La precampa?a de la izquierda en el coraz¨®n del ¡®ayusismo¡¯: ¡°Nos encanta el territorio comanche¡±

La base de operaciones de M¨¢s Madrid en el distrito de Salamanca es el V¨ªa 22, un bar relativamente modesto para esta zona. El mi¨¦rcoles por la tarde se sentaron al fondo del local diez militantes con cuadernos, bol¨ªgrafos y unas ca?as. Cualquiera se puede unir porque esto es una asamblea abierta, as¨ª que no tienen reparo en que un periodista escuche c¨®mo planean la recta final del 28-M, incluidos sus actos en lo que llaman ¡°territorio comanche¡±.

La presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso arras¨® en las auton¨®micas de 2021 con un 61,1% del voto en Salamanca y un 62% en el vecino Chamart¨ªn, los dos distritos m¨¢s ricos de la capital. En algunos rincones, el PP de Ayuso roz¨® el 80% como en el tramo norte de la calle Serrano o en torno a la plaza del Marqu¨¦s de Salamanca. Pero la izquierda no renuncia a hacer campa?a en los mayores feudos de la derecha. Los afiliados de M¨¢s Madrid Salamanca suelen montar los s¨¢bados su tenderete blanco y verde con el logo del partido en alg¨²n punto del distrito. Enchufan el micr¨®fono y dan su mitin. Les cuesta mucho atraer vecinos en las calles de las grandes fortunas, pero a veces se acercan trabajadores de El Corte Ingl¨¦s y otros comercios que, aunque no vivan aqu¨ª, se llevan el mensaje a sus barrios. Otras veces alg¨²n espont¨¢neo les han gritado que se vayan a Venezuela o que son ¡°comedores de ni?os¡±, o les han roto el folleto en cachitos en su cara. Pero, por lo general, la gente rechaza educadamente los pasquines con un ¡°gracias¡±.

Marco Llamas, un tipo alto de 57 a?os con tres aros en una oreja y pinta de viejo rockero, explica antes de la reuni¨®n que no lo tienen f¨¢cil: ¡°Este distrito es un p¨¢ramo para las organizaciones de izquierda. La gente vota por sus intereses econ¨®micos¡±.

Llamas y Mari Joe Boeta llevan la voz cantante en la reuni¨®n. Los dos fueron el lunes a una asamblea mayor del partido donde participaron representantes del resto de distritos y municipios, as¨ª que tienen ya la informaci¨®n sobre las pr¨®ximas semanas. Les cuentan que ya est¨¢n listas las banderolas en defensa de la sanidad p¨²blica para colgar en los balcones de un barrio donde lo com¨²n es ver banderas de Espa?a y tambi¨¦n est¨¢n fijadas las fechas de los actos en abril. ¡°Hasta el 28 de mayo esto va a ser a saco¡±, les dice Llamas conforme va enumerando eventos en el distrito y otros puntos de la ciudad y regi¨®n. ¡°Hay que ir a dar calor¡±. El resto anota las fechas.

Llamas es un antiguo distribuidor de cine que se mud¨® en torno al ¨¢rea se?orial de Diego de Le¨®n hace casi tres d¨¦cadas. Lleva militando en organizaciones de izquierda desde los 14 a?os y bromea diciendo que le han echado de todas. Boeta, de 48 a?os, es vecina del barrio de La Guindalera, cercano a la plaza de toros de las Ventas, que es la zona de menor renta, aunque seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) esas calles se encuentran entre el 2% y 3% m¨¢s rico de Espa?a. Su familia vive en el barrio desde que su abuelo, maestro, se instal¨® en la zona. Ella es sumiller y cuando tiene catas aprovecha, dentro de lo posible, para concienciar a los acaudalados clientes sobre cuestiones como el cambio clim¨¢tico. Sorprendentemente, en ese contexto m¨¢s relajado y elegante cala mejor su mensaje que cuando hace proselitismo desde los tenderetes callejeros.

En el resto del grupo hay varios maestros, una funcionaria, un escritor o un actor de teatro. No figura entre ellos nadie verdaderamente rico, seg¨²n cuentan. Para la izquierda es muy dif¨ªcil ganar a los privilegiados; sin embargo, a la derecha le cuesta menos penetrar en los barrios obreros, como se vio en 2021 cuando Ayuso llen¨® de azul el mapa. Los resultados de la izquierda en territorio acaudalado son en algunos casos irrisorios, como pas¨® en la mesa de los 555 m¨¢s ricos de La Moraleja, donde cayeron cuatro papeletas rebeldes para M¨®nica Garc¨ªa de M¨¢s Madrid y una para Pablo Iglesias de Unidas Podemos.

Sus dificultades para ganar seguidores en Salamanca son patentes durante la reuni¨®n. Alfredo, maestro jubilado de 74 a?os, toma la palabra para informarles de que ¨¦l y otras dos militantes han estado llamando una a una a las 48 personas del grupo de WhatsApp de M¨¢s Madrid Salamanca para ponerles las pilas. Son las personas m¨¢s involucradas porque en alg¨²n momento han asistido a las reuniones y la buena noticia es que han reclutado a 10 o 12 apoderados para el d¨ªa de la votaci¨®n. La mala es que necesitan 35 para cubrir todos los colegios. Llamando a los contactos han visto que hay gente que se ha ido de Madrid o gente quemada de la pol¨ªtica. ¡°Nadie m¨¢s va a venir a hacer nada en la campa?a. Yo he hablado con ellos y les digo ¡®?y te animas?¡¯ Nada...¡±

¡°Con algunos he discutido, algunos estaban cabreados¡±, dice. Y a?ade: ¡°Hab¨ªa tambi¨¦n una persona negacionista¡±, lo que no parece extra?ar a sus compa?eros, quiz¨¢s porque hoy se ve de todo en pol¨ªtica.

El bar V¨ªa 22 est¨¢ cerca de la plaza de toros. Enfrente tiene un colegio religioso concertado y a su lado una taberna taurina, en cuyo escaparate se promociona en un cartel un rezo del rosario ¡°por la salvaci¨®n de Espa?a y del mundo¡±. Estas calles estrechas de La Guindalera eran el reducto donde en tiempos de la alcaldesa Manuela Carmena floreci¨® un movimiento contestatario en torno a La Gasolinera, un antiguo surtidor reconvertido en punto de encuentro vecinal. Cuando lleg¨® el actual alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, cerr¨® la verja y program¨® en ese espacio una ampliaci¨®n del vecino Centro Cultural Buenavista, que a¨²n est¨¢ en obras. Lo que queda de aquella ¨¦poca es un local llamado La Atenea, donde una asociaci¨®n vecinal apartidista organiza charlas con enfoque izquierdista, como el ecofeminismo, la vivienda inasequible o los males del consumismo. En este local han celebrado actos M¨¢s Madrid, Podemos o Izquierda Unida. El PSOE tiene sede cerca de Ventas desde 1982 y tambi¨¦n suele poner mesas en la calle. Podemos, con c¨ªrculo en Salamanca desde 2016, se reuni¨® en marzo con un plataforma vecinal.

Como si no fueran Salamanca, vecinos de La Guindalera todav¨ªa imaginan una frontera marcada por una calle ancha, la Francisco Silvela, que los separa de ¡°la gente del otro lado¡±, los ricos. Sin embargo, La Guindalera se gentrifica a pasos agigantados por la proliferaci¨®n de Airbnbs y unos alquileres prohibitivos. Una inmobiliaria ofertaba esta semana un pisito de 40 metros por 950 euros al mes.

M¨¢s Madrid dice que a pesar de los millonarios a los que les sobra de todo, en este distrito de 145.457 habitantes hay gente que lo pasa mal, familias agobiadas por los alquileres o mayores que viven solos. Adem¨¢s, no hay una sola escuela infantil municipal, ni un centro de protecci¨®n por violencia de g¨¦nero y durante todo el mandato de Almeida no han podido acceder a la biblioteca p¨²blica, cerrada por obras.

Unas acciones de M¨¢s Madrid con relativa buena acogida en Salamanca son lo que conocen como Duelos y Quebrantos, una manera de hablarles a los vecinos sobre la Memoria Hist¨®rica. Las celebran en torno a monumentos o calles significativas y hablan de la II Rep¨²blica, la Guerra Civil o la Edad de Plata de la Literatura espa?ola (generaciones del 98, 14 y 27) que tuvo un epicentro en este distrito donde vivieron muchos autores. Seg¨²n explica Marco, es una manera de ¡°resignificar¡± el distrito, es decir, darle una nueva identidad.

¡°Queremos alejarnos de la imagen de ¡®cayetanos¡¯, palos de golf y Milla de Oro para acercarnos a la cultura y el arte¡±. En su programa, M¨¢s Madrid propone un corredor cultural con lugares donde vivieron Lorca o Alberti, que culminar¨ªa en un museo sobre la Edad de Plata.

Este abril planeaban un acto en la Plaza de Col¨®n, pero no ha podido ser porque el Ayuntamiento ha instalado una pista de tenis por el Mutua Madrid. Esperan que se lo apruebe una nueva alcaldesa, Rita Maestre, y les gustar¨ªa que fuera el 12 de Octubre. ¡°Nos encanta el territorio comanche¡±, dice Boeta. ¡°Queremos disputarlo, colonizarlo¡±.

Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid