nuestra vida o de m¨¢s del 50% de divorciarnos, aunque eso es lo que dicen las estad¨ªsticas. Eso son cosas que les pasan a los dem¨¢s. Hasta que nos pasan a nosotros, claro.
Este optimismo no se traduce solo en c¨®mo esperamos que nos vaya en el futuro, sino tambi¨¦n a la hora de valorar c¨®mo nos est¨¢n yendo las cosas. Y con esto llegamos a las elecciones andaluzas: la noche del domingo y la ma?ana del lunes, muchos tuiteros de izquierdas se alegraban por el hecho de que, al menos, Vox no estar¨¢ en el Gobierno andaluz, un efecto secundario de la mayor¨ªa absoluta del PP que se puede ver como una buena noticia. Y este consuelo m¨¢s o menos optimista se celebraba con chistes. Por ejemplo, se especulaba con la posible gira por elecciones de Macarena Olona, que ahora tendr¨¢ tiempo para presentarse a lehendakari con solo calzarse una txapela y empadronarse donde haga falta.
Macarena Olona llegando a la Junta de Andaluc¨ªa. pic.twitter.com/UI7jjL5MVM
— Bender El Que Ofende (@BenderOfuscado) June 19, 2022
Tambi¨¦n hab¨ªa comentarios a costa de Ciudadanos. A la izquierda le fue mal, sin duda, pero al menos no hab¨ªa pasado de 21 diputados a 0. No eran muchos chistes, claro, porque el resultado se ve¨ªa venir y sin sorpresa no hay humor, pero se publicaron montajes de Juan Mar¨ªn vendiendo torrijas, en referencia a una de las intervenciones m¨¢s comentadas del segundo debate, y se le coloc¨® en la famosa foto de Chenoa en ch¨¢ndal despu¨¦s de cortar con David Bisbal, imagen que lleva a?os convertida en el meme m¨¢s indicado para hablar de alguien que no est¨¢ en su mejor momento.
Todo esto es un consuelo un poco pocho, porque es evidente que a la izquierda no le han ido nada bien en las elecciones, mientras que los votantes y pol¨ªticos del PP ya est¨¢n pensando en jubilar a Pedro S¨¢nchez (aunque esto tambi¨¦n es sesgo optimista). De hecho, durante la noche del domingo se rescat¨® uno de los tuits m¨ªticos de S¨¢nchez de 2012: el del tablero de la oca y la frase ¡°vaya paliza me est¨¢n dando¡±. Es un tuit que vuelve con cada noche electoral regulera del PSOE.
Vaya paliza me est¨¢n dando... pic.twitter.com/cZn5Pujo
— Pedro S¨¢nchez (@sanchezcastejon) November 24, 2012
Un lamento de los votantes progresistas ha sido la divisi¨®n de los partidos a la izquierda del PSOE. De nuevo, se volv¨ªa a recordar la famosa escena de La vida de Brian en la que se ironiza sobre el enfrentamiento entre el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular (?disidentes!). No se acaban de entender las diferencias entre partidos que piensan casi lo mismo y que parece que solo se hayan distanciado por rencillas personales.
Visto todo esto, el optimismo puede parecer irracional. Suena como si uno hubiera perdido todos los ahorros en criptomonedas y dijera ¡°al menos tengo salud¡±, mientras ignora esa tos rara que no acaba de irse. Pero, como explica la psic¨®loga Tali Sharot en su libro El sesgo optimista, esta actitud por lo general nos protege de las incertidumbres y de las dificultades, reduce el estr¨¦s y la ansiedad, y adem¨¢s nos motiva a llevar a cabo planes y proyectos. Tiene l¨®gica: ?para qu¨¦ ¨ªbamos a querer hacer algo, cualquier cosa, si temi¨¦ramos un resultado catastr¨®fico?
Esto tiene su parte negativa, claro. Por ejemplo, los votantes de izquierdas se pueden encontrar con que el optimismo lleve a la fundaci¨®n de otro partido de izquierdas, con la idea de que este s¨ª va a salir bien, de verdad. En cualquier caso, yo ya necesito un croquis.
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