El matrimonio que no quer¨ªa m¨¢s fronteras
Mar¨ªa Morales y Rafael Ca?ero creen que sus ra¨ªces andaluzas les dan amplitud de miras
El huerto ha sido la principal alegr¨ªa de Mar¨ªa Morales y Rafael Ca?ero durante el a?o de restricciones por la pandemia del coronavirus. Morales (68 a?os) y Ca?ero (69) muestran orgullosos la abundante borraja y las enormes coliflores que crecen en su casa, en Viladecavalls (Barcelona). Pasean entre las l¨ªneas de las verduras y luego se sientan en la mesa del jard¨ªn donde hasta no hace mucho pod¨ªan celebrar cal?otades con los amigos y con la familia. El matrimonio explica que, durante el proc¨¦s, durante los a?os de la carrera por la independencia en Catalu?a, fueron una excepci¨®n en su entorno: ellos cre¨ªan en Espa?a.
Morales naci¨® en Abrucena, un pueblo de la provincia de Almer¨ªa; Ca?ero lleg¨® al mundo en La Carlota, en C¨®rdoba. Sus padres emigraron a Terrassa cuando ellos eran unos ni?os de pocos a?os. Toda su vida ha transcurrido en Catalu?a; sus dos hijas nacieron aqu¨ª, tambi¨¦n su nieta. Morales est¨¢ jubilada, fue profesora de primaria en Viladecavalls; su marido era ingeniero en una empresa textil y luego ha trabajado en una gestor¨ªa fiscal. Entre sus amistades ya no se habla de pol¨ªtica, no porque haya riesgo de que se rompan las relaciones sino porque saben qu¨¦ piensa cada uno.
Con sus hijas, las dos independentistas, s¨ª hablan de pol¨ªtica. Una de ellas, comenta jocosa Morales, le explicaba que no sab¨ªa si votar a Junts per Catalunya, el partido del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, o a los anticapitalistas de la CUP. Esquerra Republicana, en cambio, le generaban desconfianza por sus acuerdos con el Gobierno del PSOE y Podemos.
¡°En nuestro entorno es normal que haya independentistas. Quiz¨¢ porque se han producido injusticias¡±, apunta Morales. ¡°De un grupo de ocho o diez amigos que tenemos, yo era el ¨²nico que no era independentista¡±, a?ade Ca?ero, ¡°ahora hay muchos que no lo son porque han visto que la cosa ha derivado hacia lo identitario. Y esto s¨ª genera rechazo¡±.
?Por qu¨¦ no son ellos, como sus hijas, independentistas? ¡°Mis hijas no han vivido lo mismo que nosotros¡±, dice Morales. Ca?ero medita unos segundos la respuesta: ¡°El nacionalismo es sentimiento, y yo no lo tengo porque soy ap¨¢trida. Quiz¨¢ tengo una visi¨®n m¨¢s amplia porque nac¨ª fuera de Catalu?a. El que nace aqu¨ª ya tiene otra visi¨®n¡±.
Ambos son optimistas y conceden que el ¨²nico momento del proc¨¦s en el que vivieron con angustia, por el conflicto social que pudo producirse, fue con la declaraci¨®n unilateral de independencia de 2017. Ahora las cosas est¨¢n m¨¢s tranquilas, aseguran. ¡°Una amiga independentista me envi¨® hace poco un v¨ªdeo con la canci¨®n Cantares de Joan Manuel Serrat. Hace unos a?os hubiera sido improbable¡±, dice Morales recordando las cr¨ªticas que recibi¨® Serrat por defender la unidad de Espa?a.
Morales votar¨¢, como siempre, por el PSC. Ca?ero no desvela su voto, pero pide que los partidos constitucionalistas defiendan la pluralidad del Estado en toda Espa?a, algo que, en su opini¨®n, no siempre han hecho.
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