ERC corteja a la CUP negociando cambios puntuales en los Mossos
Los anticapitalistas son la ¨²nica formaci¨®n que no ha condenado los ataques vand¨¢licos en Barcelona
Los votos de la CUP son indispensables para que el independentismo conserve la Generalitat. De ah¨ª que ni ERC ni Junts vean un escollo, a la hora de negociar ese apoyo, en el hecho de que los anticapitalistas sean la ¨²nica fuerza con representaci¨®n parlamentaria que no rechaza sin paliativos la violencia callejera que ha acompa?ado a las protestas a favor del rapero Pablo Has¨¦l. ERC anunci¨® este lunes los ejes program¨¢ticos sobre los que negociar¨¢ la hoja de ruta del Govern y, para amarrar los votos de la CUP, le ofrece cambios puntuales en los Mossos m¨¢s all¨¢ del debate ¡°a medio plazo¡± sobre el modelo de orden p¨²blico.
¡°Estamos trabajando en este ¨¢mbito, y algunas propuestas requieren cambios legislativos, pero en otras solo se necesita voluntad pol¨ªtica y trabajar desde el consenso¡±, ha asegurado este lunes la portavoz republicana, Marta Vilalta. La cabeza de lista de la CUP, Dolors Sabater, hab¨ªa dado a entender antes que ya hab¨ªa un acuerdo cerrado respecto a una moratoria del uso de los proyectiles de foam y para que los antidisturbios, al menos, no participen en los desahucios.
En ERC no tardaron en matizar que a¨²n se estaban estudiando esas medidas. Los republicanos ya se mostraron dispuestos a estudiar posibles acciones inmediatas, el pasado viernes, aunque sin concretarlas. La CUP no ha condenado la violencia de los ¨²ltimos d¨ªas y sigue poniendo a los Mossos en el punto de mira de sus exigencias, pero eso no ha hecho que los republicanos se cuestionen su estrategia de pactos.
Las negociaciones tras las elecciones del 14-F han estado profundamente marcadas por los problemas de orden p¨²blico y todo indica que el resultado final tambi¨¦n. Las manifestaciones comenzaron el martes despu¨¦s de los comicios y la respuesta policial para contener su deriva violenta ¡ªuna joven perdi¨® un ojo por un proyectil de foam posiblemente disparado por los Mossos¡ª fue aprovechada por la CUP para insistir en su idea de acabar con la unidad de antidisturbios.
ERC y Junts recibieron casi con simpat¨ªa las protestas (el caso Has¨¦l, defend¨ªan, ejemplifica la persecuci¨®n a la libertad de expresi¨®n en Espa?a), pero la escalada vand¨¢lica de los altercados, que se ha cebado con los comercios del centro de Barcelona, terminaron por hacerles girar el discurso. El pasado s¨¢bado, sin embargo, todo lleg¨® a un nuevo estadio cuando un grupo de j¨®venes intent¨® quemar un furg¨®n de la Gu¨¤rdia Urbana, con un agente dentro. Generalitat y Ayuntamiento se vieron obligados ayer a escenificar la preocupaci¨®n con una reuni¨®n del m¨¢s alto nivel, despu¨¦s de d¨ªas donde m¨¢s all¨¢ de la coordinaci¨®n policial no hab¨ªa indicios de trabajo conjunto.
El consejero de Interior, Miquel S¨¤mper (Junts) se?al¨® directamente a Arran, un movimiento juvenil de la ¨®rbita de la CUP, como uno de los responsables de los actos violentos. E insisti¨® en que, desde su punto de vista, la revisi¨®n del modelo de seguridad p¨²blica tiene que ser objeto de un debate parlamentario, no del regateo de la investidura.
Tanto el l¨ªder de ERC, Pere Aragon¨¨s, como la portavoz de Junts, Elsa Artadi, tambi¨¦n hab¨ªan defendido que fuera en la C¨¢mara donde se abordaran posibles cambios. No es un planteamiento nuevo. Ambos partidos llevaban una revisi¨®n del modelo de seguridad p¨²blica en sus programas electorales, pero no se hab¨ªa puesto el foco en ellos durante la campa?a. Los comunes y la CUP intentaron abrir el debate, sin ¨¦xito, en la pasada legislatura.
El cuerpo policial recibi¨® muy mal que S¨¤mper y los socios del Govern no cerraran filas y consideraron que hacer referencia al cambio de modelo en medio de la crisis era una desautorizaci¨®n en toda regla. La CUP, sin embargo, insisti¨® en que se tienen que hacer ya cambios profundos en la polic¨ªa catalana y supedit¨® a ellos su decisi¨®n en el debate. Los republicanos y los de Junts suman 65 diputados y tres de los 9 diputados de la CUP son necesarios para superar la mayor¨ªa absoluta (68) o una abstenci¨®n es indispensable para poder tirar adelante el nuevo Ejecutivo, pero con la incertidumbre de no tener la mayor¨ªa asegurada en la C¨¢mara.
La CUP no concibe una condena de los actos de los ¨²ltimos d¨ªas. Para ellos, la violencia es una categor¨ªa subjetiva y, por tanto, tambi¨¦n lo puede ser un desahucio o la desigualdad social. Lo m¨¢s parecido a cierta contrici¨®n es la afirmaci¨®n de Sabater de que el l¨ªmite del derecho de manifestaci¨®n es el respeto al derecho a la vida, refiri¨¦ndose al incidente de la furgoneta.
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