Espa?a vota con v¨¦rtigo
La derecha es favorita, pero el escenario qued¨® mucho m¨¢s abierto en la recta final. La certeza de que la ultraderecha entrar¨ªa en el Gobierno de la mano de Vox moviliza a la izquierda. Los cuatro grandes partidos se juegan no solo el poder, sino sus proyectos pol¨ªticos
Si las elecciones son un estado de ¨¢nimo, las de Espa?a este domingo se parecen mucho al v¨¦rtigo. La derecha vota convencida de la victoria que le daban casi todos los sondeos hasta que se dejaron de publicar encuestas, pero la sensaci¨®n de remontada que consigui¨® instalar la izquierda en la ¨²ltima semana derriba cualquier certeza y abre todas las posibilidades.
Tanto el PSOE como Sumar lograron inyectar a los suyos la idea de que es posible el maracanazo (victoria contra el favorito) de 1993, cuando Felipe Gonz¨¢lez, contra todos los sondeos, con un segundo debate y un final de campa?a apote¨®sico, logr¨® arrebatar por 300.000 votos una victoria que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ten¨ªa asegurada. Adri¨¢n Barb¨®n, el presidente asturiano, una de las pocas comunidades donde resisti¨® la izquierda en las auton¨®micas de este 28 de mayo, alent¨® esta idea del fen¨®meno de 1993 en el cierre de campa?a el viernes.
En la derecha, por el contrario, el PP admite en privado que hubo tropiezos la ¨²ltima semana, pero no ven posible ning¨²n vuelco y conf¨ªan en una victoria c¨®moda que deshaga lo que consideran un espejismo de la izquierda. Durante la semana pasada, alentaron la idea de la mayor¨ªa aplastante, rozando los 170 esca?os, que les permitir¨ªa gobernar en solitario, pero poco a poco han ido bajando sus expectativas. Ahora asumen que lo m¨¢s probable es que tengan que gobernar en coalici¨®n con Vox, aunque Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha dedicado la campa?a a intentar que sea con la m¨ªnima fuerza posible de la ultraderecha para no tener que darles muchos ministerios ni muy relevantes.
Precisamente esta idea de que Vox puede entrar en el Gobierno y Santiago Abascal ser vicepresidente es la que m¨¢s parece haber movilizado a ¨²ltima hora a la izquierda, y a¨²n m¨¢s despu¨¦s de comprobar en el debate a tres del mi¨¦rcoles las posiciones m¨¢s extremas del l¨ªder de Vox. Los errores de Feij¨®o de la ¨²ltima semana tambi¨¦n parecen haber tenido un efecto movilizador en los progresistas.
En el PSOE y Sumar est¨¢n entusiasmados con el resultado de ese debate a tres, que los socialistas vivieron como una segunda oportunidad despu¨¦s del fiasco del cara a cara del d¨ªa 10. En la izquierda est¨¢n convencidos de que Feij¨®o cometi¨® un error de libro al no ir al encuentro. Creen que le puede costar tanto como a Javier Arenas en 2012, cuando se sinti¨® tan fuerte que decidi¨® no arriesgar y no asisti¨® al debate de las andaluzas. Finalmente, no pudo gobernar cuando todas las encuestas dec¨ªan que s¨ª lo har¨ªa.
El debate, adem¨¢s, sirvi¨® para impulsar a Sumar, gracias al ¨¦xito de su l¨ªder, Yolanda D¨ªaz, y con ello insuflar ¨¢nimos a los progresistas. En la recta final, el PSOE y Sumar, lejos de enfrentarse, han mostrado una sinton¨ªa que lleva a sus fieles a so?ar con una nueva coalici¨®n de izquierda, pero ya sin la tensi¨®n interna que tanto da?o le hizo en esta legislatura.
Los sondeos que han manejado los partidos en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a dicen cosas muy diferentes entre ellos, desde los que dan una mayor¨ªa aplastante a la derecha a los que se?alan que a¨²n hay partido y los bloques est¨¢n muy igualados. Estas inc¨®gnitas mantienen en vilo a los millones de espa?oles que van a votar este domingo ¡ªy a los 2,47 millones que lo han hecho por correo, una cifra r¨¦cord¡ª. En el ambiente flota mucho m¨¢s optimismo de la izquierda del previsto hace dos semanas.
Los sondeos llevan a pr¨¢cticamente toda la clase pol¨ªtica espa?ola a contener la respiraci¨®n. El resultado de esta noche pone en juego, mucho m¨¢s que otras veces, los proyectos pol¨ªticos de los cuatro grandes partidos estatales y tambi¨¦n puede tener repercusiones importantes en las batallas entre soberanistas en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco.
Adem¨¢s de lo m¨¢s importante que se decide este domingo, el Gobierno de los espa?oles, su orientaci¨®n pol¨ªtica, y la posibilidad de que Espa?a se sume a los pocos pa¨ªses del mundo que tienen a la ultraderecha en el poder, algo que terminar¨ªa de romper los equilibrios en Europa, tambi¨¦n est¨¢ en juego el futuro del PP, el PSOE, Sumar y Vox para los pr¨®ximos a?os.
Feij¨®o es un l¨ªder consolidado en el PP: ha logrado unificar al partido y ha tenido el apoyo tanto de Mariano Rajoy como de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, siempre muy enfrentados en las dos almas del PP, y ha recuperado a personajes m¨¢s extremos como Cayetana ?lvarez de Toledo para buscar el voto del ala dura cercana a Vox. En a?o y medio, ha logrado estabilizar al partido e imponerse entre todos los sectores y familias que lo conforman, sin grandes enfrentamientos. Si logra gobernar, como apuntaban la mayor¨ªa de los sondeos la semana pasada, habr¨¢ llegado al m¨¢ximo en una carrera llena de ¨¦xitos electorales en Galicia. Sin embargo, si no gana las elecciones ya ha dicho que dejar¨¢ el liderazgo del PP.
No est¨¢ claro qu¨¦ pasar¨ªa si las gana pero no logra gobernar, un escenario que ¨¦l mismo ha planteado como posible durante toda la campa?a. Feij¨®o preparaba as¨ª el terreno de lo que ser¨ªa una formidable batalla pol¨ªtica y medi¨¢tica para intentar que el PSOE le permita gobernar como hizo con Mariano Rajoy en 2016. Pero los socialistas, y no solo el entorno de S¨¢nchez, sino tambi¨¦n relevantes barones regionales consultados, descartan por completo ese escenario que ya vivieron con enorme trauma hace siete a?os, cuando su l¨ªder fue empujado a dimitir y las bases lo volvieron a aupar como rechazo a esa decisi¨®n.
El futuro del PP est¨¢ en juego si Feij¨®o frustra las enormes expectativas que ha generado, alentando la idea de victoria aplastante que le permitir¨ªa incluso gobernar en solitario. Al final de la campa?a, el l¨ªder del PP cambi¨® bastante su discurso y en uno de los ¨²ltimos m¨ªtines mostr¨® su v¨¦rtigo ante la posibilidad de no sumar una mayor¨ªa: ¡°O los arrasamos, o despu¨¦s de perder intentar¨¢n gobernar¡±. Incluso sostuvo la idea de que la competici¨®n ¡°est¨¢ trucada¡± porque al PP no le vale con ganar las elecciones, tiene que sumar con Vox o todos los dem¨¢s se unir¨¢n contra ¨¦l.
El ejemplo sueco
Eso es exactamente lo que le pas¨® al PSOE en Madrid, en Castilla y Le¨®n o en Murcia en 2019, y de nuevo hace dos semanas en Extremadura y en Canarias, donde no gobiernan pese a haber ganado porque el PP se uni¨® a los dem¨¢s ¡ªVox y Coalici¨®n Canaria¡ª para sacarlos del poder. Sin embargo, Feij¨®o insiste en obviar esa realidad reciente porque entiende que para La Moncloa debe haber reglas diferentes que para las autonom¨ªas, aunque la Constituci¨®n establezca que al presidente lo nombra el Congreso por mayor¨ªa absoluta y en todos los sistemas parlamentarios europeos y del mundo gobierna el que suma m¨¢s apoyos.
De hecho, el l¨ªder del PP no para de decir que ¨¦l no podr¨ªa hablar con primeros ministros europeos si no fuera el m¨¢s votado. Y ha citado varias veces el ejemplo de Suecia, un pa¨ªs donde su primer ministro no es el primer ni el segundo partido, sino el tercero, que se ali¨® con el segundo, de ultraderecha, para desbancar al primero, los socialdem¨®cratas.
El que m¨¢s se juega su futuro pol¨ªtico, en cualquier caso, es el PSOE, y sobre todo Pedro S¨¢nchez, que se enfrenta este domingo a la m¨¢s arriesgada de todas sus apuestas. El presidente decidi¨® adelantar las elecciones despu¨¦s de la debacle de su partido en las municipales y auton¨®micas del 28 de mayo, donde perdi¨® casi todo el poder, aunque no tantos votos. Hoy se sabr¨¢ si con esa decisi¨®n adelant¨® tambi¨¦n el final de su carrera pol¨ªtica o logr¨® la en¨¦sima p¨¢gina ¨¦pica de su Manual de resistencia.
Un mal resultado del PSOE o una victoria aplastante de la derecha abrir¨ªan con toda probabilidad un cambio de ciclo en el partido centenario que ha gobernado Espa?a 29 a?os de los 41 que pasaron desde 1982, cuando lleg¨® Felipe Gonz¨¢lez a La Moncloa. En el PSOE ya se detectan movimientos iniciales para preparar el escenario de una posible salida de su secretario general si las cosas fueran mal esta noche. Pero todo est¨¢ congelado a la espera del resultado, y mucho m¨¢s despu¨¦s de esta ¨²ltima semana, en la que dirigentes de todo tipo, no solo los fieles a S¨¢nchez, han notado un inesperado movimiento de fondo que hace que alienten las esperanzas de un vuelco sorpresivo o al menos una resistencia muy superior a la esperada.
Sumar tambi¨¦n se juega mucho esta noche. Es el m¨¢s nuevo de los cuatro proyectos que compiten para llegar al Gobierno, el ¨²nico que se estrena en estas elecciones, y le cost¨® mucho fraguar el pacto entre partidos del que ha surgido la formaci¨®n de Yolanda D¨ªaz. La campa?a y, sobre todo, el debate del mi¨¦rcoles han sido decisivos para dejar atr¨¢s el ruido interno y concentrarse en un buen resultado que le permita consolidar el proyecto pol¨ªtico. D¨ªaz insiste en que Sumar ha venido para quedarse, en el Gobierno o en la oposici¨®n, pero necesita al menos acercarse a los 35 esca?os que tiene ahora Unidas Podemos para consolidar la formaci¨®n y evitar que se reabra la guerra de familias. Si lo logra, habr¨¢ recompuesto a una izquierda que en las municipales parec¨ªa destruida, con un resultado que contribuy¨® a la p¨¦rdida de muchas autonom¨ªas y ayuntamientos.
Vox tambi¨¦n tiene una prueba de fuego. Abascal, un pol¨ªtico profesional desde los 19 a?os, del ala m¨¢s derechista del PP, que lo abandon¨® despu¨¦s de no llegar nunca a la primera divisi¨®n, fund¨® el partido y aguant¨® estoicamente cuando solo ten¨ªa 50.000 votos en toda Espa?a y ni so?aba con un diputado. Ahora tiene posibilidades reales de ser vicepresidente de Espa?a con el PP, la misma formaci¨®n que lo menospreci¨®. Sin embargo, Vox est¨¢ a la baja, los 52 esca?os de 2019 son pr¨¢cticamente imposibles y ha sufrido mucho en las ¨²ltimas dos semanas para resistir la acometida del PP con el voto ¨²til.
Le podr¨ªa pasar como a Unidas Podemos en la repetici¨®n de 2019, que con menos votos que en la anterior tuvo mucho m¨¢s poder, porque se tornaron imprescindibles. Pero tambi¨¦n podr¨ªa vivir un fiasco importante si el PP reabsorbe buena parte de su electorado y trata de dejarlo fuera del Gobierno, o a¨²n peor si no logra entrar porque no suman una mayor¨ªa absoluta entre los dos. Vox est¨¢ ante su reto definitivo, el de consolidarse y ser uno de los pocos partidos de ultraderecha en el poder en una de las principales democracias del mundo o caminar hacia una posici¨®n de irrelevancia frente a un PP dominador.
Todo est¨¢ en aire, pues, en una noche de v¨¦rtigo. Espa?a puede abrir paso a la derecha y la ultraderecha montadas en el caballo del antisanchismo y la extraordinaria movilizaci¨®n de los conservadores para echar al presidente del poder, o cerr¨¢rselo con una oleada final de inesperada remontada progresista para respaldar a la coalici¨®n y permitir una reedici¨®n m¨¢s tranquila, como prometen sus l¨ªderes. Contra lo que se?alan algunos, nada est¨¢ decidido hasta que se abren las urnas y se cuentan los votos. Hay 2,47 millones de ellos ya en sus sobres, los del voto por correo, pero nadie sabe de momento qu¨¦ contienen. Ser¨¢ una noche de emociones intensas que abrir¨¢ paso a cuatro a?os a¨²n no escritos, pero que dif¨ªcilmente podr¨¢n superar la epopeya de la combinaci¨®n ¨²nica de una pandemia, una crisis econ¨®mica con un par¨®n in¨¦dito de la producci¨®n y, cuando todo empezaba a calmarse, la primera guerra de invasi¨®n en Europa desde 1945 y la mayor inflaci¨®n en 40 a?os.
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