La reuni¨®n en B¨¦lgica de Junqueras y Puigdemont abord¨® estrategias conjuntas pero sin lista ¨²nica

La reuni¨®n que mantuvieron el domingo en Waterloo (B¨¦lgica) Carles Puigdemont y Oriol Junqueras sirvi¨® para explorar la posibilidad de adoptar estrategias conjuntas que puedan beneficiar electoralmente a Junts per Catalunya y a Esquerra Republicana, pero sin entrar a abordar la posibilidad de concurrir a las elecciones en una lista ¨²nica. El encuentro discurri¨® en ambiente ¡°afable¡±, ¡°cordial¡± y de ¡°buen tono¡±, seg¨²n manifiestan fuentes de ambos partidos conocedoras de la reuni¨®n. La cita marca un cambio de din¨¢mica y templa el fr¨ªo trato que se dedican Puigdemont y Junqueras. Hace tres a?os que no se dejan ver en p¨²blico juntos.

La relaci¨®n entre Junts y Esquerra se ha tejido a base de mantener miradas divergentes, a menudo confrontadas, sobre casi todo. Sin embargo, hay coincidencia en ambos bandos cuando se trata de definir qu¨¦ tipo de conexi¨®n mantienen Puigdemont y Junqueras: mala. No hay sinton¨ªa entre los dos l¨ªderes independentistas, pese a que compartieron gobierno en 2017, cuando Junqueras fue el vicepresidente del Govern de Puigdemont, y ambos colaboraron en el dise?o del refer¨¦ndum del 1 de octubre, que fue declarado ilegal. La reuni¨®n que mantuvieron este domingo en el domicilio de Puigdemont en Waterloo se enmarca en un intento por resta?ar la brecha que hay entre ambos y que, de paso, ha envenenado las relaciones entre Junts y ERC. ¡°No se tiraron nada a la cabeza y, viniendo de donde venimos, eso ya es mucho¡±, manifiesta una persona cercana al mando de Junts. ¡°Junqueras hace meses que quer¨ªa verse con Puigdemont para hablar y rehacer una relaci¨®n muy rota¡±, indican desde el c¨ªrculo de su confianza. La misma fuente se?ala que ¡°hablaron sobre varios temas, en tono afable¡±.

Tanto ERC como Junts constatan que est¨¢n en un mal momento electoral. Las elecciones del 12 de mayo revelaron que el independentismo ha perdido 800.000 votos en siete a?os; desde el apogeo del proc¨¦s hasta ahora los apoyos se han desplomado. La intenci¨®n, lo mismo en Junts que en ERC, es taponar la hemorragia y coincide en que una primera medida pasa por dejar de pegarse zarpazos mutuamente. La pelea se ha visto incluso en asuntos que aportaban un beneficio compartido, como es el caso de la ley de amnist¨ªa. La cita de Waterloo se convoc¨® para tratar de mitigar las hostilidades.

Junqueras dimiti¨® de su cargo de presidente de ERC el mes pasado, pero tiene voluntad de recuperar sus responsabilidades si la militancia lo avala en el congreso que el partido ha convocado para el mes de noviembre. Su plan pasa por intensificar su agenda de contactos hasta entonces y, en ese periplo, Waterloo estaba se?alado. ¡°Si quiere volver a la pol¨ªtica es normal que tenga inter¨¦s en verse con Puigdemont¡±, explican desde el entorno del expresidente catal¨¢n. En este caso, el inter¨¦s pudo ser m¨²tuo, porque Puigdemont tambi¨¦n aspira a que ERC lo ayude a bloquear una investidura de Salvador Illa.

Tan pronto como se conoci¨® el escrutinio de las elecciones del 12 de mayo, y Junts certific¨® que quedaba en segundo lugar, a siete esca?os del PSC y sin posibilidad de articular una mayor¨ªa independentista en el Parlament, Puigdemont manifest¨® su voluntad de unir al independentismo bajo un mismo paraguas, sostenido por ¨¦l mismo. Dijo que es hora de que las fuerzas independentistas se sienten a hablar para ¡°rehacer puentes¡± e invit¨® a reflexionar sobre el efecto que tiene no llevar ¡°una estrategia compartida¡±. Esquerra no tard¨® en percibir que Puigdemont lanzaba un anzuelo para trabajar una lista ¨²nica, pensando en un bloqueo de la investidura de Illa y una posible repetici¨®n electoral. La posibilidad de concurrir con Junts a unas elecciones es una idea que causa rechazo entre las filas de ERC, donde a¨²n se recuerda con desagrado el experimento de Junts pel S¨ª en 2015 (una mezcla de Converg¨¨ncia, ERC y figuras de la ¨®rbita independentista). Adem¨¢s, se se?ala que en 2022 Junts abandon¨® voluntariamente la coalici¨®n de Govern que manten¨ªa con ERC.

Desde ambos bandos se sostiene que los recelos no se pulen de la noche a la ma?ana y que para levantar la bandera blanca hace falta algo m¨¢s que una charla. El digital El Nacional ha concretado que la entrevista entre Puigdemont y Junqueras se alarg¨® por espacio de cinco horas. En 2021, en el anterior encuentro entre ambos en Waterloo, compartieron mesa y mantel y se dijo que el expresident, de familia pastelera, prepar¨® personalmente el postre. Han tardado tres a?os en volverse a ver.