El v¨¦rtigo a la ultraderecha acelera un frente de la izquierda y los independentistas contra el odio

La campa?a electoral catalana avanza con la mirada puesta en un abismo que se abre a su derecha. A medida que se acerca la cita con las urnas del 12 de mayo, los sondeos y trackings (evoluci¨®n de la intenci¨®n de voto) que manejan los partidos robustecen la posibilidad de que la extrema derecha gane peso en el Parlament. Vox no se resiente de la crecida del Partido Popular y los ultras independentistas de Alian?a Catalana se relamen con el voto de castigo aflorado por el desencanto que ha contagiado la esterilidad del proc¨¦s.

El anunciado salto adelante de las formaciones con argumentario racista y xen¨®fobo en Catalu?a tiene la capacidad de condicionar el equilibrio de mayor¨ªas en el Parlament. Alian?a Catalana ya ha manifestado que ver¨ªa con buenos ojos apoyar la investidura de Carles Puigdemont; lo afirm¨® su l¨ªder S¨ªlvia Orriols en una entrevista en La Raz¨®n, y Vox podr¨ªa ser determinante para articular una mayor¨ªa alternativa al independentismo y que abra a Salvador Illa las puertas del despacho de president. Este mi¨¦rcoles, Junts, PSC, ERC, la CUP y los Catalunya en Com¨² firmaron un compromiso para fraguar un veto a la ultraderecha. El acuerdo, promovido por el colectivo Unidad contra el Fascismo y el Racismo, apela a no aceptar ¡°por acci¨®n y omisi¨®n¡± los votos de ¡°ninguna formaci¨®n de extrema derecha para conformar una eventual mayor¨ªa de investidura ni de Govern¡±. La declaraci¨®n de intenciones es tajante, pero la C¨¢mara auton¨®mica catalana no tiene ning¨²n mecanismo que le permita a un candidato a president desde?ar los apoyos que quiera entregarle una formaci¨®n pol¨ªtica. En cualquier caso, ni PP ni Ciudadanos suscribieron este acuerdo.

Los catalanes sobredimensionan el peso de la poblaci¨®n migrante que reside en Catalu?a. Una encuesta publicada por el CEO (el CIS catal¨¢n) pone de relieve que la sociedad catalana fija en un 36% el volumen de personas que vive en Catalu?a y que ha nacido fuera de Espa?a. En la pr¨¢ctica, seg¨²n el Instituto de Estad¨ªstica de Catalu?a (Idescat), la cifra real apenas supera el 20%. La percepci¨®n falsa, y los bulos que se difunden interesadamente, es combustible para el empuje de la ultraderecha, que no tiene reparos en relacionar a la poblaci¨®n extranjera con la delincuencia. Orriols, alcaldesa de Ripoll (Girona) y que ejerce de l¨ªder de Alian?a Catalana, ha avanzado que si entra en el Parlament el apoyo de su partido estar¨¢ condicionado a ¡°a la implantaci¨®n de medidas de seguridad que permitan frenar el alud inmigratorio y la violencia y la inseguridad en las calles¡±. Ignacio Garriga, candidato de Vox, se atribuye un papel de salvador: ¡°Menos inseguridad, menos fiestas del cordero y menos mezquitas¡±, proclama. ¡°Estamos aqu¨ª para que los catalanes no se sientan extra?os en su tierra y para garantizar aquello que ning¨²n otro partido se ha atrevido a defender¡±, dice.

M¨¢s all¨¢ de las falacias, la campa?a electoral ha hecho incursiones en la gesti¨®n de la inmigraci¨®n, un terreno a menudo pantanoso para las formaciones pol¨ªticas. Carles Puigdemont habla de ¡°reto demogr¨¢fico¡± y pide m¨¢s competencias para Catalu?a. El martes, en el mitin de Junts en Argel¨¨s-sur-Mer (Francia), mientras el speaker que entretiene el acto hac¨ªa su habitual ronda para hablar con el p¨²blico a la espera de la intervenci¨®n del candidato, un hombre llegado desde Lleida (m¨¢s de tres horas y media de viaje) solicit¨® el micr¨®fono para lanzar una petici¨®n expresa a Puigdemont: ¡°Si gobierna, que arregle el desastre que es esto. Cada d¨ªa m¨¢s drogas, robos e inmigraci¨®n¡±, dijo el hombre. Recibi¨® un aplauso entusiasta del p¨²blico. Seg¨²n la encuesta de 40dB. para EL PA?S y la SER, los votantes de Junts son, junto con los de Vox, quienes mejor valoran la posibilidad de que S¨ªlvia Orriols terminara de presidenta de la Generalitat.

La fuerza con que llegan los ultras a la recta final de campa?a ha ca¨ªdo con cierta sorpresa en los partidos que se disputan la victoria final. Lo mismo PSC, que Junts y ERC, llevan semanas anunciando que sus encuestas internas revelan que Vox aguanta la crecida del PP. En 2021, los de Santiago Abascal lograron 9 esca?os, fueron la cuarta fuerza m¨¢s votada del Parlament, y el PP se qued¨® con tres. Ahora, la probable desaparici¨®n de Ciutadans alimenta la crecida de los populares, sin erosionar a los ultras.

Este mi¨¦rcoles, Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha dado por seguro que su partido superar¨¢ a Vox. ¡°Durante el tiempo que presida este partido, tengo muy claro que Catalu?a es una prioridad para el Partido Popular¡±, ha afirmado en un foro del diario Expansi¨®n. ¡°?Por qu¨¦? Primero, porque es imprescindible para los catalanes, y segundo, porque es imprescindible para nuestro propio partido. Somos la fuerza minoritaria en Catalu?a, con tres esca?os, y estoy convencido de que vamos a pasar a ser la cuarta fuerza en Catalu?a; de la novena a la cuarta¡±, ha precisado. Por si acaso, el PP est¨¢ abrazando el discurso de Vox contra la inmigraci¨®n irregular, vincul¨¢ndola con la okupaci¨®n y la delincuencia.

Pese al acuerdo a cinco firmado en la recta final de la campa?a, no es un debate menor para los partidos decidir qu¨¦ trato se tiene que dispensar a la ultraderecha. Hace m¨¢s de un mes, Salvador Illa reclam¨® a los independentistas articular un frente com¨²n. ¡°Me gustar¨ªa que Junts y ERC dejaran claro que vetan el paso al discurso del odio¡±, dijo el candidato del PSC. Carles Puigdemont ha puesto en duda el ¡°compromiso antifascista¡± de Salvador Illa, al que acusa de ¡°dar voz a una formaci¨®n extraparlamentaria¡±, para favorecer a Alian?a Catalana en detrimento de Junts.

Pere Aragon¨¨s, candidato de ERC, tambi¨¦n ha pedido insistentemente m¨¢s contundencia y claridad a Junts para descartar cualquier flirteo con Alian?a Catalana.

Mientras, S¨ªlvia Orriols declar¨® el pasado a?o que el ¡°cord¨®n sanitario¡± que sufri¨® de toda la oposici¨®n durante las ¨²ltimas elecciones municipales fue la mejor campa?a para llegar a la alcald¨ªa de Ripoll. Santiago Abascal, de Vox, manifiesta que los pactos contra la extrema derecha suponen ¡°cortar el paso a la gente¡± y denotan que, los partidos que los firman, ¡°no saben qu¨¦ pasa en la calle¡±.

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