Los moderadores del duelo entre S¨¢nchez y Feij¨®o: ¡°Si hubi¨¦ramos intervenido todas las veces que se pisaban habr¨ªa sido un debate a cuatro¡±
Ana Pastor y Vicente Vall¨¦s dudan sobre si deber¨ªan haber mostrado m¨¢s contundencia para evitar el guirigay entre S¨¢nchez y Feij¨®o
En octubre de 2020, la Comisi¨®n de Debates de Estados Unidos decidi¨® que en el segundo duelo entre Donald Trump y Joe Biden se silenciaran los micr¨®fonos del candidato que no estuviera en el uso de la palabra. Se trataba de evitar las interrupciones durante la exposici¨®n inicial de los aspirantes en cada uno de los bloques tem¨¢ticos. De este modo ten¨ªan garantizados dos minutos sin r¨¦plicas del contrincante. Saber cu¨¢ndo se debe cortar un debate, sacar tarjeta amarilla y reconducir la conversaci¨®n es una cuesti¨®n ¡°irresoluble¡±, seg¨²n Vicente Vall¨¦s, que el lunes moder¨® junto a Ana Pastor un bronco y ¨¢spero cara a cara entre el socialista Pedro S¨¢nchez y el popular Alberto N¨²?ez Feij¨®o en Atresmedia. Ambos periodistas hacen autocr¨ªtica sobre su labor, sus esfuerzos para impedir que los candidatos hablaran a la vez y sus continuas (y a menudo infructuosas) llamadas al orden para que los espectadores pudieran seguir un m¨ªnimo hilo argumental.
En las fechas previas a la retransmisi¨®n del debate, los partidos estaban preocupados por la altura de las sillas o la temperatura dentro del plat¨®, pero, sobre todo, les inquietaba el formato. Quer¨ªan saber si, adem¨¢s de los bloques tem¨¢ticos pactados, habr¨ªa preguntas y repreguntas por parte de los moderadores. Ambos atesoran una amplia experiencia en debates electorales, aunque nunca se hab¨ªan enfrentado a un cara a cara. Para Pastor, lo m¨¢s sorprendente fue el tono: ¡°Pensaba que iba a ser m¨¢s calmado y menos farragoso¡±. Interpret¨® que con menos gente habr¨ªa menos foll¨®n y que ser¨ªa m¨¢s pac¨ªfico que aquel debate a nueve que condujo con motivo de las elecciones catalanas de 2021, donde estaban citados los l¨ªderes de las principales fuerzas pol¨ªticas y entre ellos se gritaron y lanzaron insultos graves: desde ¡°delincuentes¡± hasta ¡°fascistas¡±.
A lo largo de los 100 minutos de duraci¨®n del S¨¢nchez-Feij¨®o (seguido por 5,9 millones de espectadores, el 46,5% de cuota), los moderadores se enfrentaron al dilema de cu¨¢ndo intervenir para intentar recomponer un di¨¢logo que hab¨ªa empezado a convertirse en un indescifrable guirigay casi desde el comienzo. ¡°Son decisiones que hay que tomar en mil¨¦simas de segundo¡±, comenta Pastor, consciente de que quiz¨¢ el primer bloque, dedicado a la econom¨ªa, hubiera sido m¨¢s eficaz intervenir con m¨¢s contundencia para que evitar que hablaran al mismo tiempo, se pisaran y se acusaran de usar estad¨ªsticas falsas sobre el paro, el PIB o las pensiones.
Pero tampoco en directo es posible hacer una verificaci¨®n del alud de cifras econ¨®micas que manejaron los candidatos entre acusaciones de mentir. Pastor se pregunta: ¡°?Qu¨¦ deber¨ªa haber hecho, parar para verificar un dato econ¨®mico, por qu¨¦ ese y no otro? Si hubiera parado las intervenciones hubiera entrado a debatir con ellos.¡±
Para Vall¨¦s esta era su quinta cita electoral. Percibe que si los moderadores intervienen desde muy pronto se arriesgan a tener un protagonismo que no les corresponde y si intervienen poco se les acusa de dejarle la iniciativa a un candidato para beneficiar o perjudicar al otro. El periodista utiliza un s¨ªmil futbol¨ªstico para explicar el dilema al que se enfrentaron: ¡°Ante un partido muy tenso, ?en qu¨¦ momento el ¨¢rbitro decide sacar la primera tarjeta amarilla? Si la saca muy pronto, tal vez acaba expulsando a cinco y si la saca muy tarde, el partido se enreda y terminan todos a patadas¡±.
Los dos periodistas, ubicados en un atril frente la mesa en la que estaban los dos aspirantes a la presidencia del Gobierno, se hab¨ªan propuesto no intervenir, salvo en el caso de que los discursos de los candidatos se volvieran interminables. Pero ocurri¨® todo lo contrario. Vall¨¦s admite que se vieron obligados a intervenir y pedirles silencio a los dos pol¨ªticos para reordenar el debate. ¡°Si hubi¨¦ramos intervenido todas las veces que se pisaban la palabra, aquello habr¨ªa sido un debate a cuatro¡±, dice con iron¨ªa. Optaron por dejar que cada aspirante se presentara ante la audiencia como son.
El cara a cara de Atresmedia estaba concebido como un formato en el que los candidatos se pudieran interpelar. ¡°Eso permite mucha m¨¢s agilidad¡±, admite Vall¨¦s, que no se muestra partidario de apagar el micr¨®fono de uno de los contendientes mientras habla el otro. Asegura que el espacio electoral no se dise?¨® como si fuera una sesi¨®n parlamentaria, donde los tiempos est¨¢n f¨¦rreamente tasados y las reglas no son el¨¢sticas. Los dos moderadores llevaban una larga lista de cuestiones de actualidad en el caso de que S¨¢nchez y N¨²?ez Feij¨®o no hablaran de ellas. ¡°Nosotros planteamos el tema de la vivienda, pero el de la ley del solo s¨ª es s¨ª, que tambi¨¦n lo ten¨ªamos previsto, surgi¨® de una forma natural¡±, sostiene Vall¨¦s. Pastor pregunt¨® al l¨ªder popular por la violencia de g¨¦nero, un asunto escurridizo ante las cesiones del PP a Vox en las comunidades en las que han pactado gobiernos.
Empat¨ªa entre Zapatero y Rajoy
A normas inflexibles se enfrent¨® la periodista Olga Viza en el cara a cara de 2008 entre el entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y el aspirante Mariano Rajoy, organizado por la Academia de Televisi¨®n. Los detalles estaban milim¨¦tricamente controlados. No hab¨ªa opci¨®n a preguntas ni a repreguntas. Todo estaba cronometrado. Viza recuerda que Zapatero llevaba fichas de un minuto, de dos y de tres, para usar seg¨²n el tiempo disponible. El ritmo estaba encorsetado y el debate limitado. Zapatero ha incidido este martes durante una entrevista en Onda Cero en el formato del cara a cara celebrado este lunes: ¡°en todos los cara a cara que ha habido en democracia, lo l¨®gico es que los moderadores est¨¦n integrados en el debate¡±. Adem¨¢s de pedir una revisi¨®n del formato y achacarle el resultado del debate, el expresidente del Gobierno socialista a?adi¨®: ¡°cada vez que los candidatos ten¨ªan que mirar al moderador ten¨ªan que darse la vuelta¡±.
Frente a la frialdad que el lunes reinaba entre los equipos de S¨¢nchez y Feij¨®o, la periodista contrapone la empat¨ªa de la que hicieron gala Zapatero y Rajoy antes y despu¨¦s de que se encendieran los focos en el Palacio de Congresos de Madrid, completamente vac¨ªo y convertido en un gigantesco plat¨® en el que solo estaban los candidatos, la moderadora y una persona de seguridad. Viza recuerda que mientras esperaban el comienzo, Rajoy coment¨® que hab¨ªa estado el d¨ªa anterior en Le¨®n, la tierra de Zapatero, y que hab¨ªa llenado el aforo. ¡°Al acabar, los dos hicieron un aparte y hablaron. Se notaba que hab¨ªa empat¨ªa¡±, algo que la periodista ha echado en falta en el caso de S¨¢nchez y N¨²?ez Feij¨®o, coprotagonistas de un debate ¡°en el que ha contado m¨¢s el c¨®mo que el qu¨¦¡±. Por eso no se sorprende del alud de las interrupciones continuadas. Su conclusi¨®n es que fue un debate sin informaci¨®n porque ¡°quiz¨¢ se olvidaron a qui¨¦n estaba dirigido¡±. Y se pregunta: ¡°?Val¨ªan la pena 100 minutos para esto¡±?
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