G¨¦nova 13, fiesta en diferido

En Ferraz, a medida que avanzaba el escrutinio y la gente empez¨® a acercarse a la sede de PSOE primero con miedo y luego con la camisa abierta, se coloc¨® a toda prisa un andamio para que saliese S¨¢nchez de vaqueros, pantal¨®n y camisa, con zapatillas deportivas, a celebrar la vida. Espa?a improvis¨® unos resultados electorales y el PSOE les improvis¨® una fiesta. Hasta S¨¢nchez improvis¨® una no felicitaci¨®n al ganador de las elecciones, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en medio de la agitada euforia nocturna. ¡°Gran democracia, democracia fuerte y limpia¡± dec¨ªa mientras a su lado Mar¨ªa Jes¨²s Montero saltaba encima del andamio, encima de la democracia y casi encima de S¨¢nchez bajo la mirada estupefacta de la audiencia. ¡°No pasar¨¢n¡± le grit¨® la gente al candidato socialista, y cuando parec¨ªa que S¨¢nchez pod¨ªa animarse con el ¡°no, no pasaron¡±, envolvi¨® la respuesta en f¨®rmula parlamentaria incorporando un gallo en la voz que le dio dramatismo a la frase: ¡°Espa?a fue clara: el bloque involucionista ha fracasado¡±.

No habr¨¢ derogaciones, al menos de momento. S¨¢nchez se apropi¨® de Perro Sanxe en maniobra list¨ªsima, devolvi¨® con fuerza el ¡°que te vote Txapote¡± a sus autores materiales e intelectuales y se sobrepuso a un debate catastr¨®fico subido a la semana horribilis de Feij¨®o, al que le desenterr¨® Yolanda D¨ªaz su amistad con el narco Marcial Dorado en donde pis¨®, inocente y con nuevas mentiras (¡°inexactitudes¡±), Feij¨®o (primero no sab¨ªa a qu¨¦ se dedicaba, luego dijo que s¨ª hab¨ªa sido contrabandista pero nada de narcotr¨¢fico: en fin, un sindi¨®s aderezado por el papel¨®n con Silvia Intxaurrondo en TVE cuando su fama de mentiroso, precisamente su bandera contra S¨¢nchez, empezaba a arreciar).

Poco antes de S¨¢nchez hab¨ªa salido Yolanda D¨ªaz sin voz, directamente. ¡°La tengo escacharrada¡±, aclar¨® bajito, como si le estuviesen preparando una sopa. ¡°La gente estaba preocupada y hoy va a dormir tranquila¡±, dijo. ¡°La democracia hoy ha ganado y sale fortalecida; hemos ganado, somos un pa¨ªs mejor¡±, dijo tambi¨¦n. Es una frase que vale para una victoria, para una derrota y para lo que sea: la democracia gana cuando la gente vota, la democracia que nos gusta y la que no nos gusta y les gusta a los otros. La democracia es grande y ancha, pero a veces un poco pesada, sobre todo si se repiten elecciones.

¡°Feij¨®o ha ganado como quer¨ªa y no va a gobernar con Vox como tambi¨¦n quer¨ªa¡±, empez¨® ir¨®nico Santiago Abascal con tono de p¨¦same dirigido a ninguna parte. Dedic¨® el discurso al PP, lo acus¨® de blanquear cuatro a?os de Gobierno, de vender la piel del oso antes de cazarlo prometiendo ministerios y haciendo poco menos que Consejos de Ministros imaginarios. Desmoviliz¨® al electorado, dijo, vot¨® en contra de nuestra moci¨®n de censura (hist¨®rico recuerdo a Ram¨®n Tamames en esas horas de zozobra). Detr¨¢s, en el rostro de Jorge Buxad¨¦, que se hizo famoso en una celebraci¨®n electoral de Vox, se dibujaba una decepci¨®n muy literaria que consiste en perder la mirada, ponerla a vagabundear mientras Abascal bajaba a¨²n m¨¢s la voz silabeando tremendos reproches al candidato del PP. Feij¨®o con la piel del oso y Vox, el oso sin piel, esperando vicepresidencias.

Ya hab¨ªan salido todos cuando apareci¨® Feij¨®o en el balc¨®n de G¨¦nova con Ayuso y Almeida, discurso de ganador y maneras de perdedor (hay cosas indisimulables, y Feij¨®o hasta hab¨ªa anunciado sus primeras medidas como presidente). Dijo, de hecho, que gobiernan los que ganan las elecciones. Feij¨®o est¨¢ empe?ado en cargarse el parlamentarismo y sus pactos en los sitios en los que gana el PP y en potenciarlo, llenarlo de virtudes, en los que pierde. Y que ¨¦l, claro, va a querer gobernar.

La de G¨¦nova era una de esas fiestas que graban las televisiones el 22 de octubre para festejar el a?o nuevo; hab¨ªa que llevar banderas, aplaudir mucho, bailar y gritar ¡°feliz a?o¡± a todo pulm¨®n sabiendo que ma?ana seguir¨¢ siendo octubre y hay que ir a trabajar. Cierto que al menos en esas galas la gente tiene la certeza de que el a?o nuevo llegar¨¢ y en la sede del PP, y en la cara de Feij¨®o, no hab¨ªa certezas ni se las esperaba. O s¨ª, hab¨ªa una: la gente empez¨® a gritar ¡°Ayuso, Ayuso¡±, Feij¨®o casi moviliza a los carteros para que sofocasen la rebeli¨®n tir¨¢ndoles buzones y Ayuso, vestida de rojo fiesta, se encog¨ªa de hombros a la manera de Sandro Giacobbe: ¡°Madrid es as¨ª, no la he inventado yo¡±

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