Espinosa de los Monteros, un ¡®gentleman¡¯ liberal, pero solo en lo econ¨®mico
El dimitido portavoz del Grupo Parlamentario de Vox uni¨® su suerte a la de Abascal en 2012, cuando le acompa?¨® en un juicio contra los ¡®abertzales¡¯ de Llodio
Iv¨¢n Espinosa de los Monteros (Madrid, 52 a?os) y Santiago Abascal se conocieron enero de 2012, en un almuerzo organizado por Alejandro Macarr¨®n, director de la Fundaci¨®n Renacimiento Demogr¨¢fico, preocupada por la ca¨ªda de la natalidad en Espa?a. Ambos ten¨ªan muy poco en com¨²n: el primero es hijo de Carlos Espinosa de los Monteros, marqu¨¦s de Valtierra, expresidente de Iberia y Mercedes Benz Espa?a. Se hab¨ªa criado en Chicago y hablaba ingl¨¦s con la fluidez del nativo. Se licenci¨® en Econ¨®micas y Empresariales por el ICADE y obtuvo un m¨¢ster en gesti¨®n empresarial en la Northwestern University (EE. UU.). Hasta entonces se hab¨ªa dedicado a los negocios, con desigual ¨¦xito. Abascal era el hijo de un tendero de Amurio (?lava) e hist¨®rico militante del PP que hab¨ªa buscado refugio en el Gobierno madrile?o de Esperanza Aguirre tras una carrera pol¨ªtica en el Pa¨ªs Vasco que hab¨ªa tocado prematuramente a su fin.
Pese a ello, el flechazo fue inmediato. Abascal le explic¨® que nadie del PP iba a acompa?arle al juicio que ten¨ªa en la Audiencia Nacional contra 19 abertzales de Llodio que, nueve a?os antes, hab¨ªan intentado boicotear con gritos, empujones y patadas su toma de posesi¨®n como concejal. Impresionado por el abandono del PP, Espinosa acudi¨® a la sala como p¨²blico para que Abascal no se sintiera tan solo. Su abogado era Javier Ortega Smith.
De aquel juicio sali¨® el equipo que llevar¨ªa a Vox a convertirse en la tercera fuerza pol¨ªtica de Espa?a. Primero en Denaes (Defensa de la Naci¨®n Espa?ola), la fundaci¨®n que sirvi¨® como incubadora del futuro partido, y, a partir de diciembre de 2013, en Vox. Formaron un triunvirato bajo el liderazgo de Abascal al que se unir¨ªa la mujer de Espinosa, Roc¨ªo Monasterio, hija de una asturiana y un hacendado cubano a quien la revoluci¨®n incaut¨® su ingenio azucarero.
En 2014, el primer l¨ªder de Vox, Alejo Vidal-Quadras, dimiti¨® tras no conseguir un esca?o en el Parlamento europeo y Abascal fue aupado a presidente del partido. Espinosa le sucedi¨® como secretario general. En 2016, tras varios traspi¨¦s electorales, dej¨® la pol¨ªtica para ocuparse de sus negocios privados; entre otros, la venta de naves habilitadas como viviendas por su esposa, arquitecta de profesi¨®n. En 2019, despu¨¦s de que Vox irrumpiera en la escena pol¨ªtica obteniendo 12 esca?os en el Parlamento andaluz, regres¨® a la c¨²pula de Vox, pero esta vez no como secretario general, cargo que ya ocupaba Ortega Smith, sino como encargado de relaciones internacionales.
Sin embargo, lo que le catapultar¨ªa al primer plano de la pol¨ªtica espa?ola fue su papel de portavoz del Grupo Parlamentario de Vox que, a partir de noviembre de 2019, con 52 diputados, ser¨ªa el tercero de la C¨¢mara baja. Brillante en el uso de las armas dial¨¦cticas de la paradoja y la iron¨ªa y evitando meterse en los charcos conspiranoicos de algunos de sus compa?eros, durante m¨¢s de dos a?os form¨® t¨¢ndem con Macarena Olona. Ambos se convirtieron en el l¨¢tigo que con mayor sa?a fustigaba al Gobierno, frente a un PP que no acababa de encontrar su espacio.
La marcha de Olona, primero como candidata a las elecciones andaluzas y luego como protagonista de la mayor ruptura del partido hasta hoy, dej¨® a Espinosa desguarnecido frente al aparato, que siempre hab¨ªa recelado de que el grupo parlamentario se gestionara como un reino de taifas. ?l se defin¨ªa pol¨ªticamente como ¡°liberal en lo econ¨®mico, enti¨¦ndase bien¡±, pero incluso ese liberalismo econ¨®mico, compatible con el conservadurismo en materia de moral y costumbres, empezaba a ser sospechoso en un partido cada vez m¨¢s escorado hacia el proteccionismo y el antieurope¨ªsmo.
Este martes, Espinosa ha querido despedirse del Congreso y de la c¨²pula de Vox como un gentleman, atribuyendo su marcha a razones personales y familiares e intentando esquivar cualquier cr¨ªtica a su partido; aunque lo ha hecho parafraseando una pel¨ªcula de culto, El ¨¦xotico hotel Marigold, para asegurar que, ¡°al final, todo saldr¨¢ bien y, si no sale bien, es que no es el final¡±. Ha sido su manera de decir que en Vox, hoy por hoy, las cosas no est¨¢n saliendo nada bien.
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