El rev¨¦s de Vox, la decepci¨®n del PP: las lecciones del 23-J impactan en el dilema estrat¨¦gico de la derecha europea
La fuerte movilizaci¨®n contraria generada por las posiciones muy extremas de los ultras y el abrazo de los populares irrumpe en el debate de los conservadores
Las elecciones legislativas celebradas el domingo en Espa?a ¡ªcon el rev¨¦s sufrido por Vox y la insuficiente victoria de los populares¡ª han arrojado un resultado que altera una clara tendencia de auge de la ultraderecha y de triunfal acceso al poder de las formaciones conservadoras registrada en Europa en los ¨²ltimos meses. El resultado tiene claras repercusiones en el tablero europeo, no solo, por supuesto, en t¨¦rminos de poder puro, por sumar o no en el flanco derecho una capital del peso de Madrid, sino tambi¨¦n por el impacto en los dilemas estrat¨¦gicos de las distintas derechas europeas en una etapa marcada por muchas elecciones importantes. El vendaval causado el fin de semana por el l¨ªder de la CDU alemana con su amago de romper parcialmente el cord¨®n sanitario, que posteriormente rectific¨®, encarna la profundidad del debate.
El resultado espa?ol se desmarca de una tendencia fuerte: en abril de 2022, Viktor Orb¨¢n revalid¨® su mandato con una demoledora victoria en Hungr¨ªa; septiembre de ese a?o alumbr¨® el ¨¦xito de Hermanos de Italia (26%, liderazgo del Gobierno) y de los Dem¨®cratas Suecos (20%, apoyo externo decisivo); en abril de este a?o, la ultraderecha finlandesa logr¨® otro 20% y entr¨® despu¨¦s en el Gobierno; en junio, las legislativas griegas confirmaron en el poder, en solitario, a los populares locales, pero tres formaciones ultras lograron entrar en el Congreso. En Portugal, la ultraderecha de Chega obtuvo un resultado inferior a Vox en las legislativas de enero ¡ªun 7%¡ª pero el dato fue una gran mejora con respecto al anterior. En Alemania, AfD est¨¢ disparada en los sondeos. Por el contrario, en Espa?a Vox retrocedi¨® ¡ªde forma moderada en porcentaje (de 15,1% a 12,4%), de forma muy marcada en esca?os (de 52 a 33)¡ª, y el PP avanz¨®, pero de una forma que parece insuficiente para gobernar.
La repercusi¨®n en t¨¦rminos de poder es obvia. Sumar Espa?a a los Gobiernos con distintas tonalidades de derecha con sabor nacionalista al mando, como Italia, Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Suecia o Finlandia, habr¨ªa tenido un alto peso pol¨ªtico, especialmente con vistas a las elecciones europeas de junio de 2024 y el consiguiente cambio de la c¨²pula europea. Pero no debe subestimarse el mero impacto pol¨ªtico, las lecciones que los distintos actores en el arco conservador extraer¨¢n en las pr¨®ximas semanas del resultado espa?ol en medio del gran debate entre los populares acerca de si cooperar o no con los ultras, y hasta qu¨¦ punto.
Por supuesto, cada escenario nacional tiene sus peculiaridades. En el caso de Vox, en su g¨¦nesis se halla un hecho diferencial absoluto: la reacci¨®n al independentismo catal¨¢n. Esto marca un rasgo espec¨ªfico en su evoluci¨®n que no se puede proyectar a otros casos. Pero ello no impide que la ultraderecha espa?ola, y la derecha popular en su relaci¨®n con ella, comparta muchas cosas con los dem¨¢s pa¨ªses, y sus vicisitudes hablen a los dem¨¢s.
Uno de los elementos principales de reflexi¨®n gira alrededor de las caracter¨ªsticas especialmente extremas de Vox, incluso dentro de la familia ultra europea, y el efecto movilizador que semejante extremismo produce en el bando contrario, sobre todo si recibe el abrazo de los populares.
¡°Vox es un partido m¨¢s joven, menos maduro que otros de su familia en Europa¡±, comenta Alberto Alemanno, profesor Jean Monnet de Derecho y Pol¨ªticas Europeas de la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de Par¨ªs. ¡°Una de sus principales estrategias para cosechar apoyos es salir de la correcci¨®n pol¨ªtica que se autoimpusieron hace tiempo los partidos dominantes. Vox dice cosas que todav¨ªa muchas personas piensan, pero que no se atreven a decir. Espa?a ha pasado de ser un pa¨ªs muy conservador a otro muy liberal, progresista. Vox ha pensado que hab¨ªa ah¨ª un terreno f¨¦rtil. Pero este resultado cuestiona su radicalismo¡±, apunta el experto.
¡°Si no hubiesen hecho lo que han hecho en las administraciones locales, censurando pel¨ªculas, quitando banderas LGTBI; si hubiesen optado por posiciones m¨¢s pragm¨¢ticas y dirigidas al consenso, a lo Meloni, quiz¨¢s les hubiese ido mejor¡±, contin¨²a Alemanno, quien reside en Espa?a. ¡°En cambio, su posici¨®n radical ha lanzado un mensaje de alerta que ha confirmado la narrativa de S¨¢nchez, la idea de que si llegaban al poder pod¨ªan desmontar todo. Han sido inmaduros. Esto es una gran lecci¨®n para este partido y para todas las derechas europeas¡±.
Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor en el Departamento de Ciencia Pol¨ªtica y Relaciones Internacionales de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, aporta otro elemento de reflexi¨®n que apunta al efecto de movilizar mucho a la contraparte. ¡°Vox es diferente de otros populismos de derecha europea. En otros casos, el enemigo es externo: la UE o la inmigraci¨®n. Puedes ser radical, pero no generas un miedo interno a la sociedad. Pero Vox es otra cosa. Lo que lo distingue es su fuerte matiz antifeminista, su posici¨®n sobre los derechos LGTBI, su posici¨®n sobre la autonom¨ªa de las comunidades. Su pol¨ªtica genera un fuerte rechazo en sectores de la sociedad que sienten que deben defender sus derechos, sean catalanes, vascos, mujeres con identidad feminista, etc.¡±.
Nos hallamos, pues, frente a una ultraderecha en cierto sentido menos evolucionada que otras de Europa occidental que, con sus planteamientos radicales y con el abrazo del PP que le ha dado una perspectiva realista de Gobierno, han desatado una movilizaci¨®n. ¡°Esto es as¨ª en parte porque no est¨¢ en una posici¨®n hegem¨®nica, asume su posici¨®n subalterna al PP, no aspira a liderar Gobierno como Le Pen o Meloni, y esto marca una diferencia¡±, a?ade Molina. La tradici¨®n, historia y cultura tambi¨¦n marcan una diferencia. No es lo mismo una ultraderecha implantada en las sociedades escandinava o francesa, que en la espa?ola, por ejemplo, con distinto peso de la Iglesia.
Y es esta la ultraderecha que el PP, aun sin explicitarlo, abraz¨® en los hechos. El resultado espa?ol recuerda a los populares los riesgos y l¨ªmites de los abrazos con los ultras. Puede ser insuficiente y convertirlos en apestados a la vista de todos los dem¨¢s. Esto impacta en medio de un fuerte pulso pol¨ªtico entre el alma weberiana del Partido Popular Europeo ¡ªpor Manfred Weber, el l¨ªder de la facci¨®n parlamentaria que propugna un acercamiento cooperativo al menos a parte de la constelaci¨®n ultra¡ª y el alma vonderleyeniana ¡ªpor la presidenta de la Comisi¨®n, muy reticente ante la perspectiva de esa apertura¡ª.
El l¨ªder de la CDU alemana, Friedrich Merz, amag¨® el fin de semana con levantar el hist¨®rico cord¨®n sanitario frente a la ultraderecha a nivel local, para tener que dar marcha atr¨¢s al d¨ªa siguiente en medio de fuertes pol¨¦micas. Adem¨¢s de las elecciones europeas, en los pr¨®ximos meses est¨¢n previstas otras importantes convocatorias, por ejemplo en Polonia, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica, el a?o que viene.
¡°Creo que el resultado espa?ol es una fort¨ªsima se?al de alerta. Puede reforzar la posici¨®n de Von der Leyen, debilita a los halcones y consolida a las palomas. Weber sin duda estar¨¢ tomando nota¡±, dice Alemanno.
¡°Evidentemente, hay una gran duda estrat¨¦gica en la derecha europea sobre qu¨¦ hacer en el futuro, y en ese sentido el resultado de las elecciones espa?olas es importante¡±, coincide Molina. ¡°Lo es por el mensaje acerca de Vox, pero quiz¨¢s m¨¢s todav¨ªa por el PP. ?Qu¨¦ habr¨ªa hecho Feij¨®o si hubiese ganado de forma clara las elecciones? ?Habr¨ªa defendido una mayor cooperaci¨®n entre populares y ultras a escala europea? No sabemos, pero, de producirse, a mi juicio, habr¨ªa entra?ados serios riesgos, porque el proyecto europeo no cuenta con un demos, y no le conviene una dicotom¨ªa fuerte derecha frente a izquierda¡±.
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