Josep Rull, un pol¨ªtico con ADN convergente marcado por su condici¨®n de preso del ¡®proc¨¦s¡¯
El exconsejero de Territorio de Puigdemont, que fue condenado a 10 a?os y medio por sedici¨®n, dirigir¨¢ la C¨¢mara auton¨®mica apoyado por ERC y la CUP
Josep Rull llega a la presidencia del Parlament como quien escribe un segundo volumen de su carrera pol¨ªtica. Un regreso a los focos para dejar atr¨¢s las sombras. Consejero de Territorio del Govern de Carles Puigdemont, estuvo en la c¨¢rcel tres a?os y cuatro meses por haber ayudado a organizar el refer¨¦ndum del 1 de octubre de 2017. Ahora llega para dirigir el Parlament tras haber formado parte de la lista con la que Puigdemont ha pretendido recuperar la condici¨®n de president. Rull fue el n¨²mero tres de la candidatura, pero durante parte de la campa?a electoral tuvo que asumir funciones de jefe de filas porque el expresidente del Ejecutivo catal¨¢n realiz¨® toda la promoci¨®n electoral en el sur de Francia por miedo a ser detenido si entra en Espa?a. Rull se encarg¨® de representar a Junts en los debates televisados porque el partido decidi¨® limitar las apariciones p¨²blicas de la n¨²mero 2, la empresaria tecnol¨®gica Anna Navarro, que ha aterrizado en la pol¨ªtica catalana tras residir los ¨²ltimos 30 a?os en Estados Unidos.
Josep Rull emplea un discurso sereno y un habla sosegada en un ring pol¨ªtico, el catal¨¢n, que vive en la estridencia. Es capaz de empu?ar la estelada con una mano mientras con la otra ojea el librillo pactista que hizo poderosa a Converg¨¨ncia. Cuenta, adem¨¢s, con una ventaja que resulta extra?a en la pol¨ªtica catalana: es capaz de generar consensos a su alrededor. Cuando este lunes, minutos antes de las cuatro de la tarde, ha entrado en el hemiciclo del Parlament, Rull (Terrassa, 55 a?os) ha recibido la espont¨¢nea felicitaci¨®n de propios y extra?os. Aun faltaba un rato para la votaci¨®n que lo ha erigido como presidente del Parlament cuando sus compa?eros de Junts y diputados de otros partidos se han acercado a ¨¦l para abrazarle y estrecharle la mano. No es un detalle menor que lo hayan hecho representantes del PSC como Al¨ªcia Romero, Ramon Espadaler o el propio Salvador Illa, o consellers en funciones de Esquerra, como Anna Sim¨®, David Mascort o Meritxell Serret. Tanto republicanos como socialistas aspiraban a poder presidir la c¨¢mara auton¨®mica, un puesto que concede el segundo cargo de m¨¢s entidad institucional en Catalu?a y que implica una retribuci¨®n anual de m¨¢s de 140.000 euros. Tambi¨¦n la presidenta saliente Anna Erra (Junts) ha intercambiado unas palabras c¨®mplices con su sucesor.
Rull les ha ganado la partida a todos y ha encontrado su principal aval en una fuerza que, sobre el papel, es antagonista a su ADN pol¨ªtico. Los anticapitalistas de la CUP han pedido que para hacer viable un acuerdo independentista en la Mesa del Parlament, tildado de ¡°pacto antirepresivo¡± entre Junts, ERC y la CUP, era menester dejar la presidencia en manos de Josep Rull. Su condici¨®n de preso del proc¨¦s -fue condenado a diez a?os y medio de prisi¨®n por sedici¨®n- ha pesado m¨¢s que su pasado en Converg¨¨ncia, el partido cuna de la derecha conservadora catalana, manchado por casos de corrupci¨®n. El partido de Jordi Pujol ten¨ªa varias almas, y Rull, que se cri¨® en la JNC, las juventudes convergentes, se sinti¨® siempre a gusto en el ala soberanista, incluso antes de que el proc¨¦s impusiera el independentismo como una moda en Catalu?a.
Corredor de fondo y aficionado a la media marat¨®n, Rull aplica la paciencia a sus empe?os. Zancada a zancada ha logrado blindarse de los ataques personales en una pol¨ªtica catalana que lleva a?os envenenada, y ha salido indemne de los rifirrafes que anidan dentro de su partido. ¡°Hay cosas que en Junts todo el mundo respeta, y Rull es una de ellas¡±, se?ala un alto cargo del partido que en las ¨²ltimas elecciones catalanas tuvo que cederle el n¨²mero tres de la lista al ahora presidente parlamentario. Rull ya demostr¨® saber evitar las cornadas cuando, en 2016, fue uno de los impulsores de la ley para prohibir la tauromaquia: ¡°Articularemos todos los mecanismos normativos necesarios para que los toros no vuelvan a Catalu?a¡±, proclam¨® entonces. En oto?o de 2017, cuando el Gobierno del PP intervino la Generalitat mediante la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, Rull se fotografi¨® en su despacho de la consejer¨ªa y colg¨® la imagen en las redes sociales. Una suerte de desobediencia enmarcada en un retrato.
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