Los ¡°hechos comprobables¡± de S¨¢nchez hasta ahora

Hace tres semanas, la ¨²ltima vez que Pedro S¨¢nchez reuni¨® a su ejecutiva, al d¨ªa siguiente de las elecciones, la sensaci¨®n que se viv¨ªa era de euforia, seg¨²n varios de los presentes. Contra pron¨®stico, una vez m¨¢s, el l¨ªder del PSOE hab¨ªa logrado un resultado extraordinario, mejorando en votos y esca?os, y sobre todo la derecha no sumaba. La Moncloa estaba de nuevo a tiro. Ya entonces, los que m¨¢s conocen a Junts dentro del PSOE avisaban: ojo que va a ser muy dif¨ªcil. Pero el inesperado ¨¦xito lo tapaba todo.

Tres semanas despu¨¦s, el ambiente ha pasado de la euforia a una evidente incertidumbre que se respiraba en los c¨ªrculos del poder socialista y en la propia ejecutiva, aunque con la confianza en que al final se encontrar¨¢ la salida. Carles Puigdemont podr¨ªa hacer saltar todo por los aires y facilitar que la presidencia del Congreso sea del PP, algo que casi inexorablemente conducir¨ªa a nuevas elecciones porque parece imposible que S¨¢nchez pueda gobernar en minor¨ªa, con mayor¨ªa absoluta del PP en el Senado, dependiendo de Junts para cada votaci¨®n y con la Mesa del Congreso en contra, que puede bloquear muchas iniciativas. Ya por la noche, las sensaciones que se trasladaban eran m¨¢s optimistas, pero sin certezas hasta que Junts decida.

Los negociadores se han encontrado con un problema de fondo que se refleja en el mensaje del expresident catal¨¢n pr¨®fugo en X, la red social antes conocida como Twitter: la enorme desconfianza que tiene ¨¦l con los socialistas. Durante estos seis a?os, mientras el PSOE constru¨ªa muchos v¨ªnculos a todos los niveles con ERC, nadie del entorno de Pedro S¨¢nchez estableci¨® contacto alguno con Puigdemont, mientras sus diputados fieles votaban en contra de casi todo. Reconstruir esos puentes rotos parece mucho m¨¢s dif¨ªcil de lo que se logr¨® con ERC en 2019, cuando el PSOE negoci¨® con los republicanos con su l¨ªder, Oriol Junqueras, en la c¨¢rcel y reci¨¦n condenado a 13 a?os. Dif¨ªcil, s¨ª, pero no imposible. Y en las ¨²ltimas semanas, con gran discreci¨®n, se est¨¢ intentando construir esos puentes.

Puigdemont habla de desconfianza y exige ¡°hechos comprobables¡±. En la ret¨®rica de Junts est¨¢ la idea de que ERC ha vendido sus votos al PSOE por nada. Pero lo cierto es que en estos cuatro a?os S¨¢nchez ha tomado varias decisiones de calado de las que se publican en el BOE, hechos comprobables relevantes, tanto que han estado a punto de costarle el Gobierno, porque, seg¨²n las encuestas y ¨¦l mismo admiti¨® en la campa?a, son las que m¨¢s votos pudieron hacerle perder. La m¨¢s evidente es la de los indultos a los presos del proc¨¦s, despu¨¦s de cuatro a?os en prisi¨®n. Durante toda la campa?a, S¨¢nchez repiti¨® que sab¨ªa que hab¨ªa muchas personas que hab¨ªan votado al PSOE en 2019 y que estaban dudando hacerlo de nuevo porque no entendieron los indultos, en junio de 2021. Estos, de hecho, tambi¨¦n beneficiaron a Junts, ya que entre los perdonados estaba Jordi Turull, su secretario general actual, y Jordi S¨¤nchez, su antecesor en el cargo.

Pero despu¨¦s S¨¢nchez fue m¨¢s lejos, y cambi¨® el C¨®digo Penal para beneficiar a los independentistas ¡ªtambi¨¦n a los de Junts¡ª con la derogaci¨®n del delito de sedici¨®n y la reforma del de malversaci¨®n, en diciembre pasado, que reduc¨ªa a un tercio las posibles penas de c¨¢rcel. Una decisi¨®n que provoc¨® un terremoto pol¨ªtico, con el Tribunal Constitucional impidiendo una votaci¨®n del Senado por primera vez en democracia, y que supuso un enorme desgaste para el Gobierno. De hecho, uno de los beneficiados por esa reforma es el propio Puigdemont, que ya no est¨¢ acusado por sedici¨®n ¡ªel delito ha desaparecido¡ª y tampoco por el nuevo delito de des¨®rdenes p¨²blicos agravados, porque el Tribunal Supremo interpreta que no vale para el proc¨¦s. As¨ª que su posible condena se ha reducido sensiblemente.

Adem¨¢s de estas grandes decisiones, las m¨¢s pol¨¦micas, el Gobierno ha tomado otras muchas favorables a los intereses de los independentistas, en especial con las posiciones de la Abogac¨ªa del Estado, que se retir¨® de la causa abierta por el Tribunal de Cuentas ante la supuesta malversaci¨®n de fondos p¨²blicos en los gastos ilegales para promover el proc¨¦s en el exterior; o que no ha pedido la detenci¨®n de Puigdemont tras la sentencia del Tribunal General de la Uni¨®n Europea que resolvi¨® retirar la inmunidad parlamentaria del expresidente catal¨¢n. El propio Gobierno renunci¨® a recurrir al Tribunal Constitucional el decreto de lenguas aprobado in extremis por el Ejecutivo catal¨¢n para no cumplir con la sentencia que le obliga a impartir al menos un 25% de clases en castellano.

Pero Puigdemont insiste en que quiere ¡°hechos comprobables¡± y no promesas vagas, y es eso lo que est¨¢ encima de la mesa de negociaci¨®n no ya para la mesa del Congreso, sino sobre todo para la investidura. All¨ª ser¨¢n necesarios avances concretos en cuestiones muy sensibles, sobre todo la llamada amnist¨ªa, que tiene un enorme problema: el anterior movimiento, con un importante cambio del C¨®digo Penal, fue rechazado de plano por el Supremo, que lo consider¨® una chapuza legal. Pero el expresident, al margen de la ret¨®rica y la desconfianza despu¨¦s de a?os sin contacto con el PSOE, s¨ª sabe que S¨¢nchez est¨¢ dispuesto a arriesgar mucho pol¨ªticamente para darle una salida pol¨ªtica al destrozo del proc¨¦s, como ha demostrado estos a?os.

Entre los problemas de una negociaci¨®n complej¨ªsima, hay otro de pura competencia pol¨ªtica que es muy importante: Puigdemont quiere demostrar que ¨¦l consigue cosas que ERC nunca pudo lograr. Y ese es uno de los puntos m¨¢s complicados de la negociaci¨®n. La tensi¨®n entre Junts y ERC hace muy dif¨ªcil contentar a los dos en un mismo trato. Ambos quieren ser los art¨ªfices de cualquier avance. La unidad de acci¨®n entre ellos sigue siendo una quimera. Y el Gobierno necesita los votos de ambos. No le sobra ni uno. Por eso en el PSOE y en Sumar contienen la respiraci¨®n ante la primera prueba de fuego de la nueva mayor¨ªa: la votaci¨®n de la mesa. Si caen en esta, la repetici¨®n electoral se convertir¨¢ en lo m¨¢s probable. Pero incluso si no lo hacen, queda much¨ªsimo camino para evitar esa repetici¨®n que ser¨ªa una enorme segunda oportunidad para Alberto N¨²?ez Feij¨®o de sumar la mayor¨ªa de derechas que esta vez no logr¨® por cinco esca?os.