Macarena Olona: ¡°Mi salida aflor¨® las cr¨ªticas por falta de democracia interna y de respeto en Vox¡±
La exdiputada del grupo de Abascal denuncia acoso desde cuentas vinculadas a su antiguo partido: ¡°Es de pel¨ªcula de terror, con loas a Hitler y ataques antisemitas¡±
Cien d¨ªas despu¨¦s de su sorpresiva salida de Vox, Macarena Olona (Alicante, 43 a?os) se ha embarcado en un nuevo proyecto pol¨ªtico que, al menos por ahora, no es un partido, sino una fundaci¨®n (Igualdad Iberoamericana, con sede en Panam¨¢) y una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para la que se propone recoger medio mill¨®n de firmas por toda Espa?a en 2023. El objetivo: combatir lo que llama ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Se niega a calificar a Vox como ¡°ultraderecha¡±, pero asegura que ya es el pasado para ella. Revela que dimiti¨® la noche de las elecciones andaluzas y, aunque lamenta la divisi¨®n del pa¨ªs en ¡°trincheras¡± en un momento en que se avecinan profundos problemas sociales, no hace acto de contrici¨®n por sus ¡°duras y afiladas¡±, pero ¡°corteses¡±, intervenciones en el Congreso.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se marcha de Vox? Sabemos que tuvo un problema de salud, pero cuando uno est¨¢ enfermo se coge la baja m¨¦dica, no dimite. Sus votantes siguen esperando una explicaci¨®n.
Respuesta. Desde luego. Y lamento no poder satisfacer esa l¨®gica necesidad de una explicaci¨®n m¨¢s completa. Pero siempre he mantenido que mi lealtad hacia los espa?oles incluye mi silencio sobre cuestiones internas de Vox. Y tambi¨¦n he dicho, y se est¨¢ confirmando, que el tiempo pone a todos en su sitio. Lo que puedo asegurar es que con las informaciones que se fueron publicando tras mi salida se puso en marcha la m¨¢quina de triturar carne. Yo he vivido en mi burbuja durante tres a?os en el Congreso y me march¨¦ siendo la diputada con mayor n¨²mero de iniciativas registradas. Las cuestiones del partido me eran absolutamente ajenas. Hasta que di un paso al lado a finales de julio. En ese momento, personas de toda Espa?a que hab¨ªan abandonado el proyecto contactaron conmigo porque, sin tener informaci¨®n, intu¨ªan que hab¨ªamos vivido una situaci¨®n similar. Y encontraron una esperanza de poder caminar con unidad. Por desgracia, no se les dio ninguna oportunidad.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que Vox no era su proyecto o de que usted no era el de Vox?
R. El d¨ªa clave fue cuando emitimos de manera coordinada mi comunicado y el de Santiago Abascal en los que se anuncia mi salida de Vox. Yo en aquel momento estaba viviendo una situaci¨®n muy complicada de salud y lo que hice fue pensar en mi beb¨¦ por delante de cualquier otra cosa. Es verdad que la parte final del comunicado podr¨ªa haber sido distinta. All¨ª se dec¨ªa que cuando recuperara mi salud, me incoporporar¨ªa a mis obligaciones como abogado del Estado y se pod¨ªa haber puesto: ¡°seguir¨¦ con mi actividad pol¨ªtica en Vox¡±. No se puso eso. Fue la decisi¨®n correcta y lo sigo manteniendo. Cuando me recuper¨¦, y despu¨¦s de pedir perd¨®n a los andaluces por tener que abandonar mi responsabilidad en ese Parlamento, lo que no admit¨ª es que me tuviera que marchar a casa y dejar de servir a los espa?oles donde creo que puedo ser de utilidad. Porque algunos me ve¨ªan de manera interna como una amenaza. Y plantar cara desde dentro nos habr¨ªa llevado a un choque de trenes. El tiempo ha demostrado que el problema en Vox, con un ego desmedido, no era yo. Mi salida solo lo ha hecho m¨¢s visible.
P. Usted ha criticado a quienes viven toda su vida de la pol¨ªtica, pero ese es el caso del presidente de su antiguo partido, Santiago Abascal.
R. Yo hago una reflexi¨®n general: la experiencia nos demuestra que cuando el pol¨ªtico no tiene d¨®nde caerse muerto fuera de la pol¨ªtica lo que est¨¢ vendiendo es su alma y sus principios, porque no puede cuestionar aquellas imposiciones que se le trasladen si no tiene otro sustento.
Soy muy de lucha obrera. El Estado de bienestar es fundamental
P. Usted ha declarado que se encontr¨®, tras dejar el partido, con antiguos militantes de Vox que denunciaban falta de democracia interna. ?No lo vio cuando estaba dentro?
R. Yo nunca he dicho que en Vox haya falta de democracia interna. Lo que digo es que las personas que hab¨ªan abandonado Vox me trasladan un mensaje com¨²n: que no se fueron por dejar de defender Espa?a o de comulgar con unos principios. Hab¨ªan abandonado Vox por cuestiones organizativas y, coincidiendo en todos los casos, la ausencia de democracia interna y faltas de respeto. Ahora, mi salida es como si hubiese actuado a modo de tap¨®n de corcho de una botella de champ¨¢n que de repente hizo que todo lo que se hab¨ªa acumulado de presi¨®n aflore as¨ª, hasta llegar a la ca¨ªda del secretario general. Cuando hago el Camino de Santiago se dice que estaba echando un pulso a Abascal y yo lo que planteo es mi deseo de poder unificar a todas esas voces, porque un partido excluyente nunca puede ser alternativa de nada. Por eso mis apelaciones constantes a la unidad.
P. No nos queda claro si usted coincide en que no hab¨ªa democracia interna en Vox. Su propia salida del partido, con una mera declaraci¨®n en la que se dice que es ¡°el fin del camino¡±, resulta an¨®mala.
R. Yo hubiese preferido que, antes de tomar esa decisi¨®n, se consultase a las bases, pero yo no he formado parte del Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica, no he estado en el n¨²cleo decisorio del partido, ni much¨ªsimo menos. Y si no le queda claro si compart¨ªa esa afirmaci¨®n es porque mi lealtad me exige que no conteste ahora a esa pregunta.
P. Todo empez¨® con el resultado de las elecciones andaluzas. Usted compareci¨® en solitario a la ma?ana siguiente ante la prensa.
R. Ah¨ª empec¨¦ a ejercer como l¨ªder del partido en Andaluc¨ªa. Dije: ¡°Yo doy la cara ante los medios¡±. En la noche electoral le plante¨¦ a Santi [Abascal] dimitir. Le pregunt¨¦ a partir de qu¨¦ n¨²mero que no alcanz¨¢ramos de diputados deber¨ªa dimitir. Me ocurri¨® como a muchos, que sentimos un fracaso [el resultado] a pesar del objetivo ¨¦xito, porque incrementamos 100.000 votantes y subimos dos esca?os. Fue un fracaso de expectativas. La informaci¨®n que me trasladaba el partido todo el tiempo es que la vicepresidencia estaba garantizada y por momentos estaba peleando la Presidencia de la Junta. Entonces, cuando de 24 o 26 diputados te quedas en 14, pues por supuesto que derram¨¦ l¨¢grimas esa noche.
P. ?Abascal la convenci¨® de seguir?
R. Me respondi¨® que [dimitir] se pod¨ªa ver como un abandono hacia los 500.000 votantes andaluces que nos hab¨ªan depositado su confianza.
P. Se la culp¨® a usted del fiasco en Andaluc¨ªa.
R. La primera vez que yo noto que est¨¢ fallando algo es cuando empieza a haber filtraciones que descargan sobre m¨ª la responsabilidad de la campa?a andaluza. Cuando identifico de d¨®nde vienen, y veo que es del partido, durante semanas espero que haya una respuesta para negarlas. Nunca lleg¨®. Alguien estaba cometiendo una inmensa deslealtad hacia m¨ª por la falsedad que entra?a. Y permanec¨ª callada, en leal silencio. Luego me plantearon una conferencia en Washington sobre campa?as electorales y, tras rechazarla, pens¨¦: ¡°Creo que soy la persona indicada para darla porque puedo trasladar a los alumnos cu¨¢les son los errores que, desde mi experiencia, nunca deben cometerse¡±. El primero: el candidato siempre debe exigir formar parte del equipo de campa?a. Yo no formaba parte. Ese equipo estaba en Madrid. Nadie me puede hacer creer que es lo mismo presentarme a m¨ª que a una escoba.
P. Se ha quejado de la crispaci¨®n en el Congreso pero, como diputada, usted protagoniz¨® algunas de las intervenciones m¨¢s duras.
R. Yo he sido una parlamentaria que se ha caracterizado, desde luego, por la dureza de sus intervenciones, por su verbo afilado, pero siempre con una correcci¨®n y cortes¨ªa parlamentaria. Porque a m¨ª no me ha hecho falta insultar para poder expresar mi mensaje y a veces con contundencia.
P. ?No hace autocr¨ªtica de ninguna de sus intervenciones? ?Ni siquiera cuando dijo que se estaba prostituyendo el Congreso?
R. Puedo decir que cada intervenci¨®n de 12 minutos me ha llevado detr¨¢s un promedio de 15 horas de trabajo. Recopilar antecedentes. Estudiar. Hacer el discurso y aprend¨¦rmelo de memoria. No puedo decir que a m¨ª, en alg¨²n momento, se me haya calentado la boca en el fragor del debate parlamentario. Lo m¨¢s duro para m¨ª de esas intervenciones es que respond¨ªan a la realidad y estaban motivadas por mi contacto permanente con la calle.
P. Ha denunciado usted en el juzgado el presunto acoso por parte de un asesor del grupo de Vox en el Parlamento catal¨¢n.
R. Se ha admitido a tr¨¢mite la denuncia que interpuse tras una campa?a de acoso que sufr¨ª. Y los obst¨¢culos que estoy sorteando no est¨¢n siendo sencillos. Soy de carne y hueso. La piel me duele y m¨¢s cuando veo actuaciones contra m¨ª que no las identificar¨ªa ni con los m¨¢s antisistema de Podemos. Entre estas actuaciones est¨¢ la difusi¨®n de un audio sexual falso y la publicaci¨®n en un canal de Telegram con casi 6.000 suscriptores de una amenaza directa: ¡®Vamos a por ti, puta¡¯. A ver qui¨¦n se ha confundido y se piensa que yo soy una mujer felpudo, que permite que la utilicen como saco de boxeo. Alguien hizo campa?a de acoso, se le ha ido de las manos y tard¨¦ siete minutos en conocer la identidad que supuestamente est¨¢ detr¨¢s de esas cuentas. Fue una pel¨ªcula de terror la informaci¨®n que aflor¨®. Me refiero a esas loas a Hitler y a ataques antisemitas que se promov¨ªan por esta y otras cuentas.
P. Usted ha dicho que no se presentar¨¢ a las elecciones municipales y auton¨®micas, pero apoyar¨¢ a determinadas candidaturas y no ser¨¢ neutral.
R. El hecho de no concurrir no significa que yo, como cualquier otro ciudadano, no pueda apoyar desde fuera una candidatura y soy perfectamente consciente de esa responsabilidad.
P. ?Qui¨¦n financia esta aventura?
R. Puedo asegurar a los espa?oles que hasta la fecha toda la actividad que han visto y el proyecto que he expuesto ha sido financiado por Macarena Olona.
P. ?D¨®nde se ubica el movimiento de Macarena Olona? ?M¨¢s all¨¢ de la ultraderecha de Vox?
R. Yo no considero a Vox ultraderecha. A m¨ª no se puede decir que soy ultraderecha. Cualquier movimiento del que yo pudiese formar parte ser¨ªa absolutamente democr¨¢tico. Soy una mujer de ley y orden por encima de todo. ?D¨®nde estamos? Si tuviese una varita m¨¢gica sacar¨ªa a los espa?oles de las trincheras. Creo que soy suficientemente expresiva cuando digo que voy a caminar Espa?a con los dos pies, el derecho y el izquierdo. Lo dice alguien, adem¨¢s, que es muy de lucha obrera. Para m¨ª, el Estado del bienestar es algo fundamental. Me niego a quedarme anclada en el pasado cuando hay tanto presente y futuro por marchar. Para m¨ª, Vox es el pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.