Miguel R¨ªos: ¡°Vuelve la estirpe de Ca¨ªn, estamos en una encrucijada acojonante¡±
El patriarca del rock en espa?ol siente haber sido prof¨¦tico en algunas distop¨ªas, se muestra cr¨ªtico con las utop¨ªas y advierte de los peligros que supondr¨ªa no votar para la izquierda
Miguel R¨ªos (Granada, 79 a?os) lleva casi 60 a?os recorriendo las carreteras espa?olas en un perpetuo Blues del autob¨²s y pocos le pueden decir lo que ha cambiado este, su pa¨ªs, desde el franquismo hasta ahora. En oto?o seguir¨¢ con su nuevo tour del Rock & R¨ªos, un fen¨®meno transversal que marc¨® a toda una generaci¨®n hambrienta de cambio. Hoy, cuando huele y palpa el retroceso, este gran patr¨®n de nuestro rock -y de la m¨²sica en espa?ol en todo el mundo- quiere dejar las cosas claras.
Pregunta. Si usted fuera presidente, ?qu¨¦ nos propondr¨ªa para decirnos: Bienvenidos?
Respuesta: Yo, lo que har¨ªa, es huir y renunciar a ese cargo altamente inflamable. Pero para seguirte el juego, lo primero, extirpar¨ªa de nuestra sociedad la pobreza. En cierto modo, seguir¨ªa la senda del sanchismo en las pol¨ªticas sociales y la ampliaci¨®n de derechos y libertades, pero con algunas correcciones respecto al S¨¢hara o la valla de Melilla. Pocos han hecho lo que este Gobierno y en estas circunstancias.
P. En su canci¨®n A?o 2000 dice usted, all¨¢ por 1980, entre otras cosas: ¡°Entre el consumo y la represi¨®n, la violencia nos agobiar¨¢¡¡±.
R. La escrib¨ª despu¨¦s de leer La tercera ola, de Alvin Toffler. Ese libro lo escribe en la era Reagan y nos anuncia m¨¢s o menos lo que va a pasarnos cuando el ultraliberalismo decidi¨® poner al mercado por delante de las personas: una desigualdad que llevar¨ªa a la violencia porque la sociedad no la podr¨ªa soportar.
P. No hay duda de que fue profeta¡ Aunque ya todos vimos lo que pasa si se tensa la cuerda.
R. Ya ha pasado, adem¨¢s, este ambiente me recuerda mucho al de los a?os de la rep¨²blica. El matonismo andaba por ah¨ª, hoy llega con un tinte nuevo, m¨¢s hip¨®crita.
P. ?Triunfa el modelo D¨ªaz Ayuso porque han construido de ella un icono pop?
R. Pues algo as¨ª. En el pop, lo primero es la imagen, esta le gana al fondo. En el caso de D¨ªaz Ayuso han construido eso para que primero llegue el caramelo y luego las barbaridades.
P. Entre la utop¨ªa y la distop¨ªa, ?qu¨¦ le frustra m¨¢s? ?No haber cumplido la primera o que la segunda ya ande por aqu¨ª en boca y hechos de la ultraderecha?
R. No haber cumplido la primera me da un poco de pena. Aunque yo he vivido totalmente libre, no estoy del todo satisfecho debido a la desigualdad. Pero es que la distop¨ªa me produce mucho canguelo, t¨ªo. Vuelve la estirpe de Ca¨ªn reencarnada en Abascal. Estamos en una encrucijada acojonante. Es que se va a abolir la vida si no salvamos el planeta.
P. Usted que vive en la carretera, ?podr¨ªa contar a quienes no creen que Espa?a ha cambiado en democracia, lo que ¨¦ramos?
R. Yo he pasado por todas las ampliaciones de la red viaria: del ¨²nico carril a las cuatro pistas por sentido. Y lo que no saben eso y lo niegan son precisamente algunos que se forran con el discurso cuando el desarrollo de las infraestructuras les ha hecho ricos. Como dec¨ªa Alfonso Guerra, el antiguo, antes de entrar al Gobierno: ¡°A este pa¨ªs no lo va a reconocer ni la madre que lo pari¨®¡±.
P. Dice usted bien: el antiguo¡
R. Eso s¨ª que para m¨ª ha sido una de mis grandes desilusiones. Escuchar a Felipe [Gonz¨¢lez] y a Guerra decir ciertas cosas. Nos mostraron el camino de la justicia social. Y ahora, mira.
P. ?Y si Feij¨®o se hubiese emocionado con el Rock & R¨ªos y Abascal pegado saltos al ritmo de Banzai? ?Y si Yolanda D¨ªaz fuera Santa Luc¨ªa?
R. Pues puede ser perfectamente porque aquello fue un fen¨®meno transversal. Entonces, decir que eras de derechas le daba corte a la gente. Ahora es al rev¨¦s.
P. ?Qu¨¦ ritmo meter¨ªa a aquellos que no piensan ir a votar para que espabilen?
R. Hay exquisitos de la izquierda que no votar¨¢n y andar¨¢n cuatro a?os con la pinza en la nariz, despu¨¦s.
P. No deber¨ªa cantar m¨¢s a menudo el Himno de la alegr¨ªa? Andan todos enfurru?ados.
R. Deber¨ªa, s¨ª. Es que notas al cantarlo c¨®mo Beethoven te agranda las cuerdas vocales con esa resonancia. Quiso elevar el gesto y las aspiraciones del ser humano y lo sientes cuando te pasa por la garganta esa melod¨ªa.
P. Si usted fuera presidente, ?podr¨ªa hacerme un favor?
R. ?Cu¨¢l?
P. Abolir el reguet¨®n.
R. ?Nooooo! Cuando yo cantaba a Elvis, mi madre me dec¨ªa: ¡°Ni?o, ?qu¨¦ te pasa en la boca?¡±. El reguet¨®n tiene cosas que a m¨ª no me emocionan, pero, ?abolir yo? Nada. ?Qu¨¦ co?o! Para eso est¨¢n otros¡
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